martes, 21 de junio de 2011

Parte cuatro del relato sin nombre y sin dirección...la visita

El vuelo, una danza ralentizada entre globos de luz azul que cambiaban su posición perezosamente, llegaba a su escala, reptando a través del vacío hueco de la región en que había nacido. La Dirección General había solicitado explicaciones acerca de su sector de explotación y cierto "errático comportamiento", así que los ojos brillantes y enrojecidos del conserje tras recibir la carta del subdirector del sector le habían hecho llegar, temblando, la carta. El papel resultaba un signo de poder ancestral y temible en un tiempo en el que todo el Universo conocido (una expresión rimbombante y falsa que designaba una extensión ínfima habitada) podía comunicarse en breves periodos de tiempo a través de sofisticada tecnología.

Antes de seguir su viaje hacia la Central de la Compañía quiso desvíarse hacia un minúsculo planeta decadente y siempre moribundo en el que su pasado había jugado y atrapado parte de su destino, entre el hielo que cubría la superficie desolada, y cuya visión le provocaba sentir punzadas de frío ardiente, las quemaduras de los viejos sueños que no se cumplieron. El territorio donde vivía su hermano, donde una vez lejana unos padres le escondieron algunas verdades inamovibles de la vida para que fuese feliz. El transporte avanzaba entre picos helados y silencio.

Todos los nucleos habitados prosperaban (más bien, languidecían)bajo una cúpula climática que compensaba la extrema situación exterior. Una red de túneles subterráneos permitía viajar con mayor seguridad y premura. Pero esa vez quería volver a ver el rostro helado e inmutable de su hogar, él, que siempre negó tenerlo. El impulso creador que una vez hizo de él la cuna de innumerables sabios y descubridores había cesado con el tiempo y la inercia de la apatía. Las multibibliotecas de distintos soportes se quebraban entre el acoso helado, y los anaqueles crujían, único sonido que nadie oiría entre intervalos de siglos de silencio. En la época en que el caos se apoderaba de los Sistemas, y aún tiempo después, muchos buscaron ejemplo en los días antiguos, cuando las personas elegían el camino del retiro en monasterios. Y lo siguieron, a su manera nueva. Familias enteras eligieron esa vida de retiro y convivencia sosegada y renuente al devenir externo, en distintos planetas, pero nunca de forma tan arrebatada como allí. Su hermano mismo acudió a un de estos recintos aislados del planeta, el Sistema, todo el Universo. Y sus padres lo siguieron a esos recintos de sabiduría antigua y que él creía falsa y arcaica, pero que contenía todas las mentalidades y formas de ver la vida que se pudieran imaginar. Todo punto de vista es la visión desde un punto, recordó, y se sorprendió de que diversos recuerdos gratos le acompañasen al son de esa frase, mientras la cúpula refulgía a lo lejos. Durmió un poco.

Las ciudades monacales eran una intención imposible de renuncia y lucidez en medio de una explosión insoslayable de fragor y odio, vanidad y lucha, la dinámica del vivir, creía. Seguían susbsitiendo entre rituales y cierta mentalidad, más implícita que reglada, exigida por los tiempos en los que el movimiento se hizo popular. Austeridad, renuncia, frugalidad, ideología del abandono de uno mismo y su realidad. G pensaba que creían en sisnsentidos, pero si él eligiese un sinsentido para dedicar su vida, quizá fuese ese, podía llegar a admitir. Pero huyó de ello y sus costumbres y leyes, controles de acceso,comunidad asfixiante y sentimientos juveniles (a veces, se sentía viejo) que se perdieron como una fruta podrida tras caer del árbol protector.

Imaginaba ahora, antes de acercarse a los controles, una ciudad soleada y de temperatura agradable, bajo el amable control de los ingenieros climáticos, de ritmo pausado, fraternidad y donde la gente podría ser razonablemente feliz. Definitivamente, era otro. Cuando acabó de poner en orden sus documentos tras la inspección, atravesó la puerta, encontró la despreocupada sonrisa de su hermano. No había cambiado mucho. Caminó hacia él, y también se notó sonriendo.

