lunes, 26 de abril de 2010

Sueños.

Todos tenemos sueños, menos los triunfitos, que tienen racimos de ellos, a cada cual más banal :DDDD. Pero bueno, me apetecía recoger algunos que he tenido y he recordado últimamente, igual algo modificados por el tiempo que ha pasado, los dos primeros son muuuuuy antiguos. Serán como relatos absurdos que quizá puedan parecerse a algunos de los vuestros, no hace falta decir que si os apetece contar alguno, será bien recibido.
---

Llegué a la ciudad desde una carretera sin pasado, con mi maleta roja que contrastaba con el tono gris de los edificios recortados contra las nubes negras del atardecer. La calle serpenteaba subiendo hacia dondequiera que me estuviese dirigiendo. Así que tras dejar la maleta en el suelo y contemplar la lucha de los edificios en llegar antes que los demás, a través de pináculos, antenas desquiciadas, pantallas o paneles, esferas y efigies, a un cielo que no los acogería, comencé a caminar.

De pronto, en medio de una calle sombría, las luces temblando como filos de navaja oxidada, sin estruendo ni aviso todos esos soberbios edificios se frustran en su vano intento, fuese cual fuese y se desploman sus fachadas, más finas que el aire espeso que forma la noche negra. En realidad, más que caer...se descascaraban, las veo caer leves como plumas, sus piezas nimias pierden la consistencia y van cayendo haci la calle que las acoge y no deja rastro, como la llovizna en un río y dejan detrás sombras deformes que no logro identificar, pues sigo por el camino, hacia donde no sé.

Tras seguir no sé cuanto tiempo por la calle, viendo como no queda apenas nada de lo que parecía una ciudad imponente aunque durmiera, sin volver la vista atrás, llego hasta un lugar donde se superponen colinas con algo a lo lejos que no logro distinguir, mientras siento que el viento mece las hierbas altas y comienza a amanecer. Al acaercarme, distingo. Son cruces, es un cementerio. Y ahora el camino es espiral hasta llegar a sus cimas. tengo que seguirlo, la lógica de mi sueño me lo obliga. Y mientras subo veo lápidas relucientes de marmol blanco que la humeda y el tiempo aún no han mellado, entre la hierba verde que refulge y se mueve entre ellas. Y los nombres que figuran en ellas son conocidos.

No me dí cuenta cuando empezaba a subir, pero luego, al pasar más cerca de alguna, ví un nombre que me causó escalofrío leer. Y después, en la fatigosa subida que circnda una y otra vez la colina postera en una subida fatigosa, me detengo a comprobar cada nombre...y siempre los conozco. Llegó al fin a la última, con un sentimiento de horror creciente. Hay un hueco en la última, pero no lleno de tierra, sino de una imagen plácida, de un mediodía ventoso y con un cielo azul que no ve ninguna nube, mientras los árboles se mueven lentamente sobre ellos. Hay una paz inmensa en esa imagen. Veo el nombre de la lápida al lado, que parece que se pondrá en su sitio en breve. Es el mío. Alguien me empuja. Noto el viento en mi cara durante la caída interminable. No siento miedo.

---

El diablo está en la ciudad, dice el presentador del telediario con su voz neutra. Mi casa está cerrada y casi fortificada, apuntalado cualquier sitio por donde alguien pueda entrar, pienso mientras me dirijo por unas escaleras hacia mi habitación, entre la oscuridad que apenas es una luz azulada detrás de mí no apagué la tele. Intento estar tranquilo, nadie podrá entrar...y a mitad de mi subida, me paro aterrado. Nadie podrá salir. Y él está dentro. Lo acabo de sentir: no ha habido ruidos ni un fogonazo de una lucecita, ni temblor de esa luz, ni un repentino silencio. Es algo que acabo de saber, no sé como. Está detrás de mí, y ahora no quiero volverme. Pero tampoco quiero que ataque a quien está dormido, así que intento huir, y de alguna manera absurda lo consigo (una escena de Dan Brown cualquiera, supongo ;PP) , salgo corriendo y estoy fuera, y he conseguido que salga. Luego peleamos (me defiendo, vamos) y siento que pierdo algo de miedo. Luego, ya no sé más.

