La conversación
- ¿Qué ha pasado?
- Se nos ha hecho demasiado tarde. La luz se ha despeñado hacia donde no sabremos verla y se derrama entre nosotros la oscuridad, desde algún otro cielo. El espacio entre nosotros, y nosotros y todo lo demás, crece hacia la lejanía inabarcable. El frío corre por las calles y esas risas podridas que traen más frío crecen desde las afueras. Hasta la alegría es oscura hoy. Las figuras se han convertido en siluetas, decorados marchitos, hasta nuestras voces tienen otro tono si no podemos ver las caras. Todas las cosas se van alejando y siento vértigo. La luz que imaginamos es de otros días y no vendrá la de mañana. Todo es oscuro, y dentro de los edificios, las formas abigarradas de cualquier objeto inocente parecen amenazas fieras. Las paredes se inclinan, frágiles, y los pájaros trazan inquietud en su batir nervioso de alas.
- ¿Y el sol?
- El sol es otro abismo. Desde lejos vienen, desde las entrañas de la tierra han cabalgado sobre los charcos, y no los veremos llegar, sentiremos los cascos de sus caballos cuando sea demasiado tarde y el amanecer traiga un manto lechoso que aprisionará la tierra.
- ¿Y las bombillas?
- Reflejan tonos de ayer, y sólo resaltan más la oscuridad, se pliegan a su condición primordial que han recordado de repente. Mañana ya habremos olvidado como soportarla. Regresamos al inicio de las edades, quizá podríamos hacer un nuevo comienzo...pero es vana esperanza, todo será igual, de nuevo. La fatiga de construir durará demasiado.
- ¿Y nuestras palabras?
- Las palabras nacen muertas, y saben amargas en la boca. No saben que quieren nombrar, y el corazón se esfuerza en expresarse, pero no le sirve el lenguaje humano y se angustia por no poder ser ayudado, se consume y se quema dentro.
-¿Por qué siento entonces cada vez más frío?
-Porque la claridad se nos ha muerto y el fuego que nos va consumiendo es un hacha de plata que con cortes precisos y sinuosos y como un demonio jovial, hace formas burlescas con nuestras entrañas.
- ¿Y esa luz que se acerca desde el cielo?
- Podría ser una nueva forma de esperanza, que trajera nuevas formas de mirar. Ojalá así fuera, pero temo que será de nuevo na luz cegadora, que dañe nuestras pupilas aún más que la negrura que nos envuelve alrededor.
- ¿Y tú?
- Siento mi cuerpo y mi alma como una serie de pliegues que se revuelven contra si mismos. Y cuando el aliento del aire llegue desde las simas en las que ha crecido hará de ellos arenisca torpe que caerá en silencio y sin honor. Oigo mi voz más maliciosa, noto mi mirada más susceptible, soy más propenso al odio. Amigo mío, debemos separarnos.
- Adiós, amigo. No te dejes vencer, aunque seas vencido.
Una carta irrelevante
Hola, amigo _______
Esta carta no atravesará ningún desierto, ni sentirá la brisa suave en un viaje a través de reinos desconocidos. Su destino será reposar en un cajón ajado y triste bajo una pila de papeles:la experiencia, hija de la memoria y maestra de la vida, aunque en mí es breve, me permitirá acercarme al que serás, cuando el tiempo cobre sus usuras y la casualidad te traiga de nuevo hacia mí.
Ahora el futuro es un reino ignoto y que conquistarás sólo con tu sonrisa displicente, piensas. Todo tiene arreglo y las riquezas de la vida y el mundo se abrirán ante ti, porque lo mereces y vales. Mientras esperas la invitación a la fiesta perenne de tu vida, esperas y esperas.
Pero tú también envejecerás. Tu piel será menos tersa, tus sentidos menos fiables, tus músculos menos complacientes a tu orden, tu cerebro más confuso. Te arrepentirás, culparás al mundo y a la vida, y apurarás el trago amargo. Cuando te contemples joven, sentirás que has perdido todo un reino, y será verdad. Adios. Un día, al ordenar tus cosas,recordarás esta carta y curioso la leerás. Ya sé que acabarás con ella, conmigo, que soy lo que tú pudiste ser, si lo hubieras deseado. La rabia adoptará la forma del desdén, para que puedas engañarte mejor. Me romperás en mil pedazos. Me olvidarás enseguida.
Olvidado Siglo
Andrei Chernikovski, probo funcionario del partido
fue arrojado a las frías aguas del Nevá. Los enekauvedés
encontraron pruebas de su conspiración
para adquirir una tableta de chocolate en el mercado negro. Su hermano, Dmitri
que atacó un nido de ametralladoras y sobrevivió, perdiendo su pierna, fue juzgado
por su falta de valor en la defensa de Viazma. Su hermana, Olga,
trabajaba en la construcción
de engranajes frenéticos
y escribía poemas de amor subversivos y antipatrióticos, dedicados
no se sabe a quien.
Oskar Diermissen, ciudadano sombrío, consiguió una medalla
auxiliando a su vecina, a la que un puñado de niños famélicos parecía haber atacado
hasta que una patrulla urbana los aplacó. Las madres que seguían vivas
esperaron algunas noches, antes de asumir lo inevitable.
María Chacel fue conducida por Santiago, entre coches blancos,
hacia un sotano donde los agentes no tenían ojos, como nadie, esos días.
Un 15 de septiembre entró, para nunca salir de su celda
exactamente en el mismo sitio en el que hoy remolonean los oficinistas.
En la exótica Camboya (o Kampuchea democrática) cerca de
el refulgente Angkor Wat
un puñado de campesinos aplicaban las doctrinas de un libro proscrito
para iniciar una revuelta con insólito gozo.
Los "enemigos ocultos"
formaron termiteros con sus craneos destrozados, y sus cuerpos
al igual que el de los oficiales polacos en el bosque de Katyn, iniciaron
un nuevo ciclo otoñal y melancólico.
Manuel Ruiz, un campesino fue llamado en el 38 español,
para dar un paseo. Su amigo Julián,
había ido a Madrid unos meses antes y nunca volvió.
Solían discutir de política.
René Baum, que como los anteriores es una ficción, basada en hechos inconcebibles,
y tenía la cara de todos los abuelos en él
fue deportado hacia algún campo, y probablemente ni siquiera llegó a su destino.
Como los anteriores, se llamaba de miles de formas distintas,
con distinta edad, distinto sexo
distintas costumbres y personalidades, creencias y temores, angustias, esperanzas.
Debo esta escritura
en confort y en libertad a muchos de ellos pero
de ellos no puedo hablar como de sus representaciones en personajes de 3 versos.
Porque su historia ya ha pasado y no será contada.