Siento no poder publicar ni leer algunos blogs con más asiduidad, estoy en una aventura laboral, y bueno, acabao xD Así que intentaré pasarme por vuestras casas lo más y mejor que pueda, gracias a los que leaís, :)

lunes, 13 de junio de 2011

Sitios donde viviría, gente que hubiera querido conocer (y cuatro)

Fui al bosque por que quería vivir deliberadamente. Quería vivir profundamente y sacarle el jugo a la vida… Para frenar todo lo que no fuera vida, y no darme cuenta en el momento de mi muerte que no había vivido

Henry D. Thoreau

Hay quien ha querido saber por qué vivir rodeados de gente, esos rostros hostiles o indiferentes que a veces nos acechan o nos muestran su molestia en las mañanas de niebla. Y para ello ha buscado en su soledad transitoria el sentido de su vida. Sólo un Dios o una bestia pueden vivir solos para siempre. Pero a veces la soledad es una buena amiga y un gran bien, a sorbos. El humo y el sonido de la ciudad no dejan levantar el vuelo y entre papeles y mentiras de la comunidad que fue construida para cooperar en la felicidad de sus miembros y se ha convertido en puro estado del malestar podrido por quienes no tienen ojos para otra cosa que el asqueroso dinero, a veces un bosque, puede ser el único refugio. Al menos, el tiempo en el que las cuentas permitan que siga existiendo. Así que es un buen momento para recordar Walden.

Henry David Toureau, padre de la teoría de la desobediencia civil y auténtico libertario, quiso encontrar el por qué de su vida con los otros, y para preguntárselo, eligió vivir solo durante una temporada. Creía que la esencia del hombre libre era la vida en la naturaleza, que la sociedad industrial cortaba sus alas, le hacía olvidar sus orígenes y negaba su esencia y su posibilidad de elevación espiritual. Construyó una cabaña a las orillas del lago Walden, aprendió a escuchar los sonidos del bosque, recogió y pescó su comida, recibió a los amigos que se interesaban por su experiencia y buscó la verdad. Cabe suponer que fue feliz. Después volvió a sus semejantes, seguramente siendo otro. Y nos dejó escritas sus experiencias y reflexiones. Y en verdad os digo, amigos, creo que no hay nadie que no quisiera tener un Walden para una época... Uno de mis sueños más recurrentes es construir mi propia cabaña y poder vivir durante épocas en ella, solo o bien acompañado ;P ...y luego volver a la civilización, tan estresante y olvidada de las verdaderas necesidades humanas. Con todos vosotros, el lago Walden...







En cuanto a la gente que me gustaría conocer, aparte del gran Thoreau, elijo en esta entrada a otro humanista, pero con un fin más desdichado. Amigo de Erasmo de Rotterdam e ilustrado, William Tyndale quería que la gente privada de educación y mantenida en el fanatismo para su manipulación y desdicha, pudiera conocer aquello de lo que se le hablaba y era la justificación de sus vidas. Así que abordó un trabajo peligroso, traducir el Nuevo Testamento al inglés, como John Wyclif había hecho antes con la Vulgata latina, convirtiéndose en un hereje que fue perseguido y libró la muerte por su edad y amigos poderosos. Tyndale compartía sus críticas a la superstición e ignorancia del clero, que mantenía en esas ideas erradas y esa fe simple al pueblo, y quiso que el chico que guía el arado pudiera conocer las Escrituras por sí mismo, sin intermediarios en el conocimiento ni la interpretación. Así que envió su solicitud al Obispo de Londres, que no respondió. Tyndale comprendió que sólo podría llevar a cabo su labor fuera de Inglaterra, de donde marchó y ya nunca volvería.

Vigilado al principio, perseguido ferozmente luego, acomete su labor y encuentra algunas imprentas donde clandestinamente formaría ejemplares enviados a Inglaterra, mientras en otras los enviados del rey Enrique VIII logran prohibir la ayuda al fugitivo, cuyos libros son interceptados y quemados en Inglaterra si se descubren, aunque es razonable pensar que tuvieron una cierta difusión, peligrosa y mínima. Para entonces, el ingenuo Tyndale ya era un hombre condenado. Cuando pensaba que la persecución había remitido, un agente inglés gana su confianza y lo traiciona, es encarcelado, condenado por herejía, estrangulado y quemado cerca de Bruselas. El Papa, complacido, otorgó por este hecho a Enrique VIII el título de "Defensor de la Fe" (una ironía como no se ha visto luego igual...) Y décadas más tarde, la versión de Tyndale fue ampliamente reconocida y recogida en la Biblia del Rey Jaime. Siempre hay algo que puede sobrevivirnos, si nos dedicamos a ello con pasión y tesón, supongo.


El camino no elegido

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;

Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.

Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.


