viernes, 27 de mayo de 2011

Diccionario del ciego (A de Alumbramiento)

Ambrose Bierce escribió un libro divertidísimo, "El diccionario del diablo", y dentro de mis posibilidades, me propongo escribir, letrita a letrita otro, que será bastante peor pero sólo pretende hacer sonreír un poco a quien lo lea (se admitirán sugerencias y otras definiciones, o alternativas, por supuesto, animaos, mola). Es del ciego, no alguien que no ve nada, sino que no ve ciertas cosas sino muy borrosas (no me convencía llamarlo del tuerto). Y por supuesto, sin ningún ánimo de ofender. Me lo he pasado bien comenzando con la





Aberración- Gusto distinto al nuestro, siempre tan ponderado.

Abogado- 1. Traductor de distintos conflictos ajenos en dinero propio.
2. Cuervo que aparece tras las batallas
3. Persona capaz de convertir un problema puntual en otro perpetuo, mientras le pagamos para que lo haga.
4. Verdadero poeta, capaz de cambiar la realidad con sus palabras.

Aborígenes- Seres de escaso mérito que entorpecen el suelo de un país recién descubierto. Pronto dejan de entorpecer; entonces, fertilizan (original del propio Bierce, en homenaje)

Aburrimiento- Situación a la que lleva que los demás no nos hagan caso.

Alemán- Ciudadano de un país que en un siglo ha cambiado 4 veces y aún así ha ganado 3 mundiales, y en dos guerras llegó a la prórroga.

Alma- Conjunto de deseos y sentimientos que todos compartimos y todos creemos que nos hacen los seres más especiales del Universo.

Alternativo- Quien aspira a imponer su propia moda, pero ni siquiera puede.

Altruismo- Egoísmo a largo plazo.

Alucinación- 1. Pequeño sueño despierto que muestra nuestros anhelos
2. Efecto recomendable de ciertas sustancias
3. Mujer/hombre de gran belleza y contoneado/firme paseo (definiciones by Irene Comendador)

América- EE.UU para los estadounidenses (además de la doctrina Monroe) El resto del continente hasta la Patagonia les debe parecer tan despreciable que ni siquiera tienen una palabra para él.

Amar: 1.Acción de dar sin esperar nada a cambio, sin pretender cambiar al otro.
2.Aceptar sin condiciones (definision by Luisa Tomás)

Amistad- Situación interpersonal extremadamente agradable siempre puesta en riesgo por los defectos ajenos.

Amnistía- Cuando el número de delincuentes o criminales es tan amplio que resulta más conveniente ignorar sus fechorías. Se presenta como un avance acordado entre todos, ya que las víctimas no pueden dar su opinión.

Amor- 1.Reacción química cuya fórmula, de ser descubierta, superaría incluso a la de Coca-Cola. 2.De ser posible, evitarlo.
3.todo lo que necesitas (2 últimas by Tom/Shine)

Anciano- Persona que ha perdido el poder para defenderse de los adultos y hasta de los jóvenes.

Ángel. Sublimación de los creyentes adictos al orden que quieren un ejército hasta en el Paraíso.

Anónimo- 1. Escondido para poder decir lo que no se atreve.
2. Masa capaz de las mayores aberraciones a cargo de individuos que culpan luego a todos los demás que la forman
3. Autor de grandes obras literarias que no era consciente de su futura importancia.

Antártida- Último rincón del planeta que será destruido por el afán inmobiliario.

Antisistema- 1. Personas que quieren destruir algo que no le gusta, a lo que llaman "sistema". Los hábiles lo hacen desde la cúspide y se forran. Los menos hábiles lo atacan con sincera torpeza y lo acaban reforzando.
2. Persona que ve contra el sistema; en cuanto lo consigue es el primero en pedir un coche oficial.(acepción by Ethan)

Asfixia- Situación producida por falta de oxígeno o por exceso de confianza en un Banco.

Astracanada- Lo más lejano a nuestras opiniones que imaginarse pueda.

Aventura: Dícese del camino que se emprende sin divisar el final y sin prever los contratiempos. (by Luisa Tomás, too)

Ávido- Persona poco socializada que aún no aprendió a disimular su instinto.

Azar- Que no depende de nuestra intervención y, consecuentemente, es la justificación perfecta para la mayoría de las cosas malas que nos suceden. Si interviene en favor nuestro, recibe distintos nombres: talento, esfuerzo, providencia, trabajo.

