El periódico traía la acostumbrada tragicomedia de cada día, que el ajetreo externo me había hecho olvidar. Las nubes, el aprendizaje, las dudas, la reflexión sobre que futuro quiero tener... todo palidece al lado de la losa de cada día, esa sensación de cutrez y corruptela, dinero manchado de grasa y sudor, el día que nace sin esperanza, y la sensación desde fuera de que es incomprensible que el país no esté ardiendo, literalmente. Sigo creyendo en mi país... Pero pensar tu nombre ahora...envenena mis sueños. Cada día es una entrada en las fauces de un presente amargo y un futuro dominado por el ansia tecnológica y cercenado en lo más básico por las ansias de unos pocos canallas. Y la sensación de que debemos cambiar, que no nos resignaremos, que soy afortunado y que tengo que darlo todo para poder quedarme una temporada aquí, que la patria desde la lejanía está tan despojada de brillos canallescos y desvalida que uno podría dolerse por ella. Y ser implacable con sus amantes postizos que la están matando.
Un abrazo a todos los que aún quieren pelear..y a los que han perdido las fuerzas...recobrémoslos
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
César Vallejo
Ha sido una entrada picoteadora de otros..quizá por eso sea mejor de lo normal ;) Un abrazo a todos. Echemos a andar...
Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta Battiato.
ResponderEliminarNo me gusta que haya que pelear.
Me gusta Serrat.
No me gusta la incertidumbre sobre el futuro.
Me gustan los loros, la mermelada, el rock, las series de televisión donde el protagonista tiene un bar.
Me gusta que gane el real Madrid, y que los teatros vendan todas las entradas para la función.
No me gusta que haya indignados.
Pero como están ahí, no puedo más que darles las gracias por pelear.
Les doy las gracias por pelear en mi nombre y en el tuyo, y en el de todos.
De verdad que el entusiasmo en la lucha no debemos perderlo...en todo caso cargar pilar. Un beso, leerte siempre es un placer
ResponderEliminarPrecioso el poema de Vallejo. Suerte por Hibernia. Un abrazo.
ResponderEliminarNo tenemos que rendirnos, hay que sacar fuerzas hasta de debajo de las piedras :-)
ResponderEliminarAbrazos.
No hay que resignarse y no nos resinaremos, pero cuesta, coño, cuesta!
ResponderEliminarQuizá la distancia te venga bien para tratar de ser objetivo. Ojalá no te invada una nostalgia injustificada.
Saludos!
Como dice José Núñez de Cela, me temo que la distancia da perspectiva. "Distance makes the heart grow fonder", pero los ojos siguen donde estaban.
ResponderEliminarLa patria da pena pero desde otras formas de ver la vida también se veía venir esto con más facilidad. Aunque a lo mejor desde otro lugar "rescatado", con dos bajadas de sueldo a los funcionarios y una burbuja inmobiliaria apoteósica la solidaridad sea mayor. Ya contarás.
Verdades como puños. Y mejor que lo normal, para nada.
ResponderEliminarUn abrazo
"cercenado en lo más básico por las ansias de unos pocos canallas"
ResponderEliminarAcertadas y sentidas tus palabras. Ansío ver más alegre a la gente y que los brotes verdes sean reales. Buen post.
Un abrazo.
No sabes cómo envidio tu situación. EStar lejos de aquí, de esta angustia diaria. Disfrútalo y no nos olvides.
ResponderEliminarPor cierto, jamás estuve tan de acuerdo con alguien desde hace años como lo estoy hoy con Rojo Merlin. Todo un hallazgo.
ResponderEliminarMe gusta ver rebeldía,me gusta ver fuerza...y lo que más me gusta es ver esperanza cada vez que paso por aquí. Somos demasiados,y no podrán pasar por encima de la vida que queremos heredar;)
ResponderEliminarUn abrazo inmenso señorito!
Seguir hacia adelante, buscando un mejor porvenir. No decaigamos nunca, esta es nuestra vida y nuestra responsabilidad. Hay que adornarla con flores y poesía.Larga la mirada buscando el horizonte. Bellísima la poesía que nos brindas así como los temas de Serrat y Battiato. Un abrazo.
ResponderEliminarMe gustan tus breves... saludos
ResponderEliminarMe gustan tus breves... saludos
ResponderEliminarMe gustan tus breves... saludos
ResponderEliminarMe gustan tus breves... saludos
ResponderEliminarMe gustan tus breves... saludos
ResponderEliminarVale la pena rendirse, sin haber luchado???.. me parece q nooo
ResponderEliminarUn placer leerte, amigo
Besoteeees
Creo que rendirse no es un lujo que nos podamos permitir.
ResponderEliminarUn abrazo.