Robert Frost

viernes, 3 de junio de 2011

Locurón :D



Es la noche y yo sentía bajo los témpanos de luz ángeles abriendo sus alas como cristales mientras Grifos de ojos de Basilisco aullaban y aprisionaban trompetas sangrantes que en su agonía destrozaban los muros de los hospitales y deformaban como burbujas al sol sus cristales antes de destruirlos con su aliento voraz, y los paranoicos de las riberas de las avenidas besaban autobuses vacíos, y ardían bajo la ira de la luna amarga y las gasolineras entonaban canciones gospel y estrellas que se lanzaban como meteoritos crecientes contras las colinas iluminadas de neones que estallaban en un orgasmo gaseoso llameante entre sólidos fundidos y lluvia incandescente y destructora, silbidos de bombas aullando desde la garganta de lobos flacos y tiesos de hombros que se mecían entre los cables de las arpas en los trasteros de la medianoche, mientras cascadas de luz se derramaban sobre las plazas y los kioscos y los helados se fundían bajo las farolas irradiando uranio,

y nieblas entrando en catedrales vacías haciendo sonar himnos perversos de Prisciliano, cuya cabeza surgío de la cripta y se hizo forma de nube al lado de Alatriste batiéndose agonizante mientras buscaba las fuentes del Nilo al lado del órgano en el que dormían murciélagos y las visiones de Lovecraft haciendo que el sentimiento trágico de los pueblos bailara con un acordeón de sonrisa siniestra que llegaba hasta los clubes del puerto donde el vómito de las doncellas corroía sus torres y su pelo de escala ahora se sentía erizado por la música frenética del jazz de los esclavos que escaparon de un bosque y luego fueron crucificados bajo la barba del océano, y el inventor de la rueda rajaba sus carnes para ponerse en paz con Dios y Newton apuñalaba a un yuppie de Wall Street ebrio de anfetaminas mientras corrían masas desnudas gritando a San Juan de la Cruz Crisóstomo Heráclito de Efeso imitando danzas sufíes en la búsqueda de una hamburguesa o una colina en la cual conquistar su miedo

el hombre de gabardina azul encendió su cigarro, susurraba, quejía, castañeaba sus dientes y atronaba endechas de los almorávides en la lengua de Lot, mientras los borrachos del bar de tu esquina rezaban por la salvación de los filósofos condenados a discotecas y luz de martillo que desbordaba esas pupilas que nunca salieron de la costa y la placidez de las olas bajo la nieve de carbón de las entrañas de la madre que gritó y sacudió toda la tiera y provocó un tsunami de árboles furiosos y lanzó contra los acantilados y los abismos maldiciones ancestrales que se encontraban sellados hasta ayer dentro de los tubos catódicos de las televisiones del cotilleo y abrió Yellowstone como una manzana para que la caja de pandora saltara libre mientras en el polo norte las últimas estadísticas informan que los hielos se convierten en tiburones famélicos de aletas erectas que vendieron su vida por una lata de sopa templada y amarga, y la mezclaron con alcohol y jarabe

¿No lo oyes,¡NO!? El río se pone en pie desde el puente romano y como un latigo arrea carruajes de caballos desenterrados bajo los sauces y atrapa coches tuneados y les quita su brillo para devolverlos como desguaces de una chaterrería somnolienta que descubrió su vocación de maestra de los hombres y fue usada como fumadero de Opio durante el Imperio Ming y la tormenta ilumina las caras de las multitudes que las calles deambulan buscando rayos de luna para bebérselos y cantando que querrían estar en el sur, aunque su ciudad cae a través de los meridianos hacia los faros blanquirrojos del fin del mundo y las sonrisas se hielan, y nadie siente pena, y el viento erosiona las estatutas debajo de las cuales anidaron sueños petrificados y ahora yo subo hasta Oz y las formas de Kafka me preguntan donde están, y febril, cuerdo, con el buitre de Unamuno en el hombro viajo hacia Cernuda, capital del estado de sangre en los surcos del tocadiscos que repiten cansados Dinero Gratis Rápido Efectivo Para Usted, y en mi paladar hay palabras que envenenan mis sueños

y bajo hacia que me coloco en la posición de defensa de animales del Cretácico y sudo y siento arcadas, y de repente llega la luz y dios bendice América y ahora todo está bien mientras juego en las eras de mi pueblo y como bocadillos de nocilla, y los que quiero están a mi lado, y mi grito aullante murió en la almohada bajo el clamor de las pirámides, y mientras desayuno todo se ha difuminado en la luz que ya conozco y enciendo el microondas, desayuno, me lavo los dientes y despierto bajo la ducha.

No, no estoy borracho, pero me apetecía hacer algo así en plan locurón en un ratito :)