Ayer- Día en el que las circunstancias conspiraron en nuestra contra para impedirnos estar mejor hoy.

Azúcar- 1.Ingrediente imprescindible para triunfar en política, arte o el maravilloso mundo de la empresa.
2.Pegamento social.


Hala, pues si quereís añadir cualquier acepción, será bienvenida (actualización: ya añadidas algunas) , este blog ni fija ni limpia ni da esplendor, pero puede hacer reír un rato, espero xDD

miércoles, 25 de mayo de 2011

Un relato circular y onírico



canción para escuchar mientras se lee...si lo quereís ;)


Hojas del árbol caídas
juguetes del viento son:
Las ilusiones perdidas
¡ay! son hojas desprendidas
del árbol del corazón.

José de Espronceda

Ayer, los vecinos hicimos una asamble de nuevo en la licorería del viejo Tom Landry. La otra noche volvieron los forajidos, como desde hace un tiempo, y volvieron a saquear nuestros campos, el ganado de los chicos, otra vez lío en el local. Al menos no hubo que lamentar la muerte de nadie...pero sí amenazas de borrachos armados. Ya hace unos meses que mataron a los dos hermanos O´Hearing allí en su hacienda, y parece que nadie puede evitar sus desmanes. El sheriff se empleó con esfuerzo durante los primeros meses, pero ahora su ayudante lo ha abandonado y se marchó cabalgando hacia Montana, siguiendo a la caballería. Pasa los días recorriendo la calle principal, mientras la cárcel siempre está vacía, aunque los altercados por el alcohol hayan crecido y los forajidos sigan haciendo lo que quieren, cuando vienen a pasar alguna noche a robarnos y asustarnos. La gente dice que no tiene fe en lo que hace, se sienten desprotegidos. Yo creo que es un buen hombre que se ve desbordado, y al que nadie ha ayudado...ni se ha dejado ayudar atrincherado detrás de su mesa, polvorienta Así que hemos decidido contratar a la banda de los Reed. Viven en una casa a unas millas de aquí,fueron despedidos por algunos problemas con otros chicos del pueblo hace unos años pero ahora cree que son la solución a los desmanes que llevamos viviendo últimamente. ¿La inseguridad nos hace reflexivos o impulsivos? Yo no estoy muy convencido de su contratación ni de su actitud, pero ayer la mayoría decidió contundentemente. Vamos a poner a unos tipos duros para vigilar a otros. Vendrán en unos días, tratarán a esos cuatreros como se merecen...o bien, se entenderán bien con ellos, lo que no sé si será bueno o malo. Lo importante es expulsar a los asaltantes que hacen lo que quieren con todo cada vez que buscan alcohol y una pelea. Sólo queremos un poco de paz y sosiego, sin vivir aterrorizados por sus anuncios. Trabajo y libertad. No sé si hemos hecho bien, no estoy seguro, pero es nuestra última esperanza. No he hecho participe a nadie de estas objeciones.

Anoche tuve un extraño sueño. Me veía en un recinto lleno de gente vestida de forma extraña llorando, mientras en una llanura otros chicos jóvenes lloraban también y pedían perdón. A mi alrededor mucha gente aplaudía a uno de ellos, más mayor, y se comentaba que al menos podrían decir que le habían visto jugar, su magia, su elegancia y su bondad, aparte de esos pases prodigiosos. Y cuando se acercaba con las manos cruzadas pidiendo disculpas, ellos lo aplaudían. Cuando pregunté su nombre, me miraron extrañados, y me respondieron, "pues Valerón, claro".Pensé al despertar que si esa gente pensaba así y era capaz de aplaudir a alguien que parecía haber perdido, nuestro pueblo podía conservar una esperanza. Pensé en los chicos, y sus caras me parecieron más amables. Espero que los Garrick puedan tener suerte en este pueblo y defendernos como les pagamos. Mientras me dirigía a la tienda pude oir a ese chico, Alias, tocando su armónica, oyendo una canción nueva, dice que los tiempos están cambiando, suena sabia y nueva, pero también la voz de piedra de una sabiduría tan antigua como el tiempo. Iré más optimista a la asamblea de esta tarde. Saldremos de esta.

El trovador estaba al lado del río cuando la diligencia abandonaba el pueblo. La saludó y siguió cantando...

