jueves, 27 de diciembre de 2012

Hasta que llegó el momento (Canciones para la BSO de una vida, Tracks 12 y 13, la salida hacia el momento esperado)


La plácida noche que fluye en mi corazón
Rompe las férreas rejas
De tu prisión.

Libre por el mundo su espíritu voló
Mano proscrita que la tuya prendió
El viento es nuestro confidente
La noche sus puertas abiertas nos dejará

Más allá del fin nos haremos presentes
En ese universo donde los rebeldes están


Confuso, ansioso, ilusionado. Irascible, inseguro, eufórico, aprensivo. Quien lo probó lo sabe. No sólo el amor  provoca oscilaciones vertiginosas del ánimo. Una noticia largo tiempo esperada, por buena que sea, abre el bosque de nuestra vida cotidiana en una grieta iluminada por el fulgor de la lava, que atrae y repele. El riesgo, la aventura...el anhelo de despertar en días lejanos, sentir otra lluvia, mirar otros árboles. Así que tras años de vagar por días que parecían ayeres, vuelvo a iniciar otra aventura, y aún antes de eso, siento que aún pueden pasar muchas cosas que cambien. es una sensación algo desagradable al principio...pero muy reconfortante, de alguna manera. Una mañana que depara la ilusión de un inicio. Se siente en el aire. He estado adormecido por la brisa cálida, pero el viento anuncia tormenta...y si no me muevo, seré arrastrado. Así que cogeré mi hato y saltaré.


Y así, recomendando dos canciones, una feliz navidad y un ´buen año nuevo, que será duro, pero menos que nosotros, aparezco, pido perdón por las ausencias, os mando un abrazo y comparto la buena nueva con vosotros (en época apropiada): vuelvo a irlanda. No es Granada, pero casi. Nos leeremos desde allí dentro de poco, espero. Y espero que con buenas noticias. El momento ha llegado, y ese tren que desfila por la llanura ha de ser cabalgado para abrir los horizontes detrás de aquellas rocas impasibles. Y si la vida es corta...y no llega la mar a mi galera...pues nadaremos hacia alguna otra orilla. Y seremos invencibles, como el niño que huye de las cárceles de la realidad


Momentos en sueños en los que me fue ofrecida la salvación, he vivido más como un esclavo que como animal de carga, pero pensé en un momento fugaz que un instante de bravura o nobleza justificaría el resto de mi vida.

O. Ooo. Cuando mi momento llegue.

Hasta pronto ;)

jueves, 22 de noviembre de 2012

Un cuento nórdico

Me encanta esa mitología, y he tratado de jugar con ella, cambiando algunas cosas. Espero que os interese, aunque se haga algo largo ;)

La calma había llegado, leve, plácida. Horas de truenos voraces y vientos que lamían la espalda de los montes y las grandes coníferas, una tempestad de agua y fulguraciones que cegaban la vista del mar, habían amainado y convertido en una neblina clara acompañada de una lluvia fina. Todos los niños del clan pensábamos en aquellos que habían partido hacia tierras del sur. Jugábamos e imaginábamos sus gestas y las de los dioses, Thor cabalgando en su carro brillante martilleando el Valhalla y creando esa tempestad en su lucha contra algún gigante de la helada, al que había abatido por fin. La vieja Ungrid, sin embargo, nos oyó y con una mueca que quizá pretendía ser una sonrisa nos dijo: no se trata de un Dios protector. La bestia trata de escapar. Intrigados, preguntamos más.

-Sabéis lo que os hemos contado acerca de la creación, los gigantes y las bestias, su lucha mortal, nuestro padre Odín, cuidador del fresno Ygdrasil donde vivimos. Conocéis la parte luminosa de la divinidad y su fulgor protector, pero ¡ay!, sois muy jóvenes para tratar de comprender la oscuridad que acecha tras cada luz. Por eso preguntamos siempre en todas nuestras sagas "¿Lo entienden ustedes?, ¿Lo comprenden?" Y bien, queridos niños, ¿comprendéis, entendéis? ¿Por qué dragones roen cada día las raíces del fresno? ¿por qué tememos la caída del cielo?.

Éramos valientes, como corresponde a nuestro clan. Sin embargo, la sombre de inquietud dibujada en los labios gastados de una de las ancianas, a la que las demás decían que no nos asustara en un día como aquel, nos perturbaba. Pero queríamos saber, pues nada nos gustaba más que una buena historia, y un gran poeta era tan venerado como un gran guerrero. Así que nos sentamos en círculo, como acostumbrábamos cuando pedíamos saber algo y cerca del fuego empezó la historia.

- Mucho tiempo os hemos contado historias felices de Dioses protectores y hazañas contra el mal acechante en el filo de los días; Odín, Thor, Heimdall, que nos ve ahora mismo y puede oír como crece la hierba, Freya y sus desesperadas lágrimas que fueron la esperanza de los mortales...pero ¿habéis oído hablar del desdichado Balder? - negamos con la cabeza y nuestros ojos pidieron saber más - Era el mejor de todos. Todas las criaturas del bien deseaban su crecimiento y gloria, para que su esplendor trajera la edad de oro. Incluso Hel, diosa de los infiernos, sonreía al mirarlo. Pero un oscuro designio pesaba sobre él. Al nacer, las Nornas, lectoras del destino, sobrecogieron el ánimo de su madre, al anunciar que se cuidara del elemento más débil de toda la naturaleza, que traería su desgracia, y después se hicieron bruma.

Así pues, desde que Balder era un niño inconsciente de la gran sombra que pesaba sobre él, su madre Frigg recorría las estancias de nuestro mundo y los inferiores, haciendo jurar a cada ser que nunca dañaría a Balder. Recorrió el infierno helado y conmovió a los elfos negros y a los árboles de Ulthu, que crecen con la sangre de los nuestros. Cada flor, cada metal, cada montaña juraron proteger siempre a Balder. Los dragones inclinaron su cabeza ante él, los gigantes juraron respetarlo. Criaturas terribles asintieron desde sus lejanas estancias. Cuando Frigg logró su propósito, respiro tranquila. Hubo una celebración, más tarde. En una fiesta de cerveza e hidromiel en honor de Balder los Dioses se reunieron, y el bello joven bueno, inocente e ignorante de la profecía, disfrutaba de las atenciones de todos. Bragi compuso una canción, Skadi le contó sus aventuras en los reinos de los grifos de hielo. Pero nadie era más atento con él que su hermano Loki, tan bello y joven como Balder, e incluso más, con su sonrisa encantadora más jovial que nadie. Pero su corazón había sido podrido de envidia y despecho al ver el destino previsto para Balder, y las atenciones y preocupaciones que su madre le dispensaba. En medio de la fiesta, Loki sugirió cortésmente que podrían festejar el poder de Balder. Los dioses asintieron y colocaron al inocente Balder en el centro de su jardín. Alguien lanzó una piedra, con timidez aún: la piedra se quebró antes de tocar a Balder. Cogieron fuego de una montaña; se derritió antes de asustarlo siquiera. Alguien le atacó con su espada. El acero había jurado no atacar a Balder, y se detuvo firme. Convencieron a Thor de que lanzase su maza con toda su fiera fuerza. La maza se desvió. La fiesta aumentaba entre la diversión de todos, y nadie reía más que Loki. Lanzaron colinas, llamaron dragones, le enviaron conjuros. Nada podía dañar a Balder. Sólo faltaba Loki y le pidieron que lanzara algo para terminar la prueba. Loki se resistía, "es mi hermano". Insistieron. Al fin, Loki accedió, pero como si estuviera avergonzado eligió uno de los elementos más humildes de los bosques. Arrojó su ramita de muérdago. Esa inocente rama se clavó en su corazón de su hermano que suavemente cayo en la suave nieve y expiró. Balder había muerto. El roble en el que vive y de que se nutre había jurado proteger a Balder. Nada había sido preguntado al muérdago.

Terrible fue la conmoción en Asgard. La esperanza había muerto con Balder ¿Lo entendéis, lo comprendéis? Incluso Thor, incluso el poderoso Odín vertieron copiosas lágrimas. Cuando Balder, el más querido, falleció, lo depositaron en su noble barco Hringhorni. La gigante Hyrrokin le prendió fuego a la embarcación y la empujó mar adentro.

Quién cabalga a lo lejos,
en los caballos de Raevil,
surca las altas olas,
la bramante corriente:
los corceles navegantes
húmedos de sudor,
esos, los que apalacan las olas
no soportarán el viento
y el dolor hendirá la noche

Pero todo del dolor por el destino incierto era una pálida estrella en comparación con el fuego candente que atormentaba a Frigg, y su culpa. Bajó al inframundo para ver a su desdichado hijo pero Hel era incapaz de alterar los designios del destino, que prevalece aun sobre las órdenes divinas.¿Lo entendéis, niños? Todas las sabidurías fueron consultadas. Los enanos de la forja ofrecieron una solución: si Frigg conseguía que cada ser derramase una lágrima por Balder, él retornaría del infierno helado de los muertos. Frigg sintió renacer su esperanza, e incluso los enemigos ancestrales de los dioses lloraron al ver su dolor, como la serpiente marina Yormungard. Cada bosque, cada montaña, cada lago lloraron, así como los animales que los habitaban. Cuando pensaba su misión cumplida, supo que una anciana que vivía aislada al este de Midgard, muy lejos de aquí, no había ofrecido su llanto. Se dirigió a ella, pero la anciana tenía el corazón endurecido. "Que me importa tu Balder. Cuatro hijos tenía y tu Thor los mató a todos. No me quedan lágrimas". Frigg suplicó e incluso se arrodilló ante la mujer mortal, pero ésta siguió inflexible. Balder sería el prisionero de Hel. Y Loki, que urdió su desdicha, era esa anciana dispuesta a evitar el bien de los dioses, cuyo rumor creció y llegó hasta los hombres. También los dioses tendrían que morir...

***

Estábamos atónitos, disgustados. No queríamos oir una historia como aquella. Algunos derramaron lágrimas por Balder, como si quiseran ofrendar a Frigg. No lo entendíamos, no lo comprendíamos. ¿Que sería de nosotros si los dioses mueren? ¿Puede Thor ser derrotado en un combate y tras la tormenta, llegar el fin? ¿Que sería de nuestros padres, embarcados inconscientes del peligro que se cierne sobre nuestro mundo? Preguntábamos a la vez, con angustia en el corazón. Las viejas sonreían, nuestras madres nos abrazaron. Ungrid levantó la voz, ¿Cuál es el único miedo de vuestros padres y madres? Entonces, comprendimos. Que el cielo caiga sobre nuestras cabezas. Pensábamos que significaba que no temíamos a nada, y en realidad tememos aquel tiempo en que los gigantes y las bestias se levanten y acaben con nuestros dioses. ¿Cómo será? preguntó la más pequeña de nosotros, ¿lo veremos? Las mujeres más jóvenes la consolaron. No, querida Astrid...eso pasará dentro de mucho.

