miércoles, 28 de septiembre de 2011

El viento, el tiempo. Confesiones vergonzantes, o más bien, rayantes, de una mente extenuada

Llevo unos días de nuevo algo alejado de mi acantilado y de la blogosfera (vaya, que friki queda esto) preparando un viaje, una beca, un trabajo, que se iban a iniciar el próximo domingo y se han debido posponer algo más de un mes. En fin, que le voy a hacer. Pues para empezar, escribir algunas cosas y escuchar cierta canción, hoy estará bien.


EL VIENTO, EL TIEMPO




No se trata de hallar un culpable,

Últimamente he estado confuso y agotado, entre fgestiones tras ventanillas inmisericordes y rostros de piedra y madera (este blog tiene un servicio mágico que edita los insultos y las referencias despectivas por alusiones cursis) y ahora que me dicen que tardaré más en irme, la prisa me entra y me enfada un poco el estrés soportado. Pero a veces hay que ser indulgente, y me apetece serlo

las historias no acaban porque alguien escriba la palabra fin,
no siempre hay un asesino, algunas veces toca morir

¿De dónde viene esa sensación en oleadas de que algo se está terminando y de que algo o alguien es responsable de ello, esa enfermedad infantil que como un sarampión provoca fiebres de crecimiento preguntándose, "¿pero por qué las cosas ya no pueden ser como antes"? Creo que lo más racional, pero también lo más inhumano y difícil es aceptar que en cada momento las cosas acaban...pero también, siempre están empezando. Y sin embargo...he tenido que añadir una coda optimista para hacer más soportable la auténtica verdad imposible de negar. Ay.

lo que viene, se va
como suele pasar
el viento, el viento.

Mis abuelos solían decir "lo que fácil viene, fácil se va". Puedo aceptar eso, pero me resulta fastidiado pensar que tantas veces lo que difícil viene, fácil se va...

Márchate si ha llegado la hora,

Pienso en marcharme, quizá huir de algo que no sabría definir pero que envenena mis días y mis sueños, una nube de tormenta que siempre está ahí, entre las páginas de mis libros y apuntes, tras los armarios, bajo las sábanas...pero no tengo derecho. Hay tanta gente que me ha querido y me quiere, a la que tengo que devolver mucho aún, para ganar lo que he recibido de ellos. Así que estas semanas tengo que hacer mucho y dar mucho, para irme con un "hasta luego". Y luego, que sea lo que Odín quiera.

date prisa que como ya sabes es muy impaciente el amor,

No sé cómo es mi manera de amar, de sentir. Me parece que tengo poca inteligencia emocional, incluso no creyendo del todo en ello, a veces me siento muy incapaz de devolver lo que me dan, un gesto, una mirada. Y entonces, del alma sale un pájaro que quiere llegar a su destino pero se estrella en una mampara transparente que parece imposible de poder traspasar.

no malgastes ni un segundo,
después de darle cuerda al reloj,

Hay quien fija su objetivo y dispara su flecha con firme contundencia. Hay quienes no encontramos mucho más que momentos y sensaciones y vamos cayendo como hojas que el viento va llevando. De lo que se trata es de poder convertirse en flecha, al menos ciertas veces. Siendo hoja el resto del tiempo, tampoco se está tan mal.

que un cumplido de mas,
no te vaya a robar


A veces las perspectivas se elevan y se encogen como latidos, con sus lapsos de tiempo debidamente regulares, y la tierra va con ellos, esa colina parece respirar y ese futuro se estrecha o expande, y todo esto de nada sirve sin los pies en el suelo y sin una conciencia clara de quien eres y a lo que puedes aspirar. A veces uno se complace en su propia mala suerte o imagina que de algún modo, las cosas se irán arreglando. Y sólo existe un modo: poniéndose a arreglarlo. Pero a veces, un cumplido, una esperanza o una oportunidad de quejarse te hacen perder...
el tiempo, el tiempo.

Y no queda nada
las espinas las rosas se la llevo el viento, el tiempo.