Por su edad, es prudente
Tiene los ojos de su madre
Hay alegría en su corazón
Es joven y salvaje
Mi única oración es, si no puedo estar allí,
Señor, protege a mi hijo

En su juventud, ahora se desarrolla
Tiene siglos de antigüedad
Sólo verle jugar me hace sonreír
No importa lo que me pasa
No importa cuál sea mi destino
Señor, protege a mi hijo

Mientras el mundo está dormido
Puedes mirarlo y llorar
Hay pocas cosas que valgan la pena buscar
Y aunque yo no pido mucho
No las cosas materiales
Señor, protege a mi hijo

Es joven, con un fuego
Lleno de esperanza y deseo
En un mundo que ha sido profanado
Si caigo en el camino
Y no puedo ver otro día
Señor, protege a mi hijo

Habrá una vez, oigo decir
En que todo estará bien
Cuando Dios y el hombre se reconcilien
Pero hasta que los hombres pierdan sus cadenas
Y reine la justicia
Señor, protege a mi hijo





Las portadas de los periódicos parecían lentas; el tiempo las amarilleó rapidamente, mientras el viento levantaba las hojas de los árboles desde mi ventana
;)

jueves, 19 de mayo de 2011

Una acampada entre dudas

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero están los que luchan toda la vida. Esos son los imprescindibles.

Bertolt Brecht

El cielo se ha despejado y el tiempo es magnífico, así que decido acercarme unos minutos a la acampada por la democracia real YA en Salamanca (luego me dicen que no la representan, sólo asumen su manifiesto). En una plaza amplia hay una gran carpa azul con eslóganes repartidos dentro y fuera ("No falta dinero. Sobran ricos" "No nos mires, únete", "No somos mercancía en manos de políticos y banqueros" y muchos otros, en su mayoría bastante demagógicos)direcciones de internet en facebook, twitter, tuenti, manifiestos debajo de pequeñas piedras para quien quiera hacerse con uno. Lo leo por encima. No me convence.

Tienen un punto de información a la entrada de su tienda. Allí, gente con un chaleco reflectante de tráfico se ocupa de presentar su iniciativa a los curiosos como un servidor, muy amables. Recalcan que no pertenecen ni apoyan a ningún partido, sólo quieren expresar su protesta pacífica (otro término resaltado a lo largo de la conversación, es evidente que quieren huir de etiquetados negativos, estereotipados y fácilmente permeables en otros sectores sociales. Pero no puedo evitar pensar si no estarán instruídos para recalcar los puntos del mensaje que les conviene, escucho otra conversación cercana más política de lo que su escrito expresa, "dejando al margen las diferencias entre derecha e izquierda", cosa que encuentro perfectamente normal. No acabo de entender una protesta política desde el apoliticismo más aséptico. Alrededor de su campamento hay más personas sentadas, leen, conversan, toman helados. Una terraza a tres metros, hay un grupo grande conversando sobre la acampada, aunque me parece que no están en el grupo de los acampados.

Entro en la tienda, y me quedo a su entrada. Observo diferentes zonas de gente sentada, tumbada y resguardándose del sol, que azota bastante. El escrito que leo expresa su propósito de cumplir escrupulosamente la ley, no juntar grupos de 18 personas (no conocía esa prescripción) no se beberá alcohol ni se consumirán "sustancias ilegales" (esto me arranca una sonrisa, resulta conmovedor el intento de centrarse en la idea que quieren lanzar y huir de etiquetados hostiles). Se habla de reforma electoral, se envían mensajes por teléfono, entre un grupo al fondo hay un portátil. Noto una sensación extraña, quizá envidia, puede que cinismo. La gente acude al puesto de información borboteante de ideas, reparos, felicitaciones, ánimos. Un señor mayor conversa con uno de los chicos con chaleco de una forma que hace más hermosa la mañana clara. Las sonrisas y la camaradería parecen sinceras y honradas, como la gente que ha acudido (hay chicas sentadas fuera en silencio con expresión más ausente, mirando la fuente en la que el agua refleja la tienda y el cielo.

Pero no puedo evitar ser escéptico. Con las propuestas, su forma de abordarlas, su fácil manipulación, su levedad. Puede que me esté haciendo mayor (en mis pensamientos), pero creo que esto será una primavera breve. Habrá elecciones y el rumbo de la política mayoritaria se impondrá, quizá ahoguen estas voces, quizá ellos mismos se aparten...cuando más necesario será que esas ideas germinen, fuera de los focos y las novedades, en el seno de los partidos que urge reformar. Me he convencido de la honradez del movimiento, pero dudo que pueda seguir así indefinidamente. Queda la esperanza de que algún debate quede abierto, y los partidos asuman su cambio. ¿Se atreverán los idealistas a entrar en el seno de la bestia y vencerla sin caer en sus tentaciones de poder? ¿Nos atreveremos nosotros? Y mientras esa dolorosa pregunta, constatar mi cambio, mi envejecimiento por dentro y mi punta de cinismo me quemaba un poco por dentro, mientras mi cabeza me trataba de convencer de que dentro de pocos días no quedaría nada más que un hermoso recuerdo condenado desde el principio, mis pasos volvían hacia casa. Y la gente parecía valer la pena.