---

En un salón de actos como el de mi antiguo instituto,un poco más grande y claro(es pleno día)van a dar un concierto los Heróes(los del silencio,no los de la serie,claro).Todavía no hay mucha gente,tengo compañeros a mi derecha,pero los asientos de la izquierda(2 o 3 antes del pasillo)aún están vacíos.Hay un telón,que parece una cortina roja de estas anchas de terciopelo,de palacios y asín,por la que pasa un señor,que es el bunbury,con el pelo teñido de rubio,muy rubio,que se pone a contarnos un monólogo de humor.No recuerdo que dice,sólo que mueve mucho las manos.Luego,nos cuenta que van a dar un concierto,creo.Y ya la sala parece más llena,llegan unos y se ponen a mi lado(ah,es verdad,es que toda la gente está sentada).Y la cortina se abre.El escenario es grande,pero es que los 4 están en la parte delantera,a la derecha según nuestra posición,acurrucadísimos y mirando con miedo(se nota mucho el miedo,eh) para arriba,a nosotros.Y bastante detrás hay un músico étnico de la India o así,vestido con ropas amplísimas y tocando un instrumento que parece un arpa que estuviera horizontal y con una cuerda larguísima que sobresale un montón,mientras a su lado,como un cantante de flamenco sentado en su silla y haciendo ruidos raros,como uuuuuuuaaaauuuuuiiiisssssuuuuuaaaaaaaa,o rrrrrrreeeeeeeeeeeeeoooooooodddddduuuuuuiiiiiiiiaaaammmmmmmmmm(en fin,ya me entendeís,no?)siguiendo la música del indio,que suena como un sitar de esos psicodélicos,está Manolo García(no sé como supe que era Manolo García,pero estoy seguro de que era él).Uno de los de la guitarra de los héroes(hay 2,otro con un támbor,y bunbury),se pone a rasguear una ccuerda de su guitarra,así que al sublime sonido de los otros dos se une un plin,plin,plin,plin...agudísimo.Un sindios,vamos.

Tras un poco así,hay gente que empieza a marcharse,y bunbury empieza a mover la boca,aunque yo no oigo nada,el del tambor empieza a aporrearlo y los de la guitarra tocan un poco una cosa que parece normal,pero siguen igual de acurrucadines que antes.Manolo García y el indio ahora estan callados,pero se miran el uno al otro,sólo.La gente se sigue yendo en mitad del concierto,aunque quedamos unos cuantos aún,que vemos como en mitad de la canción se va cerrando el telón.Y así estamos un rato en silencio:creo que no me acuerdo de más.

----

En una calle,hay una niña(es que parece una niña)de unos 3 o 4 años,con una media esfera de metal a modo de piercing,o chincheta grande en la parte derecha de su frente.Sonríe mucho,y ha perdido la bota de un pie,que está ahí,y parece que nadie cuida de ella.Voy para allá,y le cojo el zapato,se lo pongo.Me mira,sin parar de sonreir,y me dice que tiene sed,por lo que una voz,me dice,¡ve a darle de beber a Tolstoi!!(¿Tolstoi,el escritor?,bueno,no conozco otro.Siempre había tenido su imagen por la de un viejo barbudo,pero resulta que aquí es un niño,que parece una niña y nunca deja de sonreir,aunque no se sabe dónde).A la derecha de la pared tirada,y antes de los escombros del fondo,hay un bar,de estos de "gente mayor"(se me entiende,no?),y allí vamos,pido agua para Tolstoi y me dan un vaso de chupito en el cual hay un líquido amarillo fosforito.pero lo bebe y le gusta,y se queda sonriendo eternamente,porque ya no me acuerdo de más.

Ay,Dios,que cosas más raras pasan en los sueños :)

9 comentarios:

  1