Sí, dijo Ungrid, y no temáis por lo que las Nornas aún no han advertido. Confiad en vuestro coraje y vivid sin más miedo que aquello que no tiene remedio. Pero sabed que hay tormentas que no reflejan la victoria de Thor sobre algún gigante audaz, sino que hay otras tormentas que reflejan sucesos más oscuros. Y estos rayos que han iluminado hasta el horizonte son los esfuerzos del peor enemigo de los dioses que lucha por liberarse de su cadena. La bestia indomable de dientes como filos sangrientos..el mal. El lobo Fenrir. En la primera lucha entre los dioses y los gigantes fue el aliado más fiero de ellos, y junto al gigante Umer mucha desolación causó. Sus dentelladas semejaban carcajadas malignas, y sus ojos de furia causaban pavor al mismo Thor. Sabeís que nustro dios de la guerra Tyr, tiene una sola mano y que muchas veces el consejo pide prudencia por ello antes de iniciar una campaña. Pues bien, Fenrir arrancó su mano...¿entendéis, comprendéis? Hay que ser firme contra la fiereza, pero también prudente. Tras lograr vencerlo, los dioses apresaron y encadenaron a Fenrir, los enanos se aprestaron a forjar sus cadenas...pero ni siquiera su arte y magia pudieron contenerlo... escapó. Grandes tribulaciones fueron aquellas. Fenrir crecía en tamaño y maldad y arduo fue apresarlo de nuevo. Ahora está encadenado de nuevo, lejos, pero se retuerce confiando en su destino terrible, y se alimenta a dentelladas de la luna, que los dioses reponen para nuestra esperanza. Hace unas horas, oísteis sus cadenas gimiendo y su terrible fortaleza. Esta noche, vereís que ha tragado la luz de la luna con ella, y los caminos son más fríos. Y Heyrdal tendrá que reponerla luego, como siempre, sin cesar en su tarea. Pero llegará el día en que las mandíbulas de Fenrir sean tan fuertes y sus músculos tan tensos que rompan la cadena y entonces sus mandíbulas aprisionarán al sol. Ese será el día en que la batalla final empezará, el Ragnarok...y Fenrir matará a Odín. Durante muchos años habrá oscuridad...pero también está profetizada una nueva era resplandeciente tras ello...pero aquí las Nornas no son claras. La bestia está inquieta hoy. Y Balder no está aquí. Pero no temáis todavía. -Sus labios sonrieron y su mirada era más dulce ahora-. Sólo temed las obras del mal, esos dragones que socavan Ygdrasil y esas semillas que os alejan de vuestros compañeros. Son obra de Loki. Y loki...Loki es el padre de la bestia fiera. Y el padre de cada riña entre iguales, envidias y conjuras. Cuidaos de él. Y confiad en que los Dioses logren contener su fuerza mientras sigamos en Midgard. Ved la noche, niños.- Era oscura y fría, amenazadora, el viento corriendo entre las cabañas semejaba aullidos lejanos. Y la luna era un filo mínimo, tras la furia de la tempestad.

***

Muchos años han pasado de aquello. Aprendí de los druidas, sigue a los dioses, abstente del mal, sé valiente. Crecí, sometí pueblos, arrasé y fui valiente. Pero también escuché la Edda de los bardos,

Tiemblan las cenizas
de Yggdrasil todavía en pie;
gime el viejo árbol,
y el jotun queda libre.
Garm aúlla con fuerza
ante la gruta Gnupa,
rompe sus ataduras
y corre el lobo

y los días sin luna y los sonidos metálidos del viento siento amenazas y advertencias lejanas. Miembro de la raza mortal, ya no cuento con la protección de Balder el hermoso, el resplandeciente. Así que fui, y soy, diestro con mi espada, mas prudente. Y nunca he podido evitar sentir cierta inquietud en los días como hoy, en los que sentado en la proa de mi Drakkar, no puedo ver la luna...




miércoles, 7 de noviembre de 2012

Arrasad, oh gentes,los muros hasta los cimientos de la libertaaaad. Canciones para la BSO de una vida (Track 11, Cómodamente adormecido)






La vida es algo extraño. Llena de bichos que forman hileras para construir sus estructuras y rascacielos con hombres y mujeres encorbatados y peripuestas para seguir corriendo en una rueda como la luna cuando sale detrás de los acebos helados. Tengo que llamar a la empresa, tengo que ver como licuan mis pensamientos y se revuelven como las sombrías, sediciosas aguas del Shannon. Echo de menos ese río, y las palabras de Joyce no ayudan. ¿Debiera leer Ulises? Quizá no lo entienda, pero querría ver un Bloomsday…quiero volver a Dublín, seguro. Pero Joyce ha salido con una guitarra y ha cantado con voz cazallera que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. Claro que luego se ha vestido de Scaramouche y me ha dicho que la vida es una broma, mientras no es cruel. Luego, era un profeta que sobre una roca abrasada por el sol del desierto pedregoso al que me había llevado, hablaba de los muros, y de la brutalidad de su demolición…para nacer hay que destruir un mundo. No se trata de megatones ni de guerras galácticas, sino de desenterrar la espada que yace salvo el mango, en la roca, esta vez de bosques umbríos y sonoros de arroyuelos y escarchas derretidas en las hojas. Hojas, alas, plumas, el vuelo, las escamas, vivir en la tierra es triste, hay miles de bichos, en el aire o el agua sólo hay grandes representantes de la evolución. El señor Darwin llama a mi puerta. Me dice que mientras Inglaterra no juegue mejor, no irá a animarlos más. Está furioso y cuando se va, siento su furia, me subo a la silla y sobre mi habitación, llena de las rutas míticas de los imperios, gaño. ¿Es la palabra adecuada para gañido, el verbo es gañir? Voy a la RAE: Dicho de un perro: Aullar con gritos agudos y repetidos cuando lo maltratan, dicho de una persona: Resollar o respirar con ruido, puedo hacer ambas cosas a ala vez, salto, salto y gaño, gaño por la recesión, la entropía del universo, la soledad de los ancianos, la existencia de mundos desconocidos, los tiempos que no he vivido, por Carlomagno y Pozí, por cada ladrillo de mi muro y cada eslabón de mi cadena, gaño y gaño, me retuerzo, caigo a través de las edades y quedo postrado en un sofá, exhausto.

¿Hola?
¿Hay alguien ahí?
Asiente con la cabeza si me puedes oir.
¿Hay alguien en casa?

Vamos, ahora.
He oído que te sientes mal.
Bueno, puedo calmar tu dolor.
Hacer que te recuperes

Relájate.
Primero, necesitaré algo de información.
Tan sólo lo básico.
¿Puedes decirme donde te duele?

Tu dolor está disminuyendo.
Un barco, en la lejanía, humeando en el horizonte.
Tan sólo atraviesas las olas.
Tus labios se mueven.
No puedo escuchar lo que dices.
Cuando era un niño, tuve una fiebre.
Sentía mis manos infladas como balones.
Ahora, tengo ese sentimiento otra vez.
No podría explicarlo. No lo entenderías.
No soy así.
Me he quedado plácidamente paralizado


Subía los peldaños resollando, como resuellan los goznes de un portón de un castillo siniestro, Drácula, no me llames Frankenstein, es Fronkonstin, y sus amigos hoy sustituidos por locos variados o por gusiluces y zombies. Todos estamos locos, enloquecidos por las aguas de algún río que otorga la eterna insatisfacción. Y vivimos en túneles, y nos refugiamos en torres. Pero no son de marfil, son de adobe pobre. Y escucho ecos y reverberaciones, pero son de mis pensamientos una y otra vez, y quisiera no pensar, no ser yo por un rato, descansar, vacaciones de mí mismo tomar. Cuando las cigüeñas migran, las veo en un círculo de acero a través del resquicio que las baldosas derruidas permiten. Hay que tirar los ladrillos, y derribarlo, como el de Berlín, aunque detrás no esté el mago Merlín. Menudas rimas, Calamaro. ¿Por dónde se empieza a derrumbar un muro? Si estás arriba, puedes despeñarte, si estás abajo te puede sepultar. Y que más da, dijo el capitán Achab que venía del brazo con Pepe. Pero si Pepe es mi archienemigo y me da miedo, repuse yo, escondido detrás del cabecero del sofá. No te preocupes, es buen chico, dijo Achab, y gañimos juntos los 3, luego Pepe se empezó a dar palmetazos en el pecho, Achab sacó un doblón y se puso a mirar por mi balcón febrilmente y reía, y yo sentía que el milenarismo iba a llegar, así que abracé a Pepe y seguimos aullando. Luego vino Shakespeare con Cleopatra, pero no me apetece verlos ahora, que supliquen un rato. Luego quizá los llame. Ahora sigo intentando escalar el muro, quitar miedos, fracasos, recelos y ser atravesado por la lanza de la experiencia. Y si hay que sangrar, let it bleed. Podría ser peor, podría ser Mike Brown, que la gente me llamara Mr Potato, se riera de mí y pidiera que me echaran. Moraleja, nunca entrenes a los Lakers si no estás versado en el zen. El zen enseña a no ver los muros, y quizá así desaparezcan. Pero yo quiero verlos derrumbarse estrepitosamente, con fragor, estruendo, catacrocker. Despierta, díjole el cuervo a Bran. ¿Por qué en mis sueños no me dicen eso? Alas negras, palabras negras.

Ok.
Sólo será un pequeño pinchazo.
Y no habrá más lamentos.
Pero quizá te sientas algo mareado.

¿Puedes levantarte?
Creo que está haciendo efecto. Bien.
Esto te mantendrá en pie,
durante el espectáculo.
Vamos, es hora de ir.

No queda dolor, está disminuyendo.
Un barco, en la lejanía,
humeando en el horizonte.
Tan sólo atraviesas las olas.
Tus labios se mueven,
pero no puedo escuchar lo que dices.
Cuando era un niño, mis ojos captaron
un movimiento, por el rabillo del ojo.
Me giré para mirarlo, pero se había ido.
No puedo tocarlo ahora.
El niño, ha crecido.
y su sueño se fue.
Y yo… yo me he quedado
plácidamente paralizado.


Una vez logré subir a lo alto de la torre, y cuando me asomé afuera, sólo había otras, en medio de un vacío sin forma, ordenado en su terror, ni siquiera había un caos. No sé si alguna vez algún ser humano habrá caminado fuera de sus muros. Los hay de diversas formas y alturas. Y cada uno tiene su propio pesar. No lograré desprenderme de su designio, pero trataré de hacer lo que hice entonces. Llegar, asecender pesadamente, sentir un ardor interior y un sabor salado en la boca…y arrancar un modesto ladrillo. El significado de la canción de Pink Floyd es enigmático. Puede tratar acerca del vacío y la distancia, y esa interpretación es la que le he dado esta vez. También de las experiencias que nos marcan, aunque parezcan banales, de la liberación y de la prisión. Espero que la disfrutéis como merece. Es preciosa. Hasta pronto, organizo fiesta de disfraces en casa y ha llamado a la puerta Alejandro Magno, Vermeer y Pete Maravich. Yo voy disfrazado de pared, era lo suyo. Aunque me sentía pachucho y han tenido que pincharme para que pueda estar bien durante la fiesta, al terminar sentiré gran placer al despojarme de mi disfraz, y ponerme el otro…



jueves, 25 de octubre de 2012

Desde cubierta

Las ondas del oleaje tienen algo hipnótico. Cabalgando sus rizos, subimos y descendemos por espirales de cielo, suavemente en noches despejadas como hoy, entre fragor de hierros, tormentas y precipicios de agua, a veces. Pero exagero. No he sufrido ninguna tormenta así. Y bien que lo agradezco. Las estrellas lucen brillantes, enseñoreadas de la falta de competencia eléctrica. Su baile marcó los surcos invisibles que otros muchos recorrieron con ilusión y nostalgia, creando estelas desagradecidas y cicatrices azarosas.

