martes, 29 de octubre de 2013

Final del relato sin nombre ni dirección. Siete.

Le penumbra extiende su silente  atmósfera por la sala, hasta alumbrar pequeñas motas de polvo, y el contraluz de un pedestal en el que se sitúan tres figuras severas. Su voz suple su cara. Es ceñuda, y áspera. Leen la sentencia por sabotaje moral contra la producción de la compañía. Desgranan hechos, motivos, suposiciones. Extienden la noción de culpa sobre lo que eres y sobre lo que piensas y sientes. La voluntad del mundo pesa como el mismo cielo sobre tu pecho agitado, pero no lo rompe, lo hace frágil y lo derrota suavemente, con crueldad dulce.

La voz alterna susurros y pausas, su autoridad subraya tu culpa, culpa, culpa por ser un extraño, culpa por dudar, culpa por haber sobrevivido. Lo sabías, pero no sabías nada. Empezó como una resistencia lúdica y acabó siendo real. Lejos, en tu puesto de capataz hay otro, y bajo sus órdenes, otros mueren, se embrutecen, aprenden a odiar. Quien puede huye y trata de mantenerse humano. Quien no, es sometido a conceptos ajenos, y hábilmente manipulan su mente y corroen su carácter. Legiones desoladas copan los puertos entre sistemas. Y el amor nace sin esperanza.

Resulta demostrado que la falta de fe del acusado derivó en problemas disciplinarios que se agravaron por su ulterior falta de diligencia y su insubordinación...

Las palabras resbalan por la sala vacía, donde apenas murmullos se resaltan contra la oscuridad

"resultando probado que la productividad durante dicho periodo se resintió con niveles inaceptables, con el consiguiente daño a la imagen de la empresa..."

La lectura sigue. Has decepcionado la confianza puesta en ti. No has cumplido los objetivos.  Se imponen medidas decididas. Cada frase va borrando tu inocencia, tu cara muestra otros matices, ¿no es cada vez la oscuridad más fría? Y recuerdas, con un calor renovado y la cabeza lúcida, tus experiencias pasadas, los libros que leíste, lo que has pensado y sentido. ¿Cómo gritar, cómo retar al mundo cuándo sabes que has hecho lo correcto y por eso serás condenado? Y que pensará la gente que te importa, maldita dictadura del ego. Y como aguar el rencor que te envenena. Porque el árbol de la ciencia nunca prevalece sobre el árbol de la vida. Y dónde está la paz, que hallarás que tenga la profundidad de un lago en el que descansar cuando las cosas hieran. Recordarás las murmuraciones de tus compañeros, la incomprensión de aquellos a quienes quisiste ayudar. El desconsuelo de los que te apreciaron. Y tendrás que refugiarte en saber que no hay destino que no se venza con el desprecio. Pero que insoportable tributo hay que pagar.

Y mientras tus pensamientos se mezclan con los intrincados reveses jurídicos que te alejan de tu casa y de tu vida, la idea del exilio se acerca.

Han pasado semanas, y embarcado en la nave que te dirige a tu prisión, la angustia aumenta. Como soportar tu estancia en ese infierno desolado del que todos hablan con terror, el hogar primero que a través de siglos se ha convertido en el peor destino, ese atormentado punto minúsculo, el planeta Tierra.





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Anteriores entradas, para quien guste. Y hasta pronto, espero:

Uno

Dos

Tres

Cuatro

Cinco

Seis



martes, 18 de junio de 2013

Diario 5: Unión Deportiva Salamanca, o las plateadas manzanas de la Luna

Eché a andar por el bosque de avellanos
porque sentía un fuego en la cabeza,
y corté y descortecé una rama
y le até una baya con un hilo;
y cuando echaron a volar mariposas blancas
y se alejaron como estrellas titilantes,
la dejé caer en un arroyo
y pesqué una pequeña trucha plateada.
Tras haberla dejado en el suelo
fui a avivar con mi aliento la llama,
pero algo crujió en el suelo
mientras alguien pronunciaba mi nombre.
Se había convertido en una joven resplandeciente,
y con flores de manzano en el cabello,
que me llamó por mi nombre y echó a correr
perdiéndose en el aire destelleante.

Aengus vio a una joven en un sueño, y era tan bella que no puedo evitar enamorarse. Allí comenzó su perdición y su felicidad, y comenzó a buscarla en cada bosque, en cada torre, cada gruta.

