INSERTE SU PROPIO TITULO AQUÍ (No sabía cual ponerle, si os animaís, me decís alguno. Dios, que vago estoy)
"Muerto, las arenas envolvieron su cuerpo", era el final de la oración más sagrada, aquella que reverenciaba al profeta que llegó de lejos y dejó su legado de santidad y conocimiento del que nunca cambia. Sus palabras acabaron en libros desconocidos, y durmieron durante muchas estaciones. Eremitas que habían renunciado a la púrpura encontraron sus huellas en palimpsestos dispersos por las costas que las corrientes marinas acercaban. Supieron de las doctrinas extravagantes y atrayentes de las transmigraciones aúreas entre cuerpos desnudos en el momento del climax, las formas de adquirir la valentía de los guerreros muertos, los rituales que conjuraban las tormentas de arena y las galernas en los territorios de las lagunas heladas. Se le atribuyeron mapas, guías, comentarios acerca de los textos sagrados de los bhodi, que auguraban una reparación completa a las fatigas del cuerpo mediante la educación del alma, cuya existencia sus feroces enemigos doctrinarios negaban. Leyeron sus textos a la luz de las más variadas formas místicas.
Se le asignó una biografía. Nacido en tierras boscosas y de luvia perenne, llegó desde el angosto mar hacia la luz de las ciudades libres y unidas tan sólo por las caravanes de mercaderes. Fueron parcos en la asignación de prodigios, hecho que las siguientes generaciones subsanaron, generando un cisma entre quienes aceptaban sólo los primeros escritos como inspirados por los efluvios de la divinidad ubicua y aquellos que la extendían a ciertos exégetas y ascetas posteriores. Con el tiempo, las corrientes se fueron separando, y las disputas por los tronos adquirieron el color de los bandos enfrentados, acentuando la inestabilidad de reinos, califatos, satrapías, patrias.
Apenas quedaba nada del mensaje original que un día trató de implantar una noche fría entre los miembros de un pueblo de nómadas que le pidieron una historia al extraño que les acompañaba de vuelta a su hogar, para ver mundo. Tartamudo y con deficiente comprensión de la lengua de sus acompañantes, trató de repetir la historia que sus antepasados contaban, acerca de la separación y la redención de los viajos amantes, cuya relación no era nunca la de la fulguración que elimina el desgaste del tiempo, sino una dura y dolorosa lucha en las tinieblas en busca del encuentro y la reconciliación definitiva. Y era un relato amargo, pero en el que cabía inmensa, la esperanza y el ímpetu de felicidad.
Sus huéspedes aplaudieron su historia, y la llevaron a otras ciudades, una vez que el extraño no pudo superar unas fiebres causadas al atravesar un pantano y ser quemado en una pira, de acuerdo a lo que creían que debía haber sido la costumbre de su pueblo desconocido.
Cabe suponer que ante el dios de infinitas caras, una por cada creyente, se sentía avergonzado por haber iniciado aquel juego de infinitas causas y consecuencias que no es capaz de desanudar la frustración del desconocimiento acerca del futuro y el destino de la muerte. Otra posibilidad es que fuera sólo el instrumento de esa voluntad divina que, si existe, nadie puede aspirar a comprender.
"Muerto, las arenas envolvieron su cuerpo", era el final de la oración más sagrada, aquella que reverenciaba al profeta que llegó de lejos y dejó su legado de santidad y conocimiento del que nunca cambia. Sus palabras acabaron en libros desconocidos, y durmieron durante muchas estaciones. Eremitas que habían renunciado a la púrpura encontraron sus huellas en palimpsestos dispersos por las costas que las corrientes marinas acercaban. Supieron de las doctrinas extravagantes y atrayentes de las transmigraciones aúreas entre cuerpos desnudos en el momento del climax, las formas de adquirir la valentía de los guerreros muertos, los rituales que conjuraban las tormentas de arena y las galernas en los territorios de las lagunas heladas. Se le atribuyeron mapas, guías, comentarios acerca de los textos sagrados de los bhodi, que auguraban una reparación completa a las fatigas del cuerpo mediante la educación del alma, cuya existencia sus feroces enemigos doctrinarios negaban. Leyeron sus textos a la luz de las más variadas formas místicas.
Se le asignó una biografía. Nacido en tierras boscosas y de luvia perenne, llegó desde el angosto mar hacia la luz de las ciudades libres y unidas tan sólo por las caravanes de mercaderes. Fueron parcos en la asignación de prodigios, hecho que las siguientes generaciones subsanaron, generando un cisma entre quienes aceptaban sólo los primeros escritos como inspirados por los efluvios de la divinidad ubicua y aquellos que la extendían a ciertos exégetas y ascetas posteriores. Con el tiempo, las corrientes se fueron separando, y las disputas por los tronos adquirieron el color de los bandos enfrentados, acentuando la inestabilidad de reinos, califatos, satrapías, patrias.
Apenas quedaba nada del mensaje original que un día trató de implantar una noche fría entre los miembros de un pueblo de nómadas que le pidieron una historia al extraño que les acompañaba de vuelta a su hogar, para ver mundo. Tartamudo y con deficiente comprensión de la lengua de sus acompañantes, trató de repetir la historia que sus antepasados contaban, acerca de la separación y la redención de los viajos amantes, cuya relación no era nunca la de la fulguración que elimina el desgaste del tiempo, sino una dura y dolorosa lucha en las tinieblas en busca del encuentro y la reconciliación definitiva. Y era un relato amargo, pero en el que cabía inmensa, la esperanza y el ímpetu de felicidad.