La noche es plácida. El rumor acompaña pensamientos dispersos bajo un ritmo melifluo y arrullador. Quizá las sirenas de Ulises fueran estas olas nocturnas, cuya escucha aleja y parece liberar. Pero sé que dar curso a los pensamientos solitarios sobre la cubierta tiene un puñal postrero escondido, como espuma furiosa rompiendo contra una pared de roca. Ese es el espolón de aquellas sirenas.

Debe estar sentada en su cocina. Quizá algo somnolienta y dulce, como siempre. Cuando la imagino, acabo escribiendo una carta de pensamientos que bailan con las volutas de un cigarrillo trémulo, envueltas en vientos poderosos que las desbaratan. Entonces, se derraman y caen, inconexos, como la lluvia fina, que golpea donde quiere.

Y que voy a decir. Sólo acuden a mi pensamientos simples, palabras gastadas que relucen de nuevo al calor de la herida de la pérdida. Te extraño. Hace frío. El mar es bello (no logro feminizarlo, supongo que su imagen temible puede más en mí que su dulzura). Pienso en José Luis Perales cuando veo las putas gaviotas y las oigo graznar aparatosamente. Las nubes son más veloces que tierra adentro. La maquinaria llora, crujiendo, por la noche. Y avanzamos y no sabemos cuando acabará este viajar. El viento arrasa la cara y el salitre arde en los labios. Las luces palpitan más aquí. No sé si me acordé de apagar todas las luces al salir de casa (que disparate más recurrente) Algún día llegará la tormenta. Veo tu rostro a veces, lo guardo de cuando no me mirabas. La brisa sobrevuela como un ángel benéfico la noche plácida.

Y sólo ha sido mi intención, por si algún día mis manos escriben una carta torpe que trate de enlazar estos hilos deslavazados y urdir un cesto con ellos, que supieras que recuerdo lo mejor (el olvido sólo se llevó la mitad...vaya noche con las canciones de los 70). Que aquí la vida es simple y grata, pero a veces me pregunto que hago aquí, encerrado en unos metros cuadrados entre la inmensidad. Que los amaneceres del gran sur te gustarían. La luz se agrupa en franjas y la luminosidad crece y declina como una sinfonía muda. Que la comida no es tan mala como parece los 8 primeros meses. Que la lluvia desampara más. Que no hay mejor sensación que sentir el sol evaporando las gotas saladas que el mar te echa encima. Que sigo sin hallarme entre tantos instrumentos eléctricos, y espero no mandar esto a pique por equivocarme de botón.Que aprendí que no hay ninguna frontera más allá de las que el agua impone. Que recuerdo y agradezco hasta la felicidad cada segundo de estancia junto a tu sonrisa. Aún deja estelas en la noche.


El barquito reptaba trabajosamente sobre la espalda erizada del mar. El horizonte perdía estrellas engullidas por nubes umbrías, y la presión atmosférica decrecía, según decían otras voces a sus espaldas. Quizá había llegado la hora de variar el rumbo hacia el oeste. Tras escuchar por decimoséptima vez la misma canción de Camilo Sesto (al menos no es "Mola mazo", se consoló), una súbita melodía sorprendió a los tripulantes y los hizo callar, acunados por una voz y una música sabias y plenas de vida.  Y escuchando, volvió a su hogar, con ella. 





miércoles, 10 de octubre de 2012

Nueva entrada en la que el autor, llamado comunmente por estos predios "Explorador" por la fuerza de la costumbre en una convención que ha ido solidificando con el tiempo y acosado por demonios nocturnos trata de acallar sus voces maliciosas con una letanía calmosa y esperanzada, ante la posibilidad nunca confirmada del todo y para siempre, pero adoptada por los vericuetos de la costumbre, de que mañana vuelva a salir el sol y las cosas sigan, como se dice habitualmente, por su senda y cauce, y que éstos sean fructíferos, fértiles y llevaderos, ante la cumbre de otro nuevo día que habrá que escalar con audacia y fortaleza, entre otras consideraciones que pueden resultar extravagantes e inmaduras.

Entra la noche por los resquicios; traspasa persianas y luces que agonizan, tras parpadear para luego unirse a la negrura. Somos menos, o invisibles, los que aquí seguimos, perdiendo el tiempo, o ganando las dulzuras nocturnas del silencio. Pero a veces, pediendo el tiempo, sin más. Quiero irme a leer y a dormir. Porque es tarde y ya no quiero echarlo todo a perder. Hoy fue un buen día. Sonreí al menos diez veces, y cuando me sentía angustiado, era capaz de vencerme.

Estoy cansado, trato de pensar que mañana será aún mejor y me dispongo a entrar en un reino del que soy soberano absoluto, y en el que mis caprichos infantiles son aún gozosos. Mi único motivo era desearos buenas noches, amables lectores o caminantes que arribéis a este desvencijado pero orgulloso puerto. Esta noche y todas las que vengan. Nuevas nubes vendrán. Hasta mañana. Haz sonar tus rumores, luna. Derrama negrura, oh cielo. Y que en aventuras oníricas, llegue a esa tierra de promisión, y venza a lestrigones y a cíclopes, si se presentan. No creo que se atrevan. Voy a envolverme con la capa del recuerdo del atardecer y a fortalecerme para una nueva gozosa batalla llamada mañana.

Buenas noches a todos.Sed muy felices


Abrázame, oscuridad.



Lo mismo que un rey de la Naturaleza terrestre, la luz concita todas las fuerzas a cambios innúmeros, ata y desata vínculos sin fin, envuelve todo ser de la tierra con su imagen celeste -su sola presencia abre la maravilla de los imperios del mundo. Pero me vuelvo hacia el valle, a la sacra, indecible, misteriosa noche.

Novalis, Himnos a la noche, I


;)

jueves, 27 de septiembre de 2012

Tempestad sobre los infinitos días. Un intento de crítica musical

Sorry, viene entrada larga. Dejad el marcapáginas si queréis, y parecerá que he tenido más visitas xD


Antes de Bob
no me preocupaba del tiempo, ni vestía mis sueños
en la ciudad maldita y desierta:
ellos se desvanecían a golpes de calor,
y se cuarteaban como las tierras yermas

Antes confiaba
en la venida de mi propio reino como un don
Y entonces, la luz cubriría las manchas de sangre
en callejones perdidos de desolación.

Me miraste; había hielo en tus ojos
el predicador se empapaba bajo la lluvia
Segismundo soñaba con las estrellas de la moda
el cortejo ceremonial pasó veloz
y sólo quedó una estela de palabras turbias

La sirena del barco sonó
los tahúres corrieron a sus puestos de proa.
Bajo los cuadros de emperadores antiguos
sus mujeres llenaban de lágrimas sus copas rotas

Antes de que la tormenta
se desatara sobre los trigales y los años polvorientos
alguien afinó su guitarra, como un rifle silbó.
Camino de la aurora, el murmullo del río le hablaba
y cavilaba sobre el juicio de Dios



El ¡trigésimoquinto! disco de estudio de Bob Dylan (¿quién es Dylan? es simplemente una manifestación hecha verso, voz, melodía acerca de cada sentimiento humano en este confuso planeta, un artista que ha llegado a tal dimensión que cada uno se forma la imagen que quiere acerca de él. y está bien así) se llama Tempestad.  y es otra vuelta de tuerca en la carrera de un mito que a estas alturas de su tiempo, aspira a hacer algunas buenas canciones más. Su nuevo trabajo sigue una senda conocida, un interés en investigar esas  músicas populares norteamericanas, cuya transmisión eficaz y sensible de la mitología de una nación culturalmente hegemónica hoy todos reconocemos, y a su vez tratar temas universales a través de letras brillantes y certeras.

Según el propio Bob, la intención de Tempest era crear un disco religioso. Su feísima portada quizá dé fe de ello, acercándose al engendro de Shot of love. Afortunadamente, el contenido sobrepasa ampliamente las expectativas. Dylan tiene una gran virtud como músico: le gusta la música (sí, los dylanianos encontramos innumerables ocasiones para ensalzar a nuestro ídolo al límite de lo ridículo...siendo generosos). Y ha pasado la etapa en la que se cansó de sí mismo y sintió que su caudal creativo se agotaba. Ahora bucea en los orígenes remotos de las fuentes de los estilos que lleva usando toda su carrera. Y adaptándose a ellos, da otra vuelta de tuerca a sus temas primordiales: el mundo es frío e injusto, las mujeres lo han tratado mal, hay gente muy rara, yo soy Dylan y vosotros no, se siente. Bastan 3 acordes y la verdad para hacer una buena canción, y sin alardes virtuosos, pero acompañado de su más que competente banda, sus temas suenan a una fuente de verdad ancestral y a brumas mitológicas. En medio, la voz de Dylan, que ha pasado de parecer un gato al que le pisan la cola (como decían sus detractores hace 50 años) a parecer la de un gato al que le han pisado la cola después de una noche loca y reciné levantado con resaca (según un seguidor suyo 50 años después: yo). Y qué pasa. Sigue siendo una voz que dice cosas tan increíbles que merece la pena escucharla. Anda que no hay voces maravillosas desaprovechadas cantando gilipolleces. Aunque su cuenta corriente lo agradece, supongo.

Y ahora, en un alarde de originalidad, os presento brevemente las canciones, una a una.

01. Duquesne Whistle

No oyes ese silbato de Duquesne soplando?
Soplando a través de otra ciudad que no es buena.
Las luces de mi tierra natal están brillando
Me pregunto si me reconocerán la próxima vez que venga.
Me pregunto si ese viejo roble seguirá estando en pie
Ese viejo roble, el que solíamos trepar.
Escucha ese silbato de Duquesne soplando
Soplando como si estuviera justo a tiempo

Una melodía juguetona de smooth jazz inicia el nuevo trabajo dylaniano. Entra como un veneno dulce en el oído. Dylan juguetea, seductor, con su víctima, y mientras el silbato suena todo parece derrumbarse al paso de una voz vieja como el diablo en los cruces de caminos, aunque al final todo se ilumina al paso de ese sonido que parece conceder una prórroga a todo. Escrita junto con Robert Hunter, un comienzo apañadito y genuino. Llevo toda mi vida esperando oir ese silbato soplando...

02. Soon After Midnight 

Mi corazón es alegre
Nunca teme
He estado en los mataderos.
No tengo prisa
No tengo miedo de tu furia
Me he enfrentado a muros más fuertes que los tuyos.

La dulzura del segundo corte, una canción de amor enrevesada y enigmática como sus canciones de amor y el amor,ofrece una travesía por los caminos de la noche a través de senderos iluminados por la luna, citas con la reina de las hadas, plegarias desatendidas, prostitutas, traidores,barro y una decisión que emerge desde la medianoche: la de los últimos versos (Es ahora o nunca / Más que nunca / Cuando te conocí, yo no pensé que lo harías/ Es poco después de la medianoche / Y no quiero a nadie más que tí) Incluso la voz se dulcifica, el ritmo decae en una duermevela plácida. Y la salvación parece posible.