Esta mañana, un sueño mundano y decadente, pero un viejo sueño del que ninguno nos habremos arrepentido de haber alentado, finaliza tras 90 años de historia. Desaparece la Unión. He crecido en una ciudad de provincias, hermosa, pero donde ahora todo muere o nace muerto. Sólo quedan esqueletos de edificios proyectados durante el delirio inmobiliario, tan apegado al delirio del fútbol, y la sombra de una Universidad que languidece al calor de una muerte dulce de sueños remotos y figuras idas.
Cuando fuimos alguien, y nos sentamos a la mesa de los poderosos, creímos poder superar cualquier dificultad. Pero, al igual que tantas veces, la dificultad eran los capitanes ebrios de codicia que dirigían el barco y a los que, en el mejor de los casos, no pasará nada. En el peor, serán recompensados. Pero nunca        pasa nada y si pasa, se le saluda. En un país donde la opinión del hermano del primo del representante del amigo de una figura acerca de sus intenciones a dos años vista es la noticia a seguir, el deporte no tiene cabida. El show es drama, el drama entretiene y la gente paga por salir de su tedio vital. El deporte verdadero es desconcertante, la victoria esquiva, no aparta la mirada de las cuestiones dolorosas. Forma hombres y mujeres cabales. El palacio de cristal de superhéroes-multinacionales de 20 años en cuyas manos millones de personas entregan su alma y conciencia, necesita una euforia perpetua para huir del dolor y la derrota. Que acaban llegando igual.

Es el país que hemos hecho, una mentira en la que consentimos en participar y del que ahora hemos despertado. Finalizo esta diatriba sin dirección, aclaro que la disolución del club me parece justa, pues cuando se pierde hay que pagar las deudas, y me decepciona porque unos cuantos pocos habrán cogido el dinero y corrido, sin que nadie parezca querer saber donde fue todo eso, porque un equipo que compró tan barato y vendió varios jugadores a tan buen precio acumuló una deuda inasumible. Ahora es tarde, y hay que decir adiós a todo eso, sin embargo. Solo quedarán recuerdos, y un sentimiento de algo grato que muchos compartimos. No eramos buenos, pero tuvimos tardes de gloria. Vagaremos como Aengus y quizá volvamos a encontrar ese sentimiento, y los momentos amargos como hoy serán diluidos por otros tiempos mejores.

Aunque envejezca en mis vagabundeos
por hondonadas y colinas,
alguna vez volveré a encontrarla,
y tomándola de las manos, la besaré en los labios,
y caminaremos entre largas hierbas multicolores,
y cosecharé hasta el final del tiempo
las plateadas manzanas de la Luna
y las manzanas doradas del Sol.


Hasta siempre, UDS. ¡Hala Unión! Hay cosas más importantes que tú. Tristemente, te has convertido en símbolo y mártir de muchas cosas que funcionan mal en el sitio en el que nací. Pero no voy a poder evitar seguir teniéndote cariño... hasta siempre.





martes, 28 de mayo de 2013

Diario, 4.

Estoy tratando de escribir algunas cosas fuera del blog, pero me falta constancia e imaginación. De cualquier modo, y aunque me cueste, no querría abandonarlo, y ojalá pueda seguir escribiendo, cada cierto tiempo..y leyendo muchos blogs amigos. Basta de explicaciones. Ahí va mi entrada del 28 de mayo del 2013.

He sentido en los violentos latigazos del atardecer como ciertas veces mi cerebro ardía como la aurora. Consumiéndose en inútiles naderías como la filosofía y el arte, que ofrecen falsos consuelos contra la muerte, se deshacía como brasa amarga en sus teorías fútiles. Mi corazón se ha rebelado, estéril, ávido de pasión pero al fin vencido por la templanza seca y temerosa de una conciencia helada. Y fue a esa confusión de mis entrañas dominadas por una realidad cruel y la chispa de una voluntad indomable y sin origen que siempre acogió lo más hondo de mi anhelo infinito, contra toda razón y toda cordura, aquello en lo que di en llamar el alma.

Hasta pronto. Sed felices.


domingo, 5 de mayo de 2013

Diario, 3: Incoherencias sin fin, palabras nada más.

Se supone que un diario debe ser diario. Pero el rumbo de los días es incierto, y yo estoy seco. De ideas, de ganas, de talento para juntar 4 míseros párrafos. El día es nuboso, como acaban siendo aquí los días. Yo estoy un poco triste, pero también alegre de estar aquí. Total, todo este remolino perezoso me arrastra, me hago la picha un lío y no sé que es exactamente lo que pienso, o siento, o hago, o deseo. Y luego me siento mal, porque soy injusto con todos los que me rodean, me dan tanto calor... y vuelta a empezar.

Debería cambiar el objeto de mis deseos 
sin conformarme con las alegrías cotidianas, 
hacer como un ermitaño que renuncia a sí.


Algo así...nadie tiene la misma vida, y cada uno lleva sus propias medallas y heridas, que se desvanecerán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Eso es ser un ser humano. Pero estoy aprendiendo a conocerme más, a intentar querer mejor, a mi familia, a mis amigos, a dejarme querer...y, como Pessoa (salvando las distancias) siento que cuando quiero quitarme la máscara, ya no puedo. Y es como morir por dentro.