Sus huéspedes aplaudieron su historia, y la llevaron a otras ciudades, una vez que el extraño no pudo superar unas fiebres causadas al atravesar un pantano y ser quemado en una pira, de acuerdo a lo que creían que debía haber sido la costumbre de su pueblo desconocido.
Cabe suponer que ante el dios de infinitas caras, una por cada creyente, se sentía avergonzado por haber iniciado aquel juego de infinitas causas y consecuencias que no es capaz de desanudar la frustración del desconocimiento acerca del futuro y el destino de la muerte. Otra posibilidad es que fuera sólo el instrumento de esa voluntad divina que, si existe, nadie puede aspirar a comprender.
Hasta pronto. Por cierto, blogger no me ha dejado hacer comentarios en muchos blogs, espero que se arregle a no mucho tardar...
Jo, qué buena esta reinterpretación de casi, casi, la incompresión en este mundo de "silencios sordomudos".
ResponderEliminarY Dios vino, pero no contaba con el hombre, me temo. Todo esto da para tanto y tanto, aunque sea un escéptico el tema me atrae como la miel.
Este tono mítico que vertebra el relato de punta a punta me ha encantado. Este trazar ciudades libres sin profundizar en ellas, este pinzelar hace la que imaginación remonte, lejos, lejos, hasta los orígenes.
Saludos.
Gracias :) Esa era la intención, contar como se rellenó un silencio, quizá...
EliminarUn saludo :)
Espera, es un relato sobre relatar relatos?
ResponderEliminarWow, esto no lo esperaba. Ya no se que esperar, hmm, asi es más divertido todo.
Bueno, saludos Explorador.
See ya!
Más o menos, eso es, en esencia ;) Mucha suerte, y nos vemos pronto. Saludos :)
Eliminar¿El Peregrino, tal vez? Los hombres siempre complicamos las cosas y nos vamos hacia lo que relumbra, hacia la quincalla, como abejas a la miel, y olvidamos lo que de verdad importa. Ayer tuve muchos problemas para comentar en Blogspot y, finalmente, tuve que tirar la toalla.
ResponderEliminarMuchas gracias por el esfuerzo :) Lo que de verdad importa...que difícil es... ;)
Eliminar¡Un abrazo!
¿El Peregrino, tal vez? Los hombres siempre complicamos las cosas y nos vamos hacia lo que relumbra, hacia la quincalla, como abejas a la miel, y olvidamos lo que de verdad importa. Ayer tuve muchos problemas para comentar en Blogspot y, finalmente, tuve que tirar la toalla.
ResponderEliminarUn relato místico que yo interpreto como la vuelta y una y otra vez de los ciclos.... Preciosa la foto
ResponderEliminarPuede ser ;) lo que el lector interpreta es lo más importante. Gracias por comentar, ¡abrazos! :)
EliminarPara ser un texto "fugaz" me parece bastante sólido.
ResponderEliminarDecía Úrsula Iguarán que "el tiempo gira en redondo". Es la impresión que extraigo. Así como la transformación que sufren los sucesos y palabras a través de los años.
En cuanto al título, y teniendo en cuenta el fondo, qué te parece La Esfera.
Saludos, Explo.
Pues me parece un gran título, gracias ;) Sí, un giro continuo...gracias por leerlo y pensar (y bien) en él :)
EliminarUn abrazo.
Jo, qué chulo. Y qué intenso. Resuena a mitología, tiene un halo de sencilla grandilocuencia, de héroe clásico.
ResponderEliminarQuizá estés relatando algo sobre la palabra misma y, en ella, la redención: "Y era un relato amargo, pero en el que cabía inmensa, la esperanza y el ímpetu de felicidad".
Pues por el ímpetu de la felicidad. Salute.
¿Te cuento un secreto? Esa frase no estaba, pero luego leí las bases y el tema era la ilusión y la esperanza. Y lo encasqueté :P A veces, las cosas más provisionales son las que resultan aciertos, puede ser ;)
EliminarBesos :)
Hola, amigo:
ResponderEliminarEl relato es muy bueno, aunque yo tampoco sé qué títulopodrías ponerle. Está bien el que te propone Zambullida. En esa línea. O tal vez 'El explorador', por aquello de... ;)
Sí, blogger funciona fatal, pero yo no pienso cambiarme a wordpress, que salí muy escaldado cuando me cerraron un blog sin motivo.
Saludos
PS. ¿Aún sigues en Irlanda? Si es así, disfruta y pásalo muy bien
Sí que va mal, sí...gracias por comentar :)
EliminarUn abrazo :)
¿El educador de almas?
ResponderEliminarEs muy chulo, pero lo tengo que releer.
Un abrazo
:) Gracias, el título suena hasta demasiado bien para lo que es el cuentecillo luego ;)
EliminarUn abrazo
Precioso relato..
ResponderEliminarun abrazo!
Gracias :)
EliminarOtro abrazo :)
Aquí estamos, a la espera de que nos escribas algo.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Jo, Zambullida, muuuchas gracias. No merezco tanta atención ;) pero que narices, se agradece mucho. Algo he escrito...no sé si demasiado bueno ;)
EliminarBuena semana :)
Escribes muy bien, he visto sagas de fantasía famosas con menos calidad que tu relato.
ResponderEliminarA mi me ha gustado y creo que da juego para que esto sea el comienzo de un relato mucho más largo.
Un saludo.
Oski.
racias, Oski, en principio sólo es un divertimento breve y muy fugaz...pero gracias por los ánimos.
EliminarUn saludo :)