03. Narrow Way

Este es un país duro para sobrevivir
Las espadas están por todas partes y están desgarrando mi piel
Estoy armado hasta los dientes y lucho fieramente 
No vas a salir de aquí sin cicatrices.

La metáfora del camino, tan grata a Dylan, se repite en la tercera canción, seca, dura.  Una guerra ha estallado y habrá que seguir a los profestas verdaderos para salvarse. Dylan no lo es, no dice que lo es, anque se le nota que cree serlo. Y por eso dice que no lo es. Un blues áspero aunque lúdico que remite a los primeros tiempos eléctricos de su Dylanidad, con letras menos mordaces, más oscuras Pero es que los tiempos han cambiado. Basta de bromas.

04. Long and Wasted Years

Lloramos en esa mañana fría y helada
Lloramos porque nuestras almas fueron desgarradas
Demasiado por estas lágrimas, demasiado por estos largos años desperdiciados.

La transición entre temas rudos y delicados nos devuelve ahora un tema bastante propicio para un crooner. Y aparece un tema estrella del universo dylan: me trataste mal, chica. pero sobreviviré. Una melodía suave, dulce como una fiesta inocente de infancia va desarrollando un tema de tragedia cotidiana, ha pasado el tiempo, nos desgastamos, y nos ha desgastado. Ah, esos años pasados, que harían todos los escritores de canciones sin sus recuerdos agrdiculces.Cuando escucho esta canción me acuerdo mucho del señor W. B. Yeats y su  O do not love too long Y espero que tanta melancolía sea un truco para resultar más impactante. Porque vaya panorama.

05. Pay in Blood

Tarde o temprano vas a cometer un error
Te pondré cadenas que nunca podrás romper
Piernas y brazos, cuerpo y huesos
Voy a pagar con sangre, pero no con la mía.

La relación de Dylan con sus fans no suele ser lo que se dice precisamente madura (confío en que ciertos arrebatos de histerismo adolescente que he dejado en algunas frase anteriores os hagan a la idea. Y eso que yo soy de la facción moderada) En la época de su conversión al cristianismo, los serenos intercambios de opiniones entre el público que pedía rock y no esa "mierda de música" y las amenazas de la condenación eterna del bardo de Minnessota acababan con sílbidos de la pequeña parte de público que aún confiaba en que el catequista volviera a la cordura y la frialdad de bob interpretando desganado un repertorio...eh, irregular. Nada comparado con el escándalo del primer espada del folk abrazando la causa del rock. Ha pasado a la leyenda, y dicha leyenda incluye insultos, hachas, deserciones en masa y mucho ruido. Décadas después, un rock de medio tiempo nos vuelve a recordar que Dylan nunca vierte su sangre, aun cuando paga con ella. Recordadlo si alguna vez váis a un concierto y os disgusta. Y también si veís a gente en trance. Esas cosas pasan...


06. Scarlet Town

En Ciudad Escarlata, el fin está cerca
Las Siete Maravillas del Mundo están aquí
El mal y el bien conviven lado a lado

Un joven de apenas 18 años llegó desde su pueblecito invernal a la capital del mundo. Los años neoyorquinos, tan cruciales y comentados debieron dejar el poso que dejan los descubrimientos esenciales y los años felices, en la imagen de la ciudad, como el ámbito de la vida moderna en su manifestación más pura. A lo largo de su carrera, dylan extrae de la ciudad, sus sufrientes y exaltados habitantes, las masas indiferentes, los prodigios y las miserias que la masificación obra en esos seres dignos, infelices y únicos. La ciudad Escarlata, con su ritmo lento y trabajoso, es una más de esas que esconde tesoros y la condenación en cualquier callejón olvidado. Suena cansada (e inicia la segunda parte del disco, de canciones más largas) Quizá trate de la imposibilidad de que las cosas cambien realmente.

07. Early Roman Kings

Te puedo quitar la vida, dejarte sin respiración,
Enviarte directo a la casa de la muerte.
Un buen día preguntarás por mí,
No habrá nadie más a quién quieras ver.
Traigan mi violín, afinaré mis cuerdas,
Voy a romperlas de par en par, como los primeros reyes romanos.


Hubo algunos bluesmen que trataban de las cosas cotidianas: la cosecha, las fiestas clandestinas en el granero, jugadores de póker míticos que pasaban por el pueblo como una tormenta de verano etc... La raíz de cualquier música que nace de diversas fuentes populares es una mezcla de ingenuidad y sabiduría. Imagino a dylan tratando de ser uno de ellos, o quizá un juglar tocando por un currusco de pan y un lugar donde dormir. Este tema trata de beber de aquellos artistas que a su vez trataron de rescatar del olvido ese sonido, ese blues que navegó por el Mississippi, alivió años de pesar y se convirtió en un monumento de piedra levantado en honor de los Estados Unidos invisibles durante demasiado tiempo. La letra no me llega tanto en esta ocasión, pero el ´ritmo y la vida de la canción es sensacional. Vaya una cosa por la otra.

08. Tin Angel

"Te he dado las estrellas y los planetas también
¿De qué sirven estas cosas para ti?
Inclina el corazón, si no la rodilla
O nunca más este mundo verás."

Dylan tiene una teoría extravagante (aunque hermosa): es un aparato de radio. Las canciones están en el aire y él las sintoniza y las descarga a su cerebro. Me gustaría estar en esa frecuencia. Pero en ese caso, el aire tiene querencias, o su frecuencia, como Kiss FM, que pone siempre las mismas 15 canciones. Ha habido otras canciones con un aire tan de tragedia griega antes, en las que se siente el peso de un destino negro acercándose (recuerdo la estremecedora "Ballad of Hollis Brown"), o la misma "Pedro Navaja", tan magnífica. Una historia de celos mutuos, tres personas hundiéndose en el infierno del odio.

Los tres amantes juntos en una pila
Arrojados a la tumba a dormir para siempre
Antorchas funerarias ardían
A través de las ciudades y los pueblos, toda la noche y todo el día.

Una composición de más de 7 minutos. Pero agarraos, que viene una de 14. Y con esta volaremos...aunque trata de exactamente lo opuesto

09. Tempest

In the dark illumination
He remembered bygone years
He read the Book of Revelation
And he filled his cup with tears.


When the reaper's task had ended
Sixteen hundred had gone to rest
The good, the bad, the rich, the poor
The loveliest and the best.

They waited at the landing
And they tried to understand
But there is no understanding

For the judgement of god's hand.
(ésta en inglés, que es una balada que suena musical hasta leída)

La canción que da título al disco es una epopeya de 13:54 aparentemente acerca del hundimiento del Titanic: en realidad trata del apocalipsis y mirar a los ojos a la muerte bailando, de mirar atrás y sentir orgullo. No es la primera vez que Dylan trata de encerrar todo un mundo en unos versos febriles, ya sea en un callejón de desolación, en las visiones de Johanna, en la búsqueda de la mujer de ojos tristes de las tierras bajas o en el cambio de guardia de algún palacio de algún lugar remoto. Pero esta vez el intento se hace entre salones lujosos de lámaparas de araña balanceándose suavemente (al principio, al menos...), muchedumbres despreocupadas, y al fin, la danza de la supervivencia y la tragedia. Con una cadencia folk, de las tierras de Irlanda (las últimas que vió el Titanic) y un majestuoso violín (un buen momento para lamentar no poder oir la majestuosa armónica esta vez...), similar al de Scarlett Rivera para Desire, imagino a Dylan y su banda tocando mientras el barco se va a pique y los gritos casi ahogan su música. Pero sólo casi ;) Una canción muy hermosa.

10. Roll On, John

Navegando a través de los alisios con destino al sur
Con andrajos en tu espalda igual que cualquier otro esclavo,
Ataron tus manos y sellaron tu boca
No había manera de salir de esa cueva oscura y profunda.

Haz brillar tu luz,
Sigue adelante,
Ardiste con tanto brillo,
Vamos John.

Querriamos hablar con quienes no están. La muerte es la veda a ese anhelo fundamental, poder comunicarnos. Saber, decir, contar, expresar, sentir. Necesitamos a los demás, simplemente. y hay una porción entre los demás que elegimos para compartir parte de lo que somos, y para que los demás lo compartan con y en nosotros.
Toda esta farfolla viene a colación del cierre del disco .Un homenaje/dedicatoria a John Lennon, un recuento de vida, unos consejos para que siga adelante. Y una citación para verse dentro de un tiempo (espero que mucho) en verdes praderas bajo los cielos de la eternidad.

La sensación del disco, es magnífica, a sus años lo ha vuelto a hacer. Es un disco de una persona de su edad. in fingimientos ni búsquedas de una gloria que ya no necesita y que a veces es una carga. Las letras son estupendas, la banda lo acompaña de maravilla, los arreglos son sutiles y la mezcla de estilos junto con la magia propia de su lírica producen una grata escucha. La división entre la primera parte y la segunda, de canciones más largas y oscuras desconcierta en una primera escucha, pero va adquiriendo sentido. En algunos retazos se advierte la intención religiosa que confesó Bob, y resulta adecuada una frase que usó para hablar de uno de sus últimos discos, en los que  "quería hacer un disco sobre las espantosas realidades de la vida, más allá de ese rosado idealismo de hoy". O algo así. Más allá de que a Dani Martin le parezca que siempre hace lo mismo (tiene huevos...xD) siempre busca algo en lo que reinventarse. Tampoco le vamos a pedir un disco de david Guetta. Ni falta que hace. No sé cuanto durará el entusiasmo y la vigencia del folk, el rock, el pop y demás estilos productos de la sociedad moderna... pero mientras lo haga, Dylan tendrá un sitio en nuestra memoria. O en la mía, al menos. Cantando caer la tempestad sobre los infinitos días.

Well done. Roll on, Bob.

martes, 4 de septiembre de 2012

Cuento apresurado...


Entonces todo volvió, como en un remolino. Y una voz que eran espadas que chocaban, llamas crepitando salvajes en selvas nocturnas, tifones golpeando muros de piedra que la sal de las olas había maquillado, rugidos de muchedumbres, la voz clara del Dios de muchos nombres y tantos otros sonidos que una mente humana no puede concebir, mezclados y armoniosos, habló.

Has visto y sólo comprendes ahora. Caminabas por un sendero angosto cuando viste la entrada. Te has acercado y has llegado a uno de mis sirvientes, uno de los que menos poder emanador podría poner a tu servicio. Pero caíste deslumbrado. Has pedido por tu porvenir y tu heredad. Si hubieses sido sabio la hubieses mantenido con vigor y prudencia. Pero deseabas tanto que los ojos se cegaron y tu boca no supo callar.

Recordaba una gruta, una luz, un prodigio. Ante sus ojos, la bruma se convirtió en un genio. Lo envenenó con palabras. Creó ante sus ojos el horizonte de un porvenir, pero le advirtió de la futilidad de los sueños humanos. Gustan los genios de endulzar sus palabras para perdición y sarcasmo de los mortales.