Esta semana ha muerto mi abuela. Cuando me despedí antes de venir, daba por hecho que la volvería a ver. Por supuesto, existía la posibilidad de que algo así pasara, pero eso no me consuela de las veces que pude estar a su lado, aprender a ser mejor persona y escuchar sus consejos. Y ahora me siento mal, por todo el cariño recibido que no he podido devolver. Y esta semana ha sido una de las más extrañas, jodidas, reconfortantes y sobrecogedoras de mi vida. Y aquí estoy exhibiéndola, para ver si vomitando lo primero que se me pasa por la cabeza, puedo entenderlo.

Sólo estamos en sitios distintos
Y no, 
ni en cien vidas más 
Lograría
entender 

Uno solo de estos últimos días

No, 

yo a este lugar 
No pretendía llegar...





Bueno, ya no doy más...me siento...extraño, quizá no debería publicar algo así...pero, al igual que mi tocayo Cervantes, creo que un lector es un amigo. Y al igual que los esforzados alumnos de loca academia de policía, pienso que lo que diga podrá ser utilizado en mi contra. Pero tenía que decirlo. Estoy tratando de encontrar cual es mi lugar en el mundo. Estoy tratando de no huir de mí mismo y de algo interior, profundo, que ha sido sofocado demasiadas veces,

me lo dicen en los bares,
es algo que llevas dentro.
Que no dejas que te quieran,
sólo quieres que te abracen.


estoy tratando de escribir algo, una serie de relatos... ay, pero soy tan inconstante...Prometo volver pronto, y leeros, escribiros, ser mejor persona con vosotros, ser más feliz... y aprovechar mejor cada segundo de mi incomprensible y maravillosa vida. Y en fin, no, yo a este lugar...no pretendía llegar. Pero necesitaba decirlo, escribirlo o pagar a un psicólogo, y he elegido lo que más a mano tenía

Hasta siempre, abuelita. He escrito algo pensando en ti. No he podido hacer más, y apenas lo he revisado. Que la tierra te sea leve, y que tu fe te ayudara en el momento postrero. Quien sabe si hasta nunca o hasta la eternidad...


Tenía una carraca y cuadernos de tarea,
también un cochecín y cubos amarillos
donde las moras rebosaban incitantes
tras pelear con los zarcillos.

Tenía aquellas eras y los prados,
irresistibles como sabanas africanas
y aquellas excursiones a los huertos
cuando se esclarecía la mañana.

Las noches de verano eran verbenas
borrachos y puestos de balines.
Cuando la noche regresaba al viento
las cigarras tomaban los jardines.

Yo era tan niño entonces... era otro.
Todo me parecía mágico y dulce.
Ignoraba la zapa cruel del tiempo
y el vértigo engañoso de las nubes.

Todo está en niebla ahora, y este frío
ya no es el mismo que aturdía en la ermita
Los días me han arado y he llegado
a ser un extranjero en mi misma vida.  

Había un corral, familia, había luz  
hoy todos esos momentos se han marchado
y deambulan en mi pensamiento
como el despojo del otoño atormentado.

¡Cuanto daría hoy por volver a ese lugar sagrado!
Sentarme en ese trillo, alborotar el gallinero triste
A veces pienso que sigo haciendo igual, atizando
las brasas apagadas de un cielo que no existe.



miércoles, 10 de abril de 2013

"Ayer no más", o ese río hecho de olvido y silencio.

Los españoles acabarán olvidándose de la guerra civil por cansancio, no porque haya terminado.

Se olvidarán, pero mientras siga habiendo muertos en las cunetas, estos serán una semilla que el día menos pensado germinará con vigor inusitado reclamando justicia. O no. La memoria hay que cultivarla; el olvido crece solo


Recuerdo haber hablado en algunas de mis primeras entradas en el blog del pueblo de mi madre, "mi pueblo". No es un sitio con nada especial. Su río, sus parcelas, sus eras, su iglesia con espadaña,  sus cotilleos, pasiones y rencores. No es especial tampoco en cierto hecho sucedido cuando mis abuelos apenas   iniciaban la adolescencia: los vecinos sacaban de sus casas a gente y en la plaza del pueblo, donde tantas veces vi la verbena en las fiestas, les pegaban un tiro y los enterraban en cualquier parte. Y he visto en una exposición sobre republicanos en campos de concentración nazis, que un vecino de ese pueblo acabó en Dachau, tras huir de su muerte segura por rojo.  Ha sido curioso enlazar algo que imaginaba tan deliciosamente provinciano (bueno, es un pueblo de Zamora, pero yo soy de Salamanca, que no es Nueva York xD) con un horror de eco tan universal.