Pase lo que pase, habeís sido honorables. Y ojalá no fuera tan escéptico. pero no puedo evitarlo. A pesar de todo, ánimo, y mi simpatía. Este mundo puede ser mejor. Pero hace falta todavía mucho para ello. Habrá que tratar de mejorar en lo que se pueda. La única revolución es intentar mejorar uno mismo esperando que los demás también lo hagan dijo George Brassens. Pues en eso estamos. Espero que sigamos estando, desde cada lugar, como fiel infantería. Hasta llegar a ser imprecindibles...



jueves, 12 de mayo de 2011

La gran fiesta final

El día de la gran fiesta final amaneció como merecía. La ciudad sentía los rayos de sol y las macetas regalaban colores y su fragancia a todos los que habían salido a pasear temprano por las calles engalanadas. Las sonrisas florecían bajo el sol amable y el viento tranquilo, que llevaba frescor y alegría en sus alas. Las persianas subían y las ventanas mostraban caras amables, ancianos que habían pensado que no verían unos días tan azules como los de su infancia, desconsolados que de repente sentían el consuelo de la comunidad, sus compañeros, sus amigos, para que no se sintieran solos. Parejas de la mano, niños que corrían y jugaban, aves congregadas sobre las ramas de los árboles en flor formando una orquesta armoniosa que acompañaba los paseos por la plaza iluminada.

Los edificios fueron vaciándose mientras la luz pálida del atardecer se iba tiñendo rojiza y ocupaba los rellanos y las habitaciones interiores sin nadie que pudiera verla. El río arrastraba su rumor bajo el puente con más pasión que nunca, entre riberas reverdecidas de sauces y álamos, arbustos y hierba fresca. Las tiendas, las bibliotecas, los mercados quedeban abiertos y sus escaparates parecían más brillantes que nunca, aunque pocos miraban. Desde la calle principal llegaban los hundidos hacia el momento del reencuentro. Niños que no habían conocido a sus madres, amantes arrancados del seno del cariño por la realidad amarga, amigos una vez enfrentados se reunían, se abrazaban, miraban los ojos del otro y apenas podían hablarse más que con ellos. No encontraban las palabras, pero no importaba. La hora del reencuentro y la reconciliación definitiva había llegado, traída por las nubes blancas que como pinceladas resaltaban el azul diáfano del cielo. Y ya sería para siempre.

Los coches y los tranvías se detuvieron, salvo quienes llevaron a los que no podían caminar hacía la hierba, las colinas o la ribera. Se compartía la comida frugal, la fruta bajo esa tarde serena sabía más jugosa que nunca. Y el agua en la garganta sonaba como una melodía. Los novios se abrazaban tumbados y miraban jirones de nubes, sentían el viento entre ellos y acariciaban los rostros amados. Otros cantaban, se bañaban en el río, jugaban con los niños y bromeaban. Los paseantes saludaban a aquellos que formaban parte de sus paisajes vitales, el mecánico, el dentista, el panadero, el maestro de los niños. Y el sol declinando mostraba la luz más favorecedora sobre ellos, para poder ser valorados por lo mejor que habían hecho.Los pequeños defectos, como las espinas de una flor, no tienen importancia, menos en un día como aquel, la gran fiesta final. La tarde pasó en aroma de celebración y simpatía. El viejo puente ofreció sombra y pilares para descansar. Y el viento que comenzó a levantarse no halló a nadie en la ciudad mientras se dirigía a las afueras donde la población de la ciudad aguardaba, con cierta aprensión, pero con serenidad.