Te concederé todo lo que puedas pedirme antes de que el sol se retire de esa franja. Entonces, saldrás de aquí y verás el mundo que has creado. Elige con perspicacia, pues no sabes nada de aquello con lo que soñarás mañana. Nada te será ocultado

Durante un segundo, sintió el vértigo. Lo superó con la gula del deseo y el poder, construyó un futuro , se sintió benévolo o autoritario, sintió el poder demente del creador, el vértigo del usurpador hacia un poder divino. El tiempo corrió deprisa.

Había anochecido cuando salió de la cueva y emprendió el camino a casa. No se cruzó con nadie en su regreso, pero veía las formas de las casas de sus vecinos, grandes y mejoradas. El camino lucía iluminado por antorchas esbeltas y la noche se retiraba del claro del bosque donde hasta hace unas horas se apiñaban chozas desvencijadas y ahora lucían casonas robustas. Encontró a su mujer llorando -es un milagro- repetía. Sus útiles de cocina parecían extraños, desconocidos y provenientes de otros lugares desconocidos.Los vanos que eran simples rendijas se habían convertido en amplios espacios que hacían el aire más claro. Durmieron felices en un jergón amplio que sustituía sus telas casi deshechas.

A la mañana siguiente, la salida del sol sorprendió a la aldea en una ofrenda espontánea. Todos dirigían sus pasos hacía la imponente Iglesia que sustituía a la ermita modesta del lánguido ayer. Los murmullos de bendición sobre el misterioso viento que había cambiado en un instante sus casas, sus ropas, sus posesiones y sus vidas eran orgullosos, pasados los primeros instantes de temor. Pero tras las celebraciones y las fiestas, llegó el recelo. Pues los labradores cuyas tierras colindaban con las de los aldeanos del pueblo más próximo habían visto en la distancia las mismas casas y los mismos lugares, sin cambi aparente. Así qe sintieron temor, y decidieron esconderse. Compraron tierras a su alrededor,hicieron crecer vallas y empalizadas. Y sus campos se agostaron. Sintieron punzadas de envidia entre ellos. Y sus bienes se echaron a perder, y su vecindad se agrió. Así que nuestro pobre, y trágico, héroe, decidió volver a la angosta cueva de la cual había nacido la alegría y la amenaza de la perdición. Pero de su benefactor inesperado un día sólo encontró palabras frías: los humanos sabéis construir, pero no sabéis fortalecer la savia de lo construido. Vuestro espíritu no persevera en la energía de la ilusión. Fui generoso. Y tú estás siendo ingrato. Lo sé-replicó el hombre, -sólo te pido que consideres mi último deseo. Deseo que todo lo que te dije fuera un sueño, aunque se haya convertido en realidad amarga. Y deseo que puedas hacernos despertar de ese sueño. Los ojos del genio se entornaron. ¿Eres consciente de lo qué me pides? No cambiarás la realidad de los semejantes..la tuya propia. Lo sé. Sólo quiero que me ayudes a hacer crecer otro tipo de planta. Estas serán mis últimas palabras para ti, dijo el Genio desvaneciéndose. Sea como quieres...

El regreso fue amargo. Campos secos y cuarteados, estructuras desvencijadas, lamentos, harapos. En su frenesí, no había sido capaz de despertar de su delirio. Y ahora el esplendor se había convertido en un recuerdo cruel. Los vecinos se agolpaban en la vieja ermita, suplicando perdón a una divinidad despiadada que le había retirado sus favores, tratando de desentrañar su voluntad y sus propios pecados. Y la voz resonaba en el interior de nuestro personaje y era una ola de frialdad lejana venida desde el seno del tiempo y fuera de él, lo abrumaba:

Nada te ha sido ocultado, como prometió mi sirviente. Has deseado  y has obtenido, has visto y quizá hayas comprendido que hasta en la  mañana más luminosa crece la semilla de la destrucción. Habéis vivido en vuestro delirio de bienestar material y egoísta, y olvidasteis de dónde veníais. O quizá simplemente un genio travieso ha jugado con vosotros. Vuestra vida es corta. Recuerda sin rencor vuestro momento y sin angustia vuestros errores. Edificad sobre la fértil tierra. Disfrutad los días y el estar vivos. 

El sol declinaba como una bola líquida y naranja enorme sobre la silueta de una ermita modesta y una multitud reunida en torno. Las sombras se alargaban sobre los surcos renovados.Un genio volvía a dormir un sueño de siglos. Acababa lo que quedaba de un día que culminaba y derrumbaba un viejo sueño. Y mañana empezaría otro, tan viejo como el antiguo.



Sí, es apresurado, pero tampoco quería manosearlo más. Espero que haya sido una buena decisión :)


sábado, 25 de agosto de 2012

Salir de casa, volver al hogar

Desde mi ventana veo la luna, difuminada por un velo de nubes. Ulula el viento, y el aliento de la temporalidad resulta más amable entre sombras claras. En definitiva, que estoy rayado. Leo, por enésima vez un fragmento de mi admiradísimo JoséLuis Pardo...

Por mi parte, recuerdo perfectamente que, como millones de infantes del  mundo entero (por cuyo llanto inconsolable me creí yo aquel día también acompañado), me sentí como un «niño abandonado» cuando me obligaron por primera vez a salir de casa para ir a la escuela: una sensación que, en lo esencial, habría que calificar de acertada, porque esa partida no es más que el prólogo de todas las salidas en busca de la hazaña, en busca del hegeliano reconocimiento, en busca del propio nombre y de la propia identidad, es decir, en busca de la culpa y de la infelicidad. Ya sé lo que los psicoanalistas dirán de esto: complejo de Edipo mal resuelto, rechazo de la castración, apego patológico a las faldas maternas y denegación del padre, instinto de muerte, nostalgia de la vida intrauterina resimbolizada por el «hogar»; ¿Qué pasaría si los niños no abandonasen nunca su hogar para ir a la escuela, al trabajo, etc.? En efecto, nadie haría nunca nada. No habría historia. ¿Qué sería de la humanidad? No habrían existido Alejandro Magno, ni Julio César, ni el Papa Borgia, ni Napoleón, ni Hitler, ni Stalin, ni Franco, ni Pol Pot, ni George W. Bush, ni Mohamed Atah..., con la cantidad de valor añadido que esta gente ha producido y los placeres que han proporcionado a cientos de miles de personas en el mundo. Lo que nos habríamos perdido. Hay historia porque los hombres salen de casa, fundamentalmente para ir a la guerra, aunque luego a eso se le llame también ir a la escuela, ir al trabajo, etc. El niño que consiguiese no abandonar su hogar —cosa que yo, lamentablemente, no conseguí— no haría historia alguna, pero sería feliz. Su felicidad le parecería a todo el mundo —y los freudianos no serían más que una vocecilla en ese inmenso coro— injusta, irresponsable, inmadura, insolente, etc. Pero como ninguna de las voces de ese inmenso coro está en condiciones de aportar siquiera la menor prueba a favor de que el niño tenga que salir de casa para hacer historia o aún el menor argumento que ligeramente pueda sugerir que es preferible hacer historia que no hacerla, todas esas voces pueden irse al cuerno y dejar al niño en paz.

Me siento inmaduro, una vez más. Me siento mal, me siento orgulloso, me siento confuso, dejo de sentir, intento pensar. En un mundo que apenas tiene tiempo de ser consciente de la dramática falta de tiempo, en la ambición que se confunde con la codicia, en la competencia que se confunde con la rapiña. En la perversión de las palabras, que es de las ideas. En nuestro señor Don Quijote, que salió a ser alguien, pero para abolir la historia e instaurar un reino fraterno en mitad de un reino podrido, y que volvió a casa como un niño que ha jugado. Una frase "yo sé quien soy". Qué sabio, que distinto de los idiotas que claman "Usted no sabe quién soy". Supongo que muchos de ellos nos han devuelto a la intemperie de la historia en marcha, sin refugios ni luz de estrellas. Siento algo de frío. Nietzsche decía que la muerte del sol había desencadenado la tierra de su sol y...pero qué digo, divago, me entrometo, se me va la perola.  Grito sin emitir sonidos. La luna acoge mis desvaríos y guiña, las nubes se mueven. Me tumbaría en un parque y sería un inspector-colocador de nubes, les pondría nombre atendiendo a sus formas y las aparcaría. También es verdad que quizá lo único peor que envejecer es ser siempre un niño, como dijo alguien. Y otra vez la confusión. Y otra vez descontextualizadas frases ajenas. "Educar es templar el alma para las dificultades de la vida", dijo Pitágoras, por lo visto. sumergido entre triángulos rectángulos de colores. Pero la vida desgasta igual. No se trata de vivir en la inopia. Es acerca de tener un refugio contra la tormenta voraz, una lumbre en la que sentarse con quienes quieres, leer ese libro, ver esa peli, reunirte con amigos que hace tiempo que no veías, volver a sentir el tacto de una mano amada en la tuya. Una vida más humana. Una vuelta a casa. Sin honor ni gloria. Con pura y simple felicidad. Pero, ay, ahora...ahora tengo que salir.

Los padres de la chica saben cómo terminan estas salidas de casa, cuando el hijo retorna al hogar envuelto en un féretro militar o laboral o hecho pedazos y sin carácter, y por eso temen por ella, como han temido todos los padres a lo largo de los siglos. Sólo que, por esta vez –y únicamente debido a la suspensión temporal de la Historia que supone el estado social de derecho–, la chica no se va de casa para hacer Historia ni en busca de la hazaña, sino precisamente aprovechando que la Historia ha decretado una tregua, sabedora de que, como decía Hegel con pleno conocimiento de causa, la felicidad solamente es posible cuando el libro de la Historia Universal deja una página en blanco. Pero los padres también sufrían porque sabían que la Historia no puede interrumpirse eternamente y que las treguas son miserablemente cortas
José Luis Pardo, Mother & Child Reunion

Estas lecturas nocturnas hacen bien. Cargan las pilas. Mañana seguiré pensando igual, pero tendré más fe en que puedo elegir un buen camino. No era necesario ponerlo en un blog, pero así aprovecho ;P


¿Por qué este video? Porque morirse debe ser dejar de caminar, y porque esta canción, como Verne, como Parque Jurásico y Batman, como Maus, como Dylan, como Camus, como Sabina, como Dumas ,como tantos, mis amigos, mi familia...me apartan a veces del camino arduo y rodante de la Historia y me devuelven  a una habitación cálida, desde donde ver la luna y el camino de las estrellas. "La pálida noche que fluye en mi corazón/rompe las férreas rejas de tu prisión..."

Descansad bien. Y ved este vídeo por la noche, en una noche clara y cálida. Si no lo hacéis...os maravillará igual...pero hacedlo como os digo, solo por una vez. Y que seáis felices :)


La luna me enseñó el camino a casa. Y la música hizo un refugio de cristal. La selva se serenó. Y el acantilado era otro tipo de camino.


martes, 14 de agosto de 2012

Parte seis del relato sin nombre ni dirección... Sin título xD


Muros imponentes de basalto que parecía brillar con negritud acusadora flanqueaban el pasillo, hacia donde se situaba la sala donde esperaría a ser llamado. G sentía flaquear su decisión. No están construidos de mineral, sino de fallas humanas sumadas hasta erigir una mole de acusación y vergüenza. La codicia permitió cabalgar por entre los distintos mundos una Corporación cruel, y la indiferencia los ha fortificado. Es el mal corporizado. Irresisitible, cerniéndose sobre cada pobre diablo que pasa por aquí. No soy inocente, pero no merezco tal castigo. Ayer soñe con esto, una horrible pesadilla, pero sólo eran imaginaciones. El temblor de manos, la garganta seca y palpitante, el sudor...es un sufrimiento físico.Es una angustia que llega a los nervios desde la más simple quietud que susurra amenazas. Ojalá no estuviera aquí.