Supongo que ese es el punto. Aquí pasó una locura colectiva abrasadora por encima de todos, más 40 años de férreo totalitarismo astuto que se trasmutó en un más leve autoritarismo que se esforzaba por enseñar una sonrisa de progreso material amable...y un pacto muy estimable en su momento pero que se ha revelado obsoleto. Y así andamos, dando vueltas a una monomanía como el personaje del corazón delator,

Hablé con mayor rapidez, con vehemencia, pero el sonido crecía continuamente. Me puse en pie y discutí sobre insignificancias en voz muy alta y con violentas gesticulaciones; pero el sonido crecía continuamente. ¿Por qué no se iban? Anduve de un lado a otro, a grandes pasos, como si las observaciones de aquellos hombres me enfurecieran; pero el sonido crecía continuamente. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer yo? Lancé espumarajos de rabia... maldije... juré...[...]  el sonido sobrepujaba todos los otros y crecía sin cesar. ¡Más alto... más alto... más alto!

andando entre tablas que esconden heridas que ya no son tales para casi nadie, pero de las que llevan surgiendo desde hace casi 75 años cientos de interpretaciones, honestas, cobardes, malvadas, valiosas, subvencionadas, agudas, maniqueas...que aspiran a moldear nuestro presente y nuestro futuro. Y más allá de la presunta indiferencia, más alto y más alto.

Que pesado soy. Yo venía aquí a hablar de un libro, un buen libro. Se titula "Ayer no más" y trata de la cantidad necesaria que un ser humano necesita de olvido y de memoria. Y de la paz, la piedad y el perdón de Azaña, más la justicia y la venganza, la honestidad y el cinismo, el amor y el rencor, y al fin, de como cada cual escoge la manera de administrar cada una de ellas. Y como hay silencios de paz y silencios de miedo. No menos importante, en mi opinión, como la solidaridad no debe confundirse con el victimismo. Y como son las guerras, o lo que nos cuentan de ellas; es arribar a la isla del enigma, donde todos mienten. La inmensa mayoría convencidos de que dicen la verdad.

Y sí, para mí no es la guerra, sino conocer la razón por la cual la guerra acabó con mi padre, la razón de ese poso de amargura que he descubierto siempre en su alma, y saber qué tienen en común su perpetuo desasosiego y esta tristeza mía que más he detestado porque he visto siempre en ella la sombra de aquellas muertes y de la muerte.

Para mí no es la guerra, sino el temor de no honrarlo como debe honrar un hijo a un padre, y salvarle en mi amor, tanto como salvarme en él.

Para mí no es la guerra, sino saber por qué somos sus víctimas sin haberla hecho, por qué nos han mentido


Un historiador vuelve a León, su ciudad, donde vive su familia. Su padre fue un destacado fascista, y están distanciados. Un día, ambos se encuentran, y un tercero reconoce a su padre como uno de los falangistas que estuvieron presentes en el asesinato de su padre cuando pretendía huir a un lugar seguro, porque temía por su vida. Uno de ellos le descerrajó un tiro, sin mediar palabra. Entre su familia, su trabajo, sus compañeros y sus dudas, deberá encontrar la manera de hacer lo más correcto. Y en esa búsqueda de la verdad y la tumba de un hombre inocente se resume lo que fue una guerra bestial. Y cada personaje, da sus razones y se justifica, y se miente a sí mismo un poco. Algunos personajes quizá resulten algo caricaturescos, pero según avanza la novela, el autor consigue darles el hálito necesario para que se alcen por encima de su simbología

La cordura saltó por los aires y los de diecisiete años de un bando y los de diecisiete años del otro se lanzaron a aniquilarse. Pasado el tiempo, con medio millón de muertos en el frente y otros cientos de miles en las cunetas y en los patios de las cárceles, nadie reconocería su responsabilidad.Los derrotados hemos sidolos hijos de los que hicieron la guerra: jamás conoceremos la verdad. Como en el poema de Kipling: "¿Te preguntas viajero, por qué hemos muerto jóvenes/ y por qué hemos matado tan estúpidamente?/ Nuestros padres mintieron: eso es todo

No es una novela acerca de la guerra (aún falta para que haya suficiente distancia y aparezca alguien con tanto talento como para llevarla a cabo, se dice, y estoy de acuerdo), sino sobre la gestión del pasado, el oficialismo y la moral pública y privada. La política y la ley. Y la pobre gente que tuvo que elegir, o aquellos que se mataron con frenesí revolucionario o fascista y todas las víctimas, muchas de las cuales hubieran podido ser, o fueron, verdugos. Y de los que apenas hemos recibido el eco, pero hemos querido saber, y hemos sabido de amargura (un abuelo mío fue falangista; el otro estuvo en el presidio de Ceuta), y de tratar de comprender a esos muchachos envenenados por el odio.

Hay una escena que me recuerda mucho la tierra que antaño tanto visitaba y hoy solo idealizo desde un cuarto a miles de kilómetros: el protagonista desea conocer más de la historia, pero calla el nombre de su padre. Esa pareja de abuelos, con los muertos inocentes, su derrota, sus humillaciones en la posguerra y su vida de mierda desde los 9 años hasta los casi 90, lo reciben como alguien muy importante "de la ciudad", que les ayudará a encontrar la tumba de su padre.