Empezaron a sentir el frío y se abrigaron, pues el mensajero les había dicho que esas ráfagas iniciarían el crepúsculo. Un breve silencio, una mirada hacia lo alto. Asombrados y estremecidos, cogidos de la mano, de los hombros o cercanos a quienes querían, hombres y mujeres alzaron la vista, mientras sus animales se enredaban entre las piernas. Algunos se sentaron. Entre los gritos del viento, podían verle la cara al sol, sin apartar la suya. Vieron como se volvía naranja, como crecía hasta ocupar el cielo y les otorgaba claridad y calidez, protegiéndolos del arisco viento, distorsionando su visión como el fuego del hogar, como una lámina de agua entre los ojos y las visiones de trompetas celestiales y signos predichos. No era molesto, la cercanía y la sonrisa refulgían sobre esa caras iluminadas. Ella lo abrazó y él la beso suavemente en los labios. Se miraron, sonrieron y apretaron sus manos entrelazadas, antes de volver su vista hacia aquella luz que llegaba de otro sitio mejor y contemplaron, en el día de la gran fiesta final, el último y más bello atardecer del mundo.

viernes, 6 de mayo de 2011

Escribir en la oscuridad

Tantos días de ajetreo le hacen olvidar a uno que tiene un pueblo más allá del horizonte, con su casa, su hogar siempre avivado por las amables visitas y otras casas de todos los tipos por donde entrar a saludar. Así que, amable lector, espero que todo te vaya bien :)

Entre las cosas que he hecho, entre utilidades aparentes y pérdidas de tiempo vergonzosas o dichosas, he comenzado un libro sobre el oficio de escribir del gran escritor israelí David Grossman. Y he recibido con pesar la noticia de la muerte de un maestro, Ernesto Sábato (que también abordó el tema, por cierto, aunque no he leído El escritor y sus fantasmas). Y me he preguntado porque a veces escribo. Sé que leo por gusto, por placer, por gula, por pasión de imaginar, ser otro, vivir mejor y más. Pero aunque me gusta mucho, no siento esa pasión por teclear historias o contar. Aunque quizá eso esté cambiando, hay entradas cuya confección es una experiencia rápida y febril sumamente gozosa. Aún así, con tanto blog, tanto libro, tanto por leer, vivir, jugar, estudiar, saber, trabajar, caminar y ver, a veces uno sigue preguntándose si merece la pena dedicarle tiempo. Y si puede, lee a los que le gustan, para que le digan porque se dedicaron a contar para los demás, porque se sintieron llamados a ser el sueño de las multitudes. Descarto la pura vanidad o el afán de gloria o dinero.Quien sólo quiere esas cosas se va a la tele y allí cuenta otras historias.

Grossman dice que escribe para liberarse, abandonar la armadura de ciudadano de un pais en conflicto desde que nació, ponerse en el lugar de otros, ver rostros humanos donde la realidad elige enemigos, y sobre todo nombrar "aquello que no puede volver y que no tiene consuelo" tocando el dolor con las manos desnudas como si fuese electricidad, pero sin morir. Escribe para desbaratar los mecanismos de defensa humanos más eficientes y enfrentarse al alma, al dolor y las limitaciones humanas. Y hacerlo de una forma en la que todo eso duele, pero se puede afrontar, permuta en un truco en el que lo que no se puede decir por un instante puede escribirse de ora manera para que alguien que tiempo después lo lea, pueda comprenderlo. Comunicarse. Sentir que puede intentarse una transformación de la realidad, que es un bloque de piedra, en uno de esos esclavos de Miguel Ángel, que dentro de ese bloque pugnan por salir a la superficie y ser conocidos. Aprender a cincelar los días de todos los días.

Es curioso, a mi humilde escala de bloguero novato, a veces he logrado sentir algo así. Algo escondido que mostraba bajo una capa y que por un segundo podía mirar a la cara, como un rayo de luz irresistible en la oscuridad más umbría. Después de eso, la oscuridad seguía allí y yo andaba a tientas de nuevo, pero mis ojos sentían esa luz sobre los párpados cerrados. Disimular la angustia y la incertidumbre, el dolor, ya también la alegría y la esperaza en otras formas para poder ser compartidas tras su cambio prodigioso, como ver salir a un mago entre las olas tras haber sumergido una caja de madera encadenada. Y fascinado yo mismo por el truco, sigo, a temporadas con más ganas, a temporadas más apático, pero siempre es un gusto dedicar unos breves minutos del tiempo a hacerlo.

Otra explicación posible es que mola tener un sitio desde donde dar sermones, mítines, contar cuentos y decir chorradas sin tener una columna de periódico donde hacerlo :DD

Y por supuesto, gracias por estar ahí, una casa con las puertas abiertas no es nada si nadie la visita. ¿Por qué escribís vosotros? Si quereís decirlo, me resultará interesante. Gracias a todos :)