La sala era simple, sillas y pared blanca. Los cambios de luz se reflejaban en sus texturas y G se sentía atrapado entre un lugar en el que no quería estar, pero mientras estuviera allí, no estaría en el otro, que temía. Y podrían llamarlo en cualquier momento. Trató de respirar rítmicamente para tranquilizarse, evitar el movimiento aleteante de sus manos crispadas, dominar su sudor copioso. Pensaba en los jardines monásticos donde se refugió su familia tras el desastre, sus deseos de elegir un camino distinto, el festival de la sangre y el sufrimiento convertidos en comodidades y lucros lejanísimos. Su papel inconsciente...y no sabía si culpable o no. Sus deseos de olvidar, cambiar, buscar, regenerarse, huir. Y la luz blanca de la pared agonizaba y trataba de revitalizarse a veces. Y sus filos cambiantes sonaban a culpa y castigos.

El tiempo seguía embistiendo su entereza con tesón. Cada segundo se sentía volando, realizando extrañas piruetas para evitar la ferocidad de una reunión a la que no quería acudir y que adoptaba el nombre de un destino prefijado antes de que su propio planeta hubiera sido formado. Había tropezado en medio de su vuelo y caído en una trampa. La niebla había oscurecido sus ojos. Y el fuego había quemado, y lo seguía haciendo con saña, cualquier amago de resistencia... ante su propia empresa, en la que había entrado con sueños e ingenuo (Ingenuo significa nacido libre, recordó. En otro momento, hubiera sonreído con el recuerdo. Esta vez parecía otro oscuro presagio más) Era una tormenta interior que arreciaba con tal violencia que llegó a desear que llegara su turno, para encaminarse al sufrimiento como quien corre hacia su esperanza. Pero ese mal materializado que lo mantenía inerme, parecía no llegar a su fin, y nunca llegaría, de algún modo. Sin embargo, algún fallo en el cálculo del tiempo permitió que, tres o cuatro veces pensado, estos sentimientos se aliviasen, y su mente se abstrayera de la intensidad del acecho que había sentido ¿Querrían que estuviese con la guardia baja ante sus amables acusaciones llenas de veneno aunque aparentemente condescendientes? Supuso que sí. Y se sintió más fuerte. Aunque sabía que era una sensación transitoria que sería desmentida cuando fuera llevado ante la comisión, de una jerarquía mínima y una rigurosidad máxima, acuciada a su vez por otras comisiones superiores..a su vez lejanísimas en jerarquí y poder del verdadero Consejo.También el mal es banal, se permitió ser cínico (¿había sustituido su inmadurez por ello, o la había disfrazado?, y quienes me castigarán está llenos de rencor, miedo y amargura hacia otras sombras parecidas. Y de nuevo eso le envalentonó brevemente.

Fue un sonido breve, y una mirada huidiza de otro de los sirvientes de la Compañía. De talla normal, flaco y tieso de hombros, como un gato resabiado y temeroso. Esa breve impresión lehizo sentir por él un fugaz relámpago de simpatía, aun con su bigotito fruncido por su labio superior y sus gafas pretendieran distanciarse de él y sus problemas. No se veía la cara, pero la suponía angustiada y ansiosa de comprensión. El sirviente, con su camisa oscura y su chaqueta gris, le guió rápidamente a lo largo de pasillos fríos y mal iluminados. El eco de los pasos resonaba como percusión de una caja arrugada y defectuosa. Llegaron a una puerta, y al pasarla, esperaron un ascensor lejano. Estaban en el sótano. La puerta se abrió, y bajaron aún más.

-Espero que entienda que mi actuación es puramente profesional- dijo su guía. La repentina afirmación sorprendió a G, que trató de sonreír. Él también era alguien atrapado. Y eso significaba que era su compañero- y que tengo que advertirle de que toda su comparecencia será grabada. Deberá guardar el debido respeto a todos los miembros de la comisión, y hablar sólo en caso de que se le conceda la palabra. La compañía se reserva el derecho de llamarlo a usted todas las veces que considere necesario. y las informaciones sobre las que se le pregunte proceden de un exclusivo anonimato. No pregunte acerca de quienes las proveyeron. Responda de manera clara. Tras la comparecencia, se le informará de si puede volver a su puesto, o será cambiado, o separado del mismo.

Aturdido, asentía. Antes de poder entablar conversación con él, había vuelto a su costado, mirando como el pasillo se alargaba, y las luces se encendían brevemente a su paso para enseguida desaparecer. Había una puerta a la izquierda. Entraron, subieron otra escalera y G supo que la siguiente, más amplia, era aquella tras la que sus temores y esperanzas esperaban. El sirviente llamó, y una cara inexpresiva le miró, como si fuera una estatua defectuosa. Los rasgos duros y picudos de su cara y su pelo escaso debían servirle para dar una bienvenida adecuada, pensó G. Ahora que llego a lo que me aterroriza, me encuentro divertido como pocas veces. Y no sé si es una forma de voluntad de resistencia o destrrucción. Si había abierto la puerta, era el menos poderoso de todos. Cuando entró, el silencio se imponía. Tuvo que sentarse alejado de una mesa ovalada alrededor de la cual, 7 personas hablaban de él y con él sin mirarlo.

"Hemos recibido informes muy desfavorables de su actitud, 2045678MYRX" empezó una voz femenina con tono cortante... Y entonces supo que allí empezarían sus problemas.

domingo, 5 de agosto de 2012

Olympic Games 3. Impresiones fugaces

Bien, ya ha pasado una semana desde que Mr.Bean y yo soñábamos que algún día seríamos campeones olímpicos. Queda una semana por delante para disfrutar, pero se pueden escribir algunas cosas, una ez que el Dios Phelps nos ha llenado de dolor acabando su majestuosa carrera y el Dios Bolt ha reivindicado su dominio en el atletismo mundial.

1. ¿Cuánta tierra necesita un hombre? es un maravilloso cuento de Tolstoi, que trata con desenfado asuntos como la ambición, la codicia y la fragilidad humana. Cuántas medallas necesita un país para olvidar que el juego prevalece sobre la exigencia, que una mdealla alegra pero no cura, y que es imposible recoger sin sembrar.

2. Dobles de tenis. Disfruté y sufrí el partido de semifinales que perdieron Ferrer y Feliciano contra la pareja francesa. Pero es muuuy incómodo ver 5 segundos de punto y más de medio minuto de preparación, con las parejas cuchicheando. ¿Qué es eso tan importante que tienen que decir? ¿no pueden esperarse? ¿necesitan darse ánimos cada 10 segundos? Ay de mí.

3. Doma olímpica. De todos los animales, uno de los más bonitos es el caballo (lógico, habiendo tantos insectos repugnantes). Pero aún sin ellos, lo sería. Entiendo que las pruebas con caballos son estéticas, pero entre su ambiente versallesco y sus bailes gráciles, no acabo de entender por qué gigura en el programa olímpico y no un campeonato de Super Mario Bros. Y perdón si algún insecto que haya leído este punto se siente ofendido.

4. España es...españa, pero esto ya no debería ni servir de excusa. Invertimos en los eportes rentables e ignoramos otros cuyo fomento facilitaría conductas más saludables. La fractura entre el deporte hiperprofesionalizado y de base es algo doloroso de ver. Y el equivalente en este campo a una conducta generalizada, y a mi juicio errónea, en el país.

5. El tiro. Coger un rifle o una pistola y empezar a pegar tiros me recuerda a la escena de Torrente, cuando se va a hacer el dominguero tirando a latas de fanta usadas. Lo siento, pero no lo puedo evitar.

6. La gimnasia. No es mi deporte favorito, pero le reconozco un mérito tremendo. Me parece crudelísimo depender de evaluaciones subjetivas, tras jornadas extenuantes de preparación, y teniendo que mantener na concentración en la competición que me parece que roza lo humanamente posible. Que cosas hacen :)

7. Las mujeres mantienen a flote a este país. Es un hecho.

8. El festival nacionalista es comprensible, dentro de unos límites. Francamente, prefiero ver a los mejores sobrecogiéndome que a compatriotas que, con todo su esfuerzo, caen eliminados en primera ronda y se van a casa contentos de haber disfrutado de la experiencia mientras llevan cobrando una beca ADO 4 años. Y aunque en general me gustan los comentaristas, no entiendo su histerismo cuando un español está en liza. Ni tampoco creo que nadie vaya a destrozar sus marcas dándose cuenta repentinamente de que en la grada hay dos personas gritándole que vamos, que siga, que lo dé todo. Aunque bueno, eso es como cuando una grita al elevisor para que un futbolista chute. que se le va a hacer.

9. Dos comentarios memorables. El primer día, en la natación al de teledeporte creía que no estaba en directo para la primera carrera pero no le importaba, porque según dijo, esa ronda era "para mataos" y otro en la programación ayer, más o menos algo así como...""¡Esta noche tendremos la final de 10.000 masculina! (sonrisa amplísima) donde ya saben que siempre contamos con un participante español en dicha final...desde...20007, un...ehh...un marroquí" Fue un 0_o importante. pero bueno. Si alguien sabe que quería decir, que me avise.

y 10. El tiburón de Baltimore y el guepardo jamaicano. Dos monstruos irrepetibles que nos hacen soñar con que lo que nunca se hizo, podrá hacerse alguna vez, quizá antes de lo que pensamos. Creo que prefiero la natación, pero también es cierto que da más posibilidades de medalla. Así que que cada uno elija su favorito. Dos deportistas inigualables. Dos excusas para encontrar un poco más de alegría en estos tiempos oscuros.

PD1: Para los amigos de fieredeportiva.es escribí esto acerca del gran Phelps, por si os apetece, me spameo mi propio espacio xD

PD 2: Disfrutad del deporte olímpico, es imposible que no haya nada que os guste. Incluso si es domar a un caballo y hacerlo bailar. Un abrazo, amigüitos. Que la paz olímpica os acompañe.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Olympic Games, 2. La soledad del mito inalcanzable, o del mérito y el éxito


Se equivocó, dicen los expertos. En el primer viraje no imprimió toda la fuerza que podría y al fianl se dejo llevar demasiado, así que 5 centésimas le privaron de lo alto del podio, ese que siempre ha parecido su lugar natural. Más en una prueba que llevaba 11 años dominando sin misericordia. Su vencedor, el joven sudafricano Chad le Clos, no se lo creía, una victoria ante su ídolo, al que parecía avergonzado de ganar. Tras el podio, la vuelta a la piscina para recibir la ovación (¿Cómo se oirá el estruendo de la gente entrando en el agua y saliendo a la superficie?). El segundo guió a su sorprendente verdugo a través de las cámaras y le recordaba que mostrara más su oro. No era para menos, era un orgullo. Tras la lección de competitividad en el agua, le lección de deportividad fuera de ella.