La mujer de Graciano apareció con un plato de sequillos nevados y unos refrescos, y añadió, ¿quiere otra cosa, un whisky? En su boca la palabra whisky sonó a una droga que ella podía dispensar pero que jamás se le había ocurrido probar. Trajo la botella. Sin desprecintar. Comprendí: la habían comprado para agasajarme.

Y aunque sé que Graciano sabe que hay una parte de la historia que es más oscura, sólo desea morir con un poco de paz.... y toda esa resignación, agradecimiento, ternura e ilusión de anciano me queman por dentro, iluminan y queman todas las teorías, todas las explicaciones académicas y opiniones lejanas con lo único que quedó de aquello: el dolor desnudo . Un buen libro, en mi modesta opinión. De aquellos que te impelen a escribir algo poco después de finalizarlos, si tienes un blog. Desde aquí, recomendados quedáis, si os interesa. Pobre(s) Graciano(s), pobres nosotros, naúfragos en la corriente oscura de un río de olvido que a veces resurge con ferocidad y nos trae a la cara tragedias que ni siquiera fueron las nuestras, pero ocurrieron tan cerca y en lugares tan inocentes que de cierto modo, también son lo que somos.



Para mí no es la guerra, sino conocer la razón por la cual la guerra acabó con mi padre, la razón de ese poso de amargura que he descubierto siempre en su alma, y saber qué tienen en común su perpetuo desasosiego y esta tristeza mía que más he detestado porque he visto siempre en ella la sombra de aquellas muertes y de la muerte.

Para mí no es la guerra, sino el temor de no honrarlo como debe honrar un hijo a un padre, y salvarle en mi amor, tanto como salvarme en él.

Para mí no es la guerra, sino saber por qué somos sus víctimas sin haberla hecho, por qué nos han mentido


La literatura aborda dolores que la historia no puede hacer sino acumular y haciéndolo, los desvirtúa. Y está bien poder leer cosas así...y pensar en nosotros, todos. Hasta pronto.




domingo, 31 de marzo de 2013

Sex is in the air. Vidas ejemplares: I, Wilhem Reich, el ideólogo del placer.

Me he dado cuenta de que abro series y luego las voy dejando a la mitad. Debería cerrarlas, pero como tampoco importa mucho, prefiero abrir más. Ésta tratará sobre personajes que eran unos personajes. Espero que resulte divertida. La inicio con alguien fundamental. Allá vamos, que os guste.


Wilhem Reich es responsable de dos hitos monumentales. Fue el primer ser humano que puso en fuga a los extraterrestres, según su propia afirmación, y se anticipó a Rihanna unas cuantas décadas.

Nacido en un pueblo del adorable Imperio Austrohúngaro, ese que ahora es una reliquia que recuerda a Berlanga, la marcha Radetzky y  los soldaditos de plomo, se interesó por el psicoanálisis, la teoría histórica del marxismo y el sexo. Bueno, en realidad se interesó por el sexo, y lo fue adornando con otras teorías más intelectuales. Aunque no parece que inventara esta forma de ligar, por lo que no podemos añadir este descubrimiento a la lista. Basta citar algunas aportaciones al psicoanálisis ("La salud mental de una persona se puede medir por su potencial orgásmico"), o al marxismo ("La revolución sexual") para darnos cuenta de que nos cae bien. Toda esta etapa de aprendizaje acerca de cómo ligar con éxito y profundizar en las grandes filosofías de su tiempo desembocaron en la creación erótico-intelectual más ambiciosa que el mundo ha conocido: el orgón. Es como el tao, lo impregna todo, está en todos los sitios, todo lo refleja y lo contiene todo. Sólo que en versión orgasmo. Consecuentemente con su importancia, Reich creó el Instituto del orgón, y un Centro de investigación. Lo que ocurría en esos templos del saber no parece estar muy claro. Como confiesa un piadoso comentario en wikipedia (una de las fuentes de esta prestigiosa entrada) cabe señalar que los resultados de sus investigaciones sólo han podido ser replicados por sus seguidores, en ningún caso por escépticos. Los misterios de la fe son insondables, supongo, guiño, guiño. Tan vanguardista experimentación le abrió las puertas de la CIA, Albert Einstein y los líderes de la contracultura del momento. Y así fue como el orgón se convirtió en el personaje de moda. La CIA encomendó un experimento a Reich. Influir en la cantidad de orgonos en un determinado espacio-tiempo para modificar el estado de ánimo de la población. Así que se creo un cañón para tratar de bombardear el aire con energía orgónica que convirtiera el desierto de Arizona en Gandía Shore
.




también conocida como la "máquina de la canción del verano" o del juicio final, como prefieran