Nada que decir. El tiempo que vuela, el viento que pasa, el instante que se fuga...leed los clásicos, Tempus fugit, carpe diem, etc... no se me ocurre nada interesante que original que decir (bueno, antes tampoco y también puse algo xD)

Ahora solo la vida te espera,
con los brazos abiertos y el firme deseo de hacerte feliz,

Hay veces en que todo parece de repente una celda sombría en la que pasan los minutos como gotas cayendo del techo, y una simple elección, un simple deseo de hacer algo que nos devuelva a la luz del sol y la felicidad de los campos verdecidos y con riachuelos fluyendo (o la imagen que cada uno tenga de su paraje soñado) lo consigue. Muchas veces, querer es poder.

puedes irte cuando quieras,
no hay muros que te impidan salir,

¿No pensaís que a veces la ausencia de muros causa temor? Pues claro que lo pensaís, como todo el mundo. A veces, ante una oportunidad he sentido el vértigo del abismo mirando dentro de mí y llamándome. A veces lo vencí y salté, con resultados diversos. A veces, no pude mantener su mirada. Personalmente, no puedo decir que siempre fue mejor no haberme lanzado que haberlo pensado una vez más, pero quisiera haber podido ser menos dubitativo la inmensa mayoría de las ocasiones.

y no mires atrás,
que te va a despeinar el viento, el viento.

"De nadie es el camino/ que no mira hacia atrás/ dónde se desangran/ las estatuas de sal". Es lo único que se me ocurre. No mirar atrás es un buen consejo, pero la orden más cruel. No sé si me explico.

Que difícil decirte hasta luego,

Una cosa en la que no me voy a flagelar :) suelo llevar bien (quiero decir, no demasiado mal) las despedidas. Me entristecen y no son plato de gusto, pero las acabo racionalizando y eso, que no suele ser una gran virtud, al menos tiene su lado positivo.

cuando no es el terror de perderte este miedo a no verte jamás,

Esto si que me aterra. La palabra nunca. Como decían el Rey Lear y Florentino Pérez "never, never, never, never, never". La zapa del tiempo es aceptable, no queda otra. Su fin es el peor de los temores que nadie puede tener. Pero esto, como todo, es la vida y nada más.

ya no hay puntos suspensivos,
llego el rotundo punto final,

La frase de Kafka, "hay un punto de no retorno, a ese punto es imprescindible llegar" es...kafkiana, para empezar. Una dislocación aparente de la lógica que encierra otra menos intuitiva. Pero la verdad es que uno a veces echa de menos puntos de no retorno donde quemar las naves y dejar de pensar que esperaba en el resto de los caminos a los que renuncié al elegir éste en el que estoy.

cuando la soledad, solo espera matar,
el tiempo, el tiempo

La soledad a veces es un gran bien y otras lo peor que se puede apenas soportar. Pero que obviedad. En un trabajo anterior me decían en el cursillo de aprendizaje que se trataba de encontrar las ilusiones de los clientes, de crearles necesidades y hacerles ver que todos necesitamos un objetivo en la vida. Con eso estoy de acuerdo, no con que el objetivo sea un puto coche y un plan de pensiones con parte de inversión en bolsa. El tiempo que se pierde tumbado en la hierba, por ejemplo, a veces es tiempo ganado. Pero a veces es tiempo perdido de cojones, eso está claro también :D

y no queda nada

¿Que habría de quedar al final? Es imposible. Bastante es ya con que esté ahora mismo. Pero algún día sufriremos, caeremos, y entonces sabremos...todas las respuestas (quiero ver "El árbol de la vida", sí ;) Ojalá

las espinas las rosas se las llevó... el viento... el tiempo...


Silencio, reflexiones, últimas notas. Aplausos. Es verdad que sin música la vida sería un error. Viene bien a veces dormir y a veces volver a tus canciones del alma para sentirte mejor. Al menos, a mí me ha pasado ahora. Ahora, a salir, a sentir el viento (tengo el pelo muy corto ahora, así que no me va a despeinar. Chincha rabiña)

Y aquí, la canción. Espero que os guste, y pasa a ser la sexta pista del
disco que me estoy grabando. Saludos a todos :)





lunes, 19 de septiembre de 2011

Apuntes sobre la alegría de vivir y de encestar

Estoy volviendo lentamente a la civilización. Ayer, un puñado de deportistas me hicieron el tránsito mucho más agradable. Pensé en escribir algo rápido, pero no sabía como podía hacerlo, ni como evitar caer en el tópico, la pretendida sublimidad que acaba siendo cursi o el pedestre recuento de lo obvio. Hoy me he decidido a dejar unos apuntes para olvidar mi peregrinación matutina por las Administraciones Públicas, ese castigo, y para a pesar de todo, reivindicar la gran virtud a la que podemos aspirar: la alegría. Allá vamos.

- Lo dice el gran ganador histórico del baloncesto, Bill Russell: la magia del baloncesto es el salto. Saltamos cuando estamos alegres o eufóricos, sin darnos cuenta. Saltar, buscar un centímetro más, hacer de nuestro cuerpo acechado por las enfermedades y la erosión del tiempo un instrumento de gracia y alabanza es una alegría que todos podemos compartir. Hacerlo con una coordinación perfecta provoca admiración y deseos de emulación. Esta tarde se intentará, con resultados discutibles :DD

- La igualdad. El deporte nace junto con la idea revolucionaria de la democracia. La idea de que cualquiera puede aspirar a la excelencia intelectual, política, corporal, es una idea maravillosa. Cuando veo a alguien hacer arte jugando con una pelota puedo sentir un respeto inmenso por él, y no me importa de dónde viene, su raza o su religión. Ay, ¿por qué lo olvidamos tan pronto?

- El Congo, Cataluña, España. Desde el antiguo y atroz corazón de las tinieblas, un chaval que ayer cumplía 22 años nos ha conquistado desde su blog Air Congo (leedlo, ya vereís), su humildad, su trabajo y su saber estar. Desde hace no demasiado tiempo hay muchos Ibakas en España, aportando, creciendo y haciendo crecer al país, sumando para que seamos mejores. Por supuesto, siempre hay problemas (y miserables) pero debiéramos contraponer a la cruz de los problemas que la integración acarrea la cara de tantos que pueden mejorarnos. Y ay, Cataluña. En tiempos de crispaciones y mensajes groseros, creo que queda demostrado, una vez más que todos juntos podemos hacer buenas cosas. Y de paso, que Cataluña puede ser en muchas cosas un fabulosos ejemplo para el resto de España. No sé que deparará el futuro, pero defenderé que seamos un equipo de buenos compañeros siempre. Y desde hace siglos, Oh Dios que buen vasallo...si hubiera buen señor.

- El esfuerzo transfigurado en gracia. Después del partido oí en televisión esta expresión a un filósofo español que no me llega demasiado, aunque su expresión me recordó vivamente lo que acababa de ver minutos antes, en cada rebote, cada bloqueo, cada salto. Convertir ese esfuerzo personal en principio tosco en algo que va adquiriendo sentido según las piezas siguen su patrón que parece caótico al principio pero es geometría e improvisación repentina, es mágico. Y como lo que te puede ofrecer un segundo, la eternidad no te lo devolverá (Hölderlin, creo) ese instante en el cual el esfuerzo de un cuerpo tensionado y castigado a la búsqueda del límite de ruptura logra una figura sublime constituye uno de los pocos milagros que nos es dado presenciar. aunque sea a cámara superlenta.

-Tenemos unos deportistas asombroso en la actualidad. Un dinero parece que razonablemente bien invertido, entusiasmo, capacidad, falta de miedo, implicación de todos en busca del mejor hacer posible...¿nos imaginamos que intentamos repetir este modelo en la educación?

- León Felipe decía que mientras el niño de Vallecas pintado por Velázquez siguiera ahí, con su cabeza rota, de aquí no se va nadie. Hoy me tentaría decir, cegado por el entusiasmo, que mientras ciertos ejemplos sigan funcionando e inspirando, aquí no se rinde nadie, pese a todos los problemas, y pese a que nadie dice ni dijo que fuera fácil.

- Honor a los perdedores. Ofrecieron lo mejor de sí mismos, compitieron con honradez y audacia, y lo volverán a intentar, sabiendo que el éxito no es lo mismo que ganar unos partidos, sino, en palabras de John Wooden, el gran patriarca del basket universitario USA, "paz interior alcanzada sólo a través de la auto-satisfacción de saber que hiciste el esfuerzo de hacer lo mejor de lo que eres capaz". Bien dicho. En especial, creo que todos los aficionados nos hemos hecho un poco de la selección de Macedonia. Que gran ejemplo han dado.

- Verlo da grandes alegrías. Jugarlo, aunque sea mal, es acojonante. Coged un balón, hinchadlo y bajar a la cancha. Pasareís un buen rato :)

- A veces, todos los días sale el sol. Gracias, chicos.



viernes, 9 de septiembre de 2011

Los rugidos y el silencio de Dios

Hay un cuadro de Klee (1920) que se titula Ángelus Novus. Se ve en él a un Ángel al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava su mirada. Tiene los ojos desencajado, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas. Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso

Walter Benjamin



Supongo que la imagen puede con todo, pero no está de más nunca detenerse en las palabras: Avión. Rascacielos. Dos pináculos del ingenio y el avance humano que conquistaron el cielo, el ámbito superior a nosotros y acabaron con el miedo y la superstición, etcétera, reconocibles en una civilización satisfecha de sí misma que se retuercen en un coletazo violento contra sí misma. La agonía del escorpión. El cáncer de Occidente. Sólo que no era una rebelión de las máquinas. Era el rugido de Dios, y aquí entiendo por Dios los que hablan en nombre de Dios. Era, simple y llanamente, esa llanura iluminada por la tormenta en la que se encuentran como huracanes opuestos el rugido y el silencio de Dios. Sería más ajustado hablar del silencio de Dios y los rugidos de sus múltiples portavoces.

Hace unas semanas, la Iglesia Católica convocaba en Madrid unas jornadas para lanzar otro grito, de otra manera, claro, y de júbilo. Pero quizá toda religión sea un escándalo. La cicatriz que no se cura, el dolor que no cesa, la angustia...y una promesa de unir todas las fallas y conseguir la unidad de cada enemigo que lucha en nosotros. La anulación del tiempo. La petición de que aceptemos lo imposible y en virtud de esa aceptación sin límites, llegue a ser posible. El dolor y un lenitivo inmortal que algún día se nos otorgará, pero que mientras tanto, es sal y sabor amargo. No sé la verdad acerca de la divinidad y sus diversas emanaciones, pero sé que es el tema actual, siempre lo ha sido. Y mientras se busca, se desea, se odia, se implora o se da la espalda a ese Dios que parece guardar un silencio atroz o compasivo, las heridas siguen doliendo. Y el ángel de la historia no puede salvar a nadie.Quedan los vivos, que lloran y recuerdan, pero que saben que nadie es imprescindible. Y los últimos segundos de sus saltos y sus asfixias, deseamos que encontraran luz, o paz, o cualquier cosa que les salvara del horror absurdo en el que les sumía la teología del rencor usando la tecnología que ha arrinconado a Dios en nombre del progreso. Y sin embrago, todo es por ellos y para ellos. Y sin embargo, nada podemos decir, hacer o rezar que sirva para nada. En palabras de Wisława Szymborska, Solo dos cosas puedo hacer por ellos:/ describir ese vuelo/y no decir la última palabra.

Y esa última palabra, nunca dicha y que nunca se dirá, hace el silencio vacío e infinito.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Canciones para la BSO de una vida (Track 5, Hoy estoy raro)

Porque los días pasan. Porque las nubes cambian. Porque el frío va adentrándose sigiloso entre las mañanas. Porque la vida es impredecible. Porque mañana volveré a verter sangre, y otros muchos la verterán a chorros, y no por un simple análisis. Porque la realidad se vuelve espesa. Porque hay veces en que uno recibe sensaciones que vienen de no se sabe dónde, como emisoras de radio. Porque sí...



Porque necesitaba hacer algo así para presentar la canción, de un grupo creo que no muy conocido por estas tierras y supongo que más allende el mar oceáno. Y bien que lo merecen, divertidos, incisivos, irónicos, irresisitibles. Porque me encantan los diversos españoles que se hablan en Latinoamérica. El cuarteto de Nos. Hoy estamos raros. Pero sobreviviremos.