Mientras el deporte sucedía, la espiral opinativa que crece insoportablemente cuando algo va mal en España (y en estos momentos, pocas cosas parecen ir bien) se centraba en esa conducta antideportiva analista del deporte que promueven los medios de comunicación envueltos en una bandera que ni respetan ni aprecian,de acuerdo a su odiosidad analítica y su antipatía. Los árbitros nos odian, los rivales nos envidian...en definitiva, que suplimos con una falsa competitividad disfrazada de excusas y envidias rastreras lo que no sabemos competir (con una actitud generalmente encomiable por parte de los profesionales y los que mejor saben lo difícil que es ganar a cualquiera) en los terrenos de juego. Y esta actitud que utiliza el deporte para demostrar lo opuesto a lo que el mismo debería ser sirve para todo, en economía, cultura, educación, política, en el día a día. Ganamos y no sabemos acordarnos del vencedor. Perdemos y nos acordamos de todo menos del rival. Pasamos de la soberbia estúpide del "soy español ¿a qué quieres que te gane?" al "nos han vuelto a atracar". Si fuera una pataleta, aún. Pero es una actitud persistente que nos impide ver la realidad. Que hemos vivido durante años manteniendo un sistema económico insostenible. Que hemos permitido que una casta dirigiese, y aún lo hace, los caminos de un país con una sociedad civil anestesiada o presa de la demagogia opuesta a la de los primeros. Que despreciamos los méritos e idolatramos los éxitos. Que fui a una Universidad con casi 8 siglos de Historia y había profesores que dictaban las clases y la hermeneútica (el saber fundamental de un jurista) era despreciada en favor de la competición memorística con un tomo, que nunca olvida. Que eso no me exime de mis errores y de no haber sido un estudiante mejor.

Sólo pensamos en GANAR. Nunca en competir, mejorar, aprender, disfrutar, competir, saber. El éxito es un medio en sí mismo para conseguir el siguiente. Y cualquier triunfo queda empañazdo por una depresión post-éxito que induce a exigir nuevos triunfos a quienes mejor saben lo difícil que es. Perdonamos las trampas. Apólogos del éxito que nunca han ganado nada más que púlpitos desde los que inyectar sus mensajes venenosos, machacan a los perdedores (y a los ganadores, si son extranjeros o no de su equipo) e insisten en que "de los segundos no se acuerda nadie". Y en días luminosos, el mejor deportista que quien escribe esto ha visto, con 19 medallas (15 de oro) olímpicas,  mundiales y decenas de records, queda segundo por un parpadeo, lo asume tras la decepción inicial y da una lección de deportividad que debería ser lo normal. Será que en el agua no hay penalties que lo excusen todo.

Supongo que mucha gente opina que no hay merito en saber perder cuando uno ha ganado tanto. Y esta es la indecencia que impide el debate y lo arruina todo. La forma limpia de pensar es que esa actitud es la causa y no la consecuencia de tantas victorias. Porque lo normal es perder. En cada disciplina hay magníficos deportistas y sólo uno puede ser el primero.El buen deportista se prepara para competir lo mejor que pueda y ganar a través del mérito. El malo repite que sólo le importa ganar, y cuando pierde se justifica, incoherentemente. Ayer escuchaba a un periodista futbolero hablar de que el espíritu olímpico era "una pamplina" y "argumentaba" que a Japón "le habían atracado" en gimnasia. Apostaría que no era un experto en la materia.

Menos de una hora después, Michael Phelps se convertía en el deportista más laureado de la historia de los Juegos Olímpicos. Hoy, la prensa deportiva española trae en portada declaraciones de pretemporada de futbolistas y entrenadores, y rumores. La tragedia del fútbol, un deporte que me encanta. Fuera del campo, está absorbiendo cada rasgo que nos hace ser menos serios, cultos, sabios y buenos para formar una sociedad de canis y chonis, y está desfigurándose seriamente como lo que es: un hermoso deporte. Pero eso hoy no importa. Ayer hubo una muestra más (como ha habido tantas, menos vistas, como la del judoka español al que los jueces dieron perdedor de su combate tras terminar empatados)  de saber estar, vivir la vida consciente de las limitaciones propias, respetar al contrario y saber que la verdadera victoria es dar lo mejor de ti mismo. Y crecer a través de los triunfos, los fracasos, y llegar a saber quien eres. Sin quejarte a voces porque la realidad niega contundentemente aquello que los delirios de grandeza sembraron en un ego siempre fértil. Y sin querer lanzar pedradas contra quien está alguna vez más alto que uno. Algunos están tan alto que es imposible, afortunadamente.

Enhorabuena, Michael, you´re simply the best! :)





lunes, 30 de julio de 2012

Olympic Games, 1 (basket)

Los JJOO son de lo mejor que hay, tantos grandes deportistas, disciplinas casi desconocidas pero divertidísimas y voley playa femenino (para mujeres, abanderados de islas exóticos rociados de aceite en su torso desnudo xD). Así que por escribir algo, me animaré a contar cosillas de cuando en cuando. Empiezo por el baloncesto, y el partido de ayer de España. Que os guste, u os interese...y si no, encontrad vuestro deporte y seguidlo con la pasión que merece ;) Ahí voy

ALGUNAS DUDAS, MUCHAS CERTEZAS


Una idea extraña y perniciosa se ha instalado sobre la selección española de baloncesto: la creencia difusa y generalizada de que está situada en un nivel deportivo eqiparable  a la selección olímpica estadounidense. En ese ambiente, afortunadamente amortiguado por la reciente derrota ante dicha selección, debe moverse un equipo extraordinario al que se exige una tarea titánica. Enfrentarse de igual a igual a un equipo situado varios peldaños por encima de todos los demás y lo que supone ello, llegar a una final olímpica cuyo camino parece considerarse mero trámite.

El primer paso del camino olímpico consistía en el enfrentamiento ante una vieja conocida la (lentamente) emergente selección china. Retirada su gran estrella mundial Yao Ming, el plan chino consistía en el planteamiento de una defensa zonal que pretendía cortocircuitar el juego interior de España, que ejecuta pero también crea buena parte del caudal ofensivo de la selección. En ataque, jugar abiertos y alejar de la zona a esos mismos interiores para aprovechar las ayudas de los exteriores y crear espacios para ejecutar sus tiros lejanos. Blindar lo máximo posible su zona y abrir lo máximo posible la española, sacando a mar abierto a los interiores.

Los primeros compases del partido ofrecieron una buena muestra del plan chino, ayudado por los nervios españoles. Se lograba cargar de faltas a la seleción china, pero ésta aceptaba el precio consciente de que sus opciones pasaban por frenar el ritmo ofensivo español y encontrar buenas posiciones de tiro, algo que al principio lograron gracias en buena medida a desajustes en la defensa española que se fueron subsanando a lo largo del partido en buena medida. Las estrategias basadas en el rival tienen el inconveniente de que requieren de una motivación férrea y una fe absoluta en su conveniencia para ser llevada a cabo. Tarea difícil cuando el talento de los jugadores sobrepasa pizarras y el mejor equipo impone su variedad de recursos para ir abriendo brecha en el marcador. Tras una salida muy dubitativa por parte de ambos equipos (0/6 en los primeros minutos para España), Calderón decidió tranquilizar a su equipo ante las entusiastas acometidas chinas y anotó 8 puntos en un abrir y cerrar de ojos. Debe prodigarse más en la función anotadora, porque ofrece tantas garantías como el que más. Excluído Gasol. Pau Comenzó a forzar la defensa china y dió las primeras, exigüas, ventajas a España. Durante todo el partido se mostró difícilmente defendible, ofreciendo una gama de recursos y soluciones extraordinaria. China se resitía a claudicar, apoyándose en su momentáneo acierto en los triples y en el comienzo de la portentosa actuacion de Jianlian Yi. El errante jugador NBA de talento indiscutible y fragilidad mental apenas disimulable fue un tornado que arrasó la defensa española, con su muñeca, su movilidad y su fuerza. Su desempeño defensivo no estuvo a la altura, y fue sobrepasado por el desgaste al que le impusieron sus pívots españoles. Cargado de faltas desde muy pronto, resulta difícil adivinar porque no se intentó atacarle con más persistencia, mientras se mostraba implacable en ataque. Un jugador que debiera pensar seriamente en cruzar el océano; sería una estrella en cualquier equipo de Europa... y se convence de que puede serlo. Sus compañeros asistían encantados a su exhibición y de cuando en cuando, intentaban tiros inverosímiles, principalmente desde más allá de la línea de 3.

China ejemplifica perfectamente la revolución inesperada quelleva encarnando el triple desde su creación: concebido para abrir el campo y el juego, dotándolo de un precioso recurso adicional, muchos equipos han optado por la aritmética más árida y han configurado un juego más pobre y tosco de baloncesto (jugado por jugadores cada vez más altos, fuertes y mejores, desde luego) China es uno de estos equipos. Los cuasi inalcanzables EEUU, otro, aunque a diferencia de éstos, sus recursos parecen inagotables. Confiemos en que Borges tuviera razón al aseverar que el juego es infinito.

Así que China, que quiso vivir en ataque del triple, murió del triple. Una enfermedad y un final nada inhabituales. El gran partido de Yi, los problemas creados a España en el pick&roll y en los cortes hacia canasta muestran otro posible camino para esta selección, aprovechando las amenazas de sus tiros lejanos (Tartakower, afamado ajedrecista decía que la amenaza es más fuerte que la ejecución) sin dejar que su exceso arruine sus esfuerzos. Justo es decir que el partido defensivo español no constituye la mejor piedra de toque. Las ayudas llegaban tarde y la presión de la línea de pase fue bastante blanda. Nada grave, seguramente sean problemas subsanados por la propia competición, al enfrentarnos a rivales más poderosos. Mayor preocupación deben suscitar las pérdidas de balón pensando en futuros partidos. Es esencial reducirlas al mínimo razonable que el deporte de alto nivel puede pedir. Y también deberá acostumbrarse a pelear entre trincheras, y apenas a campo abierto España cuenta con 3 bases excepcionales para afrontar la tarea de imponer el ritmo adecuado, pero no será fácil. El partido, entre el intercambio de canastas propio de una selección dosificando esfuerzos, se estabilizó en torno a unas ventajas de 10 puntos españolas. Un intento de reacción china que acabó en el tercer cuarto, que terminó con una jugada española mal ejecutado con un triple a falta de 6 segundos, en el que el rebote chino no acabó en un intento de lanzamiento siquiera. El cuarto periodo sirvió para apuntalar la victoria. Pudimos admirar el genio eterno de Navarro, cuyo concurso será imprescindible para aspirar a lo más alto, y la solidez de un Ibaka plenamente integrado como las noticias más positivas en lo que a actuaciones individuales se refiere, dejando claro que Pau Gasol casi siempre está a un nivel superlativo y este encuentro no fue la excepción. Al final del partido hubo varios tramos en los que la selección jugo con el vigor y el ritmo a que nos tiene (mal)acostumbrados y aumentó la diferencia cerrando, con algunas dudas pero varias certezas, el primer escalón del ascenso a una gloria esquiva y deseada que a pesar de todas las dificultades que aparecerán en el camino hacia ella se ha ganado el derecho a aspirar.