El experimento resultó contradictorio. No alteró el ánimo, sexual o no, de nadie, pero hizo llover. Esos cañones de aspecto rudimentario demostraron ser polivalentes, pues una noche de los años 50, Reich se enfrentó con su sola ayuda a un ejército de naves extraterrestres y como apuntó orgullosamente satisfecho en su diario, por primera vez en la historia un representante de la raza humana las hizo huir. Y como no volvieron, Reich quiso compartir sus descubrimientos, y se dedicó a vender "acumuladores de energía orgónica" que para el ojo que no había estudiado profusamente teorías avanzadas y ciencias ocultas, se parecía a una caja vacía. El fin de su vida siguió siendo grotesco, pero no a causa de su delirio, sino de aquel que se extendió sobre los EEUU. Fue condenado por estafa, vigilado como posible comunista, diagnosticado de esquizofrenia, y sus libros quemados. Murió de un infarto en 1957.

Y así, semiolvidada hoy la orgonomía, la orgonoterapia y sus multiples ramificaciones, el mundo de hoy es un lugar igualmente obesionado con el sexo (ni siquiera internet puede aburrirnos aún) pero mucho menos divertido y más uniforme. No imagino a nadie hoy debatiendo sobre el papel del irracionalismo y de la economía sexual humana en el origen de las dictaduras, descifra ecuaciones orgonométricas  o imagina Hipótesis de sobreimposición cósmica de dos corrientes de energía orgónica como base de formación de los huracanes y de las galaxias.  Desde que Wert dejó las tertulias, la política es un circo, pero los debates son tan aburridos...y Madonna trata de seguir provocando, pero nunca tendrá un cañón de orgones. Los ministros frikis y las supuestas bombas sexuales fueron derrotados antes de que aparecieran por un semiolvidado profesor Bacterio de Mitteleuropa hace muchas décadas. Supongo que eso los convierte en..extraterrestres. A fé mía, lo parecen.

lunes, 11 de marzo de 2013

El imposible olvido (canciones para la BSO de una vida, track 14)


Esta es la canción más hermosa del mundo. La estaba oyendo, y pensé que quizá podría tratar de escribir algo, y compartirlo, bajo su hechizo. Por supuesto, ella no tiene culpa de todos los defectos que tendrá lo que viene. Espero que os guste :)




Ahora lo sabía: Siempre lo había querido. Años antes de arruinar sus días, gastaba el tiempo construyendo orfebrerías con las que engalanar casas de alcurnia, fiestas y mansiones de lóbrega suntuosidad. Pensaba, absorto en sus minuciosidades, que su destino no le importaba. Y fue olvidando o aplazando su condena. Un día (¿qué fue?, ¿un comentario, una asociación inconsciente, un giro del destino?) la herida se abrió, y manó culpa negra y torvos sentimientos. Un ángel vengador se instaló sobre el dintel de su puerta, y aunque trató de seguir con su vida cotidiana, de repente resultó claro que siempre había sido imposible.

No dejó nada atrás. Eligió para su partida un día ventoso de otoño La noche anterior, sin luna ni nubes, condujo breves minutos y después erigió una hoguera en la llanura desolada que cercaba su casa, pretendiendo que las cenizas fueran lejos y se posaran en inmensidades donde su tormento fuese ignorado o vano. Los recuerdos iluminaron su cara, y el calor del fuego lo consoló. Dudó si dejar el coche y volver andando a casa, pero al final decidió abandonarlo frente a su hogar, no allí.

El amanecer azuló colinas y alumbró su indiferencia, coloreó su vaho estremecido; él sonrió con sus labios resecos. No había podido dormir por la noche, así que se retrasó hasta que el sol estaba alto sobre el horizonte. La carretera perdida que quizá le condujera a una respuesta, los fantasmas familiares de hacía años, sus pruebas...todo ello cargaría, y cargó, sobre su espalda envejecida en cuanto dio el primer pasó. Si él hubiese escrito su historia, diría que no miró atrás. Pero lo hizo, y sintió deseos repentinos de refugiarse en su casa y no salir ya nunca. Pujando contra ellos, la perdió de vista. Se sucedieron los días. El sol amarilleaba rastrojos, cuarteaba las tierras secas y perlaba su frente. El tiempo, el camino, los recuerdos, los deseos, un delirio de soledad le hicieron pensar en obsesiones de un verdadero encuentro y promesas de una redención factible . Pero el camino era largo, y las noches frías. Cuantas veces el viento derramó su acero pálido contra su esfuerzo. Cuantas un demonio interior se burló de su propósito y cuestionó el amor que pensaba que lo había impelido a partir.

No tengo nada, y ya nunca tendré nada, pensaba. El camino es oscuro. No sé si me quedan muchas fuerzas. Y me siento solo. Ni el rumor del agua, ni la agitación del viento o la caricia de la nieve me han acompañado.Pero ahora sé que no me arrepiento. Hice bien en partir, y mi alma no se encuentra abatida. Estoy cansado, y me hundo lentamente, pero sólo siento aprecio por todos los que fueron conmigo. Y un inmenso pecado que el tiempo no borrará, pero dormiré en paz. 

