Seguimos hoy con la segunda parte del análisis de los Playoffs NBA, usando estadística avanzada, computación cuántica y metafísica posmoderna. Vamos allá.
Conferencia Oeste
Golden State Warriors-Portland Trail Blazers
Yo solía jugar a un juego llamado Civilization. En el modo fácil la mayor parte de las veces, de modo que podía acumular recursos y avances vertiginosos mientras las civilizaciones contiguas languidecían. Cuando me aburría lanzaba cañones, cazas y alguna bomba atómica contra los hititas y los exterminaba tan a gusto. Luego, con la satisfacción del deber cumplido, me iba a dar un paseo silbando. Cuento todo esto porque al mejor equipo de la NBA se le añadió el verano pasado el arsenal atómico que la faltaba. En principio, aunque se vean razones que pueden hacerlos sufrir (falta de juego interior sólido), no parece que la inobservancia del principio prusiano para la guerra de cañones y mantequilla les vaya a pasar mucha factura de momento. Se enfrentan a un buen equipo, cuya temporada ha sido algo decepcionante tras la gran temporada anterior, y que tiene buenos anotadores exteriores pero le falta estabilidad y apoyo de la mayor parte del equipo para sostener una batalla al gran favorito a todo.
El Discurso del Método. El método es que te van a freír a triples.
San Antonio Spurs-Memphis Grizzlies
Ha pasado algo raro con el baloncesto. Yo identificaba a los Spurs con Bruce Bowen, Horry dándole una hostia a Nash y la NBA beneficiando la infracción, Popovich queriendo sr nasty con los rivales...y mientras Maquiavelo revisited escribía nuevos capítulos cada serie, Tim Duncan metía canastas como otros respiran, sin darle importancia. Temporadas después, cuando uno de los indeseados legados de Jordan ha sido la elevación de la estrella por encima del equipo y a veces del resultado, San Antonio ejemplifica el juego colectivo, la defensa y la circulación del balón, tratando de volver a sus inicios, este es un juego de pase. Lo ejemplifica bien su nueva estrella, Kawhi Leonard (Kawwwhiiiii). Al igual que Russ..otros, consiguen números que potencian la impresión de su influencia real en el partido, Leonard hace todo bien sin preocuparse de proezas numéricas más allá que la que el marcador impone.
Los Grizzlies enfrente han tenido mala suerte. Les hace falta, como siempre, un anotador exterior, y el fichaje de Parsons parecía una buena idea en su momento. Ay, en teoría funciona hasta el comunismo. En teoría. Las lesiones y la falta de variedad en ataque ha condenado a un equipo que en circunstancias normales debería haber estado bastante más arriba. Un equipo muy serio que tiene la desgracia de enfrentarse a otro tan serio, y mejor.
No es país para viejos, Cormac McCarthy.
Houston Rockets-Oklahoma City Thunder
Houston tenía un problema. Era una franquicia que juntaba buenos jugadores que parecían haberse saltado la parte de que hay una parte del baloncesto que se llama defensa. Con un mínimo esfuerzo, que Ariza se ha centrado y Ben Gordon ha llegado para quedarse, el resto cumpliendo su rol de forma seria y la barba manejando los partidos (y yendo a la línea de personal 34342334 veces) como sabe, un equipo prometedor en el que pocos confiábamos se ha hecho mayor. O adolescente, aún muchos desconfían de lo que puedan lograr en playoffs. Su defensa será más exigida y su juego contenerse, pero no los veo peligrando en primera ronda.
Porque Oklahoma se ha convertido en un escaparate de un jugador genial pero que ha ido a la suya. Nadie niega la proeza de conseguir un triple doble medio en una temporada. Nadie puede negar tampoco que no ha traducido esos números supuestamente de otro mundo en una buena temporada de su equipo. Y es verdad que no es un superequipo, pero mimbres tiene para haberlos involucrado más. Ya sé que no darle el MVP a un jugador con sus números es una barbaridad. Yo no lo haría. En mi visión del deporte, el mejor es quien es capaz de hacer mejores a los que juegan con él. Y posiblemente sus compañeros no puedan. Pero él tampoco lo intenta mucho.
Dos hombres y un destino, versión Newman&Redford, o bien Bustamante y el otro que no me acuerdo.
Los Angeles Clippers-Utah Jazz
No se sabe nunca muy bien que les puede faltar a los Clippers para llegar a ser un aspirante. El papel de underdog no les viene bien porque sus jugadores son tan buenos que uno sabe que debe estar prevenido contra ellos. Cuando son favoritos, decepcionan. Viven en un bucle del espacio tiempo en el que lo único diferente que les pasó en los últimos tiempos fue organizar una operación especial para impedir que el mago de los fundamentos, el pívot con más recursos del mundo, el nuevo Olajuwon De André Jordan, se fuera a tirar mandarinas dese el tiro libre y a brincar mucho para salir en el poster. Pues nada, que les aproveche. Juegan contra Utah, otro de esos equipos que ni sonríen y centrados en exprimir sus recursos, una plantilla amplia y de roles definidos, con Gordon Hayward al que da gusto ver jugar y Gobert que defiende mejor que De Jordan y hace lo demás mejor también, salvo sacar músculo y poner caras. Su entrenador es bueno, mucho, y además parece salido de El lobo de Wall Street. Creo que será muy igualada y dependerá del fondo de armario de los Clippers
Blade Runner. Aparte de la excusa de citar esta peli, que me encanta, Los Clippers a veces parecen un equipo del futuro en el que el futuro parece pasado.
Esto ha sido todo, amigos. A disfrutar. Salud y baloncesto.
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