Disfrutad el verano y todo lo bueno que pueda ofrecer la vida en estos tiempos difíciles :) un abrazo a todos los que vengáis

viernes, 22 de junio de 2012

Caímos en la noche

Nada había, porque nada existía fuera de nosotros, y lo que nuestros sentidos cercenados vagamente lograban intuir. Silenciados, veíamos con nuestros dedos las piedras antiguas, nuestro rostro sentía las tempestades lejanas, nos oíamos y no pronunciábamos palabras. Olíamos el humo. Pisábamos monedas frías. Avanzábamos en espirales, entre salones derruidos.

No era la oscuridad que alguna luz lejana disipa y burla de repente. Era viscosa y helada. Había gritos y a veces risas nerviosas. Las estrellas no aparecían. Los susurros daban noticias de nosotros. Había una guerra. Quien buscaba la luz, rasgaba la palma de sus manos, sacrificando algo más claro que la noche cruel. Quien apelaba diciendo que deberíamos esprear la luz del cielo, sin enemistarnos con el creador de la oscuridad, habían cubierto sus manos con el lodo del suelo. Se buscaban, discutían, gruñían y construían teogonías detalladas. También existían ateos, sofistas, místicos, violentos. ¿Quién creyó en las revelaciones de videntes en un mundo cegado? ¿Qué se manifestó en esos rumores persistentes de una hoguera lejana desde la que se había iniciado la redención? Separados de la luz. Una espesa negrura que ningún límite contiene. El goteo de una tubería cercana nos parecía la percusión de una sinfonía, y los gruñidos de violencia y agonía de animales salvajes una manifestación de vitalidad y alabanza.

Había quien se acostumbró a vivir entre muros, y recorrerlos. Hubo quien siguió el sonido de las corrientes del gran río, que nunca se demostró ser el mismo, o bien distintos. Breves formas que adaptadas surgieron, alimentaban ascéticamente y de vez en cuando proporcionaban visiones de colores. Su crueldad fue declarada y prohibidamente veíamos grifos, leviatanes, hidras, recuerdos de cuentos que los viejos enseñaban a los jóvenes, cada generación más absortos. ¿Qué es un hocico, qué una escama, qué una ola? Sorprendidos por la súbita oscuridad, todo se simplifica y la cadena se torna de terciopelo (un día nos dijeron que era lo contrario del tacto de las rocas).

En esa noche ferviente, construíamos vidas. Aprendimos a conocernos por el ruido de las pisadas, a reunirnos en asambleas banales que daban constancia de nuestra resignación y lamentos, pero que servían para llorar porque al lado había alguien que también había compartido nuestras esperanzas, y también lloraba. Pedíamos una explicación, un salvador, una promesa. Pero caíamos, y seguíamos cayendo, pocos habíamos conocido la luz, y para algunos, su vuelta sería el verdadero suplicio. La madera podrida. La lluvia, ácida. En despojos de palacios, cabalgaba la muerte en manos de sectas terribles. Y en las orillas del río, un olor indescriptible nos alejaba. Vagábamos enloqueciendo. Huíamos sin pausa. En pozos antiguos, nos aferrábamos a las ramas de frutas dulces, sin importarnos nada.

Caídos en la noche, esperábamos merecer la nueva oportunidad de una aurora.

domingo, 3 de junio de 2012

La imposibilidad de la lluvia

Puede acariciarte o golpearte, estremecerte o liberarte, pero es imposible expresar lo que es la lluvia. Una vez más no, por favor. Hemos oído todas las onomatopeyas y las enumeraciones son un desperdicio de imágenes. La lluvia es imposible de expresar. Sobre un papel y una pantalla. Afortunadamente, su magia recurrente ha sido compartida y sus símbolos se nos dan con frecuencia como para que no haga falta.

Ayer, la lluvia rasgaba mi ventana y ponía un fondo de percusión y trazos líquidos que aislaban mi cuarto del mundo exterior. Creo que me sentía bien. Melancólico y distante. Los ritmos de la lluvia fina serenaban todo, y acompasaban todo. Los esfuerzos juguetones de la memoria y la imaginación para recordar volutas de humo surgiendo de una taza blanca de chocolate. Otras ventanas. El olor de la tierra mojada. Las espinas y los arcos oxidados de cementerios de pueblos moribundos. La lumbre que crepita en un cuartín diminuto y dialoga rítmicamente con el caer gota a gota. La mitología privada irlandesa que uno va confeccionando caprichosamente. Las lágrimas en la lluvia, las tempestades que nadie oirá sobre mares que han sepultado cosas que otros desdichados ojos vieron y no pudieron contar. En fin, hay millones. Pero que difícil es dejar de describir la magia de formar parte de lo de fuera a través del hechizo interno y el asombro ante lo más natural. La nieve cae en el silencio, y ese silencio es fecundo para soñar (al menos, supongo, para aquellos que no hemos nacido en países nórdicos o Invernalia . El intervalo de la caída del agua crea un espacio imposible de mejorar con nada que no sea ese compás primario imitado con resultados parecidos a los míos intentando ganar al ajedrez a Fritz (un insolente amigo ajedrecista que vive en un juego) cuando se pone en un nivel medio o alto. Ridículos, jugadas extravagantes. pero tampoco importa demasiado, porque es algo común. Quizá no visteís la fina película de agua que difuminaba colinas y campos ondulados, pero visteís otros contornos, y os sentisteís de una forma similar. Sólo sé que no sabía que escribir, y ayer pensaba viendo la lluvia en el suelo de una calle preciosa y querida para í los reflejos de los faroles antiguos, y una grata sensación de que a veces todo parece encajar, o al menos, sería posible.que hay cosas que no sabemos expresar, per todos hemos sentido. Que vivir (generalizando a lo bestia, en cierto modo) es más fácil, si uno se lo propone. Que hay palabras: mar, libertad, azar, hogar, fuego, amor de madre, ventura, macroeconomía... cuyo eco fortalece o enerva. Y que hay que usarlas con cuidado. Y si las cosas viene bien, engullir con gula. Y salir a la lluvia, o sentir la paz.

¿Alguna más, gente?



Es la lluvia de siempre, la actual
que en lo tocante a lluvias
es un absurdo ser original

Andrés Trapiello






jueves, 24 de mayo de 2012

Siste viator

Detente, viajero. Contempla el mar y el muro de piedra, que va cayendo, como cayeron tantos sueños que el tiempo y el rencor sepultaron. Piensa en la magia. Resuelve ser honrado y valiente. Y no ignores el destino de aquellos que se rebelaron contra la agonía de las nubes. Sé uno de ellos. Más allá del breve camino entre precipicios y galernas, una breve cabaña hallarás, que una habitacíon encierra. Y si te atreves a pasar, te mostraré que hallarás cuando cruces la puerta.

La habitación es austera, y apenas filtra el sol. Y cada puerta es una caída de algún abismo anterior, entre ardiente oscuridad y ecos de magia, chirriando para romper la conciencia. Puedes caer sobre una ciudad costera, que alberga un palacio de cristal que impide mirar a las muchedumbres rencorosas, condenadas en sus casuchas de barro, dedicados a la dura tarea de alimentar al señor del palacio, y ninguno de los cuales ha visto el rostro siquiera del más humilde de sus sirvientes. Sus costas marinas, escarpadas y fieras, como un predador acechado. Puedes flotar por encima de tu propia conciencia, ser tu propio angel, amansar tu bestia interior y contemplar el reino que antes de nacer, fijado estaba para ti, y que quizá obtengas. Incluso se mostrará, si deseas, como hubieras sido, si hubieras seguido otra vereda que creíste peor y que quizá...¿qué destino me espera en la dirección que no tomo? que se te mostrará, si lo deseas.

Puedes mirar a la cara de un dios que cuando era poderoso entre las naciones, rompió la soberbia de las olas, su creación inacabada y su rugido que nadie oirá más allá de aquí. Puedes experimentar el vacío del absoluto. Puedes conocer el nombre de las plantas de la selva y de las aves. Sentir que la lanza te atraviesa, y despiertas, la espesura antes del momento postrero, la decadencia del ocaso y la maldad indiferente del cielo estrellado, que no es tuyo, aunque las voces te susurren que fue colocado para alabarte. Pero puedes viajar a ellas. A su vacío sórdido, a su consuelo extraño. A esa luz mentirosa que no refleja una verdad. Pero puedes viajar a ellas.

Entra y contempla la gran corte del sultán y el terror de sus fieras lejanas, con dientes como puñales. Sé el sultán, su favorita, su visir taimado, su habitación repleta de lujos vanos, su muerte que teme, o su placer esquivo y encerrado. Sé el abanderado en la batalla, con el espíritu inflamado de una sensación demente resuelto a no dar ni pedir tregua. Sólo correr hacia el enemigo y encontrarse con sus filos y caer...caer al traspasar otra puerta al azar. Besos de fantasía. Discusiones apremiantes oídas tras la pared, con vergüenza. Miradas de condenados. Lenguas que osan hablar, aunque no hagan nada con sus manos. Conocerás con súbita clarividencia la ciencia y el arte. Enjambres de átomos te poseerán y viajarás hacia la esencia de la realidad. Políticos perspicaces y honestos, prohombres de las patrias, todos escribieron para ti. Augures que leen tu futuro en el filo de un sable, sangrando tus entrañas. Menús que fueron populares en una barriada de París entre casas ruinosas y la revolución flotando. Proyectos de tus viajes se convertiran en realidad, resumidos en un verso. "Yo viajé en el Transiberiano, y fui acunado por la mano leve de la nieve plácida". Verás, si quieres, un mapa de dragones, y portentosas fieras, guías para el sonámbulo que atraviesa los días a través de la llanura. Crecerán cordilleras frente a tu ventana, y las cumbres te llamarán. Caerás al llegar, de nuevo. Serás galerista, artista, marchante y excéntrico comprador. Olvidarás que el arte es un juego de espejos y serás otra pieza. Compondrás canciones populares que tu gente adoptará. Vivirás sobre una columna. Bucearás hasta simas innacesibles, y tus iluminadas manos sonreirán al convocar las maravillas y verlas.

Tienes bibliotecas de paredes hexagonales que asemejan almenas para ti, salas repletas de sepulcros donde huele a miel y a la cera donde grandes reyes del pasado trataron de vencer al olvido. Allá estás tú también, que ahora lees, antes de nacer, olvidando, con la misma dificultad con que aprenderás después reglas y picardías. En un barco de guerra perseguirás a alguien que eres tú, con diferente alma y con la cara distinta. Sentirás entre los ecos guerreros de la habitación el frenesí del perseguidos y el pavor de la víctima. Y te matarás, después, para volver a nacer, convertido en quimera. Quizá tus llamas incendíen y destruyan de nuevo la biblioteca. Pero, como la doctrina de los místicos, es eterna, aunque nada quede. Tu propia eternidad será mostrada. Y tu fragilidad pavorosa. Y tu fuerza, y tus lágrimas de pérdida. Profecías impetuosas te aturdirán. Tormentas que iluminan una escalera sin fin, pero a cada peldaño más estrecha. Caerás y renacerás. El ciclo debe ser completado, aunque sea una espiral moviéndose en las ondas del agua. Verás aún muchas más cosas, que mi imaginación ni sospechar puede siquiera.

Y si al final, vencedor refulgente como eres, más sabio y más sutil, entenderás lo que significan todas estas palabras. No te detengas, viajero. Abre las puertas.