Pero los recuerdos son a veces más persistentes que la voluntad, y muchas veces dolieron como puñales. Los detalles se deformaban, y variaron sus concreciones. El deseo, la ira, la discusión, la crueldad gratuita, la estupidez de rechazar un futuro...todo ello permaneció. Hubo una guerra, y los hermanos se levantaron con furor asesino. Cualquier rencor sirvió a los propósitos criminales, ebrios de triunfo. Denunció a su propio hermano, furioso contra una mujer. Se arrepintió enseguida, pero ya no sirvió de nada. Y el sonido de un motor arrancando en la noche para alejar su proa de los condenados lo destrozó todo. Eligió vivir lejos de los hombres, porque prefería la soledad al desprecio.

Llovía copiosamente cuando vio a lo lejos un perfil similar, recortado contra el cielo. Apenas había cambiado nada. Una gran alegría y una gran opresión nerviosa en el pecho lo acompañaron durante su acercamiento. Contempló la espadaña de la modesta iglesia. La cancela gimió lastimosamente, la lluvia repicaba en las losas. Unas flores resecas que la lluvia apenas pudo revivir antes de ser arrancadas apresuradamente se posaron sobre la hierba húmeda, con dolor, con ansia, con versos semi olvidados, con liberación y horror infinito, con consolación en la vista de un poniente despejado donde no habría más lágrimas, su culpa fuera expiada y llegara la hora de la reunión y la paz definitiva. Sus rodillas maltrechas se posaron sobre la tierra, besó el mármol frío y miró cada relieve y detalle de la inscripción de la lápida. Sus ojos entornados viajaron hacia otros tiempos, quebró la piedra que lo había endurecido y hecho malgastar su vida en la sequedad de los infelices, y viajó a través de las lágrimas, sombrío y eufórico hacia su inocencia perdida, sus recuerdos felices, sus anhelos cercenados por el poder del rencor, volvió a ese lugar, viajó entre nubes, hasta volver a sentir hasta la misma médula latente de su amor recobrado.

Y llegó a mí.





sábado, 23 de febrero de 2013

A hombros de gigantes (Collage)


El peligro de la esperanza (por Robert Frost)





Es justo allí

A veces, al dormir, entre la llanura iluminada aparece un horizonte desolado. Luces iluminan los caminos angostos entre moles de piedra. Atormentadas hileras de agua gotean por sus hendiduras. De repente, una luz baña la pradera, y el paisaje torna  una agradable sucesión de praderas heladas y paredes coronadas de nubes. Esa luz que ilumina se llama sueño.

a mitad de camino entre

"Si uno pudiera ser un piel roja siempre alerta, cabalgando sobre un caballo veloz, a través del viento, constantemente sacudido sobre la tierra estremecida, hasta arrojar las espuelas porque no hacen falta espuelas, hasta arrojar las riendas porque no hacen falta riendas, y apenas viera ante sí que el campo era una pradera rasa, habrían desaparecido las crines y la cabeza del caballo."  Franz Kafka.

el huerto desnudo


La vida del campo es una dura vida. Recuerdo los paseos vespertinos al pequeño huerto de mis abuelos, la labor diaria, la grama, la amenaza de la piedra y la sequía, la premura de las estaciones. La sensación de que cada pequeño fruto u hortaliza en la mesa conllevaban meses de trabajo, dedicación, suerte, esperanza y angustia. Rubén Darío escribió "Yo sé que hay quienes dicen: ¿por qué no canta ahora/ con aquella locura armoniosa de antaño?/ Ésos no ven la obra profunda de la hora,la labor del minuto y el prodigio del año."  Bien, si Rubén Darío hubiese sido agricultor, supongo que hubiera metido la patata o el tomate en la estrofa. Patata tiene más rimas, mata, bachata, rata..

y el huerto verde,

En cualquier caso, que cada nuevo día sea un comienzo lleno de afanes, preocupaciones y esperanzas tiene algo que conecta con la tierra, nuestra condición natural, y con un tiempo de recoger y tiempo de sembrar, de ciclos vitales y sabiduría a pie de sarmiento que hemos olvidado. Todo esto es muy bonito también, pero hace menos de un siglo, si la cosecha se estropeaba, podías morir de hambre, también hay que decirlo. Como niño sin preocupaciones, echo de menos la vida en el pueblo.

cuando las ramas están a punto


Hay nieve hay fuego hay deseo..allí donde me recreo...




de estallar en flor,

La calma llegó entonces. La blancura de los objetos irradiando las púpilas ansiosas, el tiempo latiendo como un núcleo, y su vértigo explotando a través de sus recuerdos y sus añoranzas. Como un velo, la luz se alzó desde su mismo centro. Sintió la caída, y cuando estaba alzando los brazos para  abrazar el aire, todo acabó, y su vértigo le devolvió a la placidez de sus sábanas.

en rosa y blanco,




que tememos lo peor.


Hay tres tipos de personas; las que saben contar y las que no. Aparte, dentro de ese segundo grupo, hay otros dos subgrupos. Aquellas que en momentos de dificultad encuentran fuerzas para seguir adelante contra la tempestad y aquellas que cuando todo va bien, se angustian pensando en las nuevas pruebas que les deparará el futuro. Astuto lector, te habrás dado cuenta de que estos dos subgrupos no tiene sentido porque una misma persona podría pertenecer a ambos, y el ser humano es inagotablemente complejo. Bien, todo esto me coloca a mí en el primero de los grupos acerca de los tipos de personas que hay.


Interludio cómico aquí...



Seguimos...


Pues no hay región

Hay un proverbio chino que dice que el viaje de mil millas empieza con un solo paso. Más allá de la sospechosa utilización de una medida métrica ajena, por lo que sé, al sistema chino, la verdad que encierra es indiscutible. En mi caso, pequeños aparentes cambios han resultado decisivos en lo que es ahora mi modesta vida. Creo que es porque quizá en el mundo aparente, esos cambios resultaban apenas apreciables, pero en el mundo que late debajo, en el de la voluntad y el sentido, una fuerza que no era capaz de ver, pero sí de sentir, se ponía en marcha. O, supongo, esto diría, Schopenhauer, o chopenjauer, que mola más. O quizá todo sea azar. En cualquier caso, hay que actuar como si no lo fuera.

que a cualquier precio


El navío ha anclado sano y salvo; su viaje, acabado y
concluido,
Del horrible viaje el navío victorioso llega con su
trofeo;
¡Exultad, oh, playas, y sonad, oh, campanas!
Mas yo con pasos fúnebres,
Recorro la cubierta donde mi Capitán
Yace frío y muerto.                                                                        W.Whitman

no elija ese tiempo


FUEGO Y HIELO 

Unos dicen que el mundo terminará en fuego, 
otros dicen que en hielo. 
Por lo que he gustado del deseo, 
estoy con los partidarios del fuego. 
Pero si tuviera que sucumbir dos veces, 
creo saber bastante acerca del odio 
como para decir que en la destrucción el hielo 
también es poderoso 
Y bastaría. 

ROBERT FROST (¡EL MISMO!) *fans de ASOIAF, George RR Martin se inspiró en este poema... ;)




para una noche de escarcha





FIN



Bien, llevaba tiempo sin hacer nada, y si la inspiración requiere transpiración, se nota. No me sentía muy inspirado, así que he hecho un collage aprovechando un poema de Robert Frost y mezclándolo con otras creaciones, mías y de otra gentecilla. Es una manera de mantener el espacio a flote, aunque esté ocupado me gustaría tenerlo activo y hoy, que no me duermo, viene bien escribir. Por aquí las cosas van bien, esperanzado y algo cautivo de su peligro, tratando de someterlo. Y espero que a vosotros, los que paseís por aquí, oh lectores, también os sean gozosos los días. Hasta la próxima.



jueves, 31 de enero de 2013

Diario, 1

Últimamente ando liadillo, así que iré entregando entradas breves sobre cosas no demasiado relevantes cuando pueda...y leyendo, también



El periódico traía la acostumbrada tragicomedia de cada día, que el ajetreo externo me había hecho olvidar. Las nubes, el aprendizaje, las dudas, la reflexión sobre que futuro quiero tener... todo palidece al lado de la losa de cada día, esa sensación de cutrez y corruptela, dinero manchado de grasa y sudor, el día que nace sin esperanza, y la sensación desde fuera de que es incomprensible que el país no esté ardiendo, literalmente. Sigo creyendo en mi país... Pero pensar tu nombre ahora...envenena mis sueños. Cada día es una entrada en  las fauces de un presente amargo y un futuro dominado por el ansia tecnológica y cercenado en lo más básico por las ansias de unos pocos canallas. Y la sensación de que debemos cambiar, que no nos resignaremos, que soy afortunado y que tengo que darlo todo para poder quedarme una temporada aquí, que la patria desde la lejanía está tan despojada de brillos canallescos y desvalida que uno podría dolerse por ella. Y ser implacable con sus amantes postizos que la están matando.


  

Un abrazo a todos los que aún quieren pelear..y a los que han perdido las fuerzas...recobrémoslos



Al fin de la batalla, 
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre 
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Se le acercaron dos y repitiéronle: 
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, 
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Le rodearon millones de individuos, 
con un ruego común: «¡Quédate hermano!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Entonces todos los hombres de la tierra 
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; 
incorporóse lentamente, 
abrazó al primer hombre; echóse a andar...

César Vallejo

Ha sido una entrada picoteadora de otros..quizá por eso sea mejor de lo normal ;) Un abrazo a todos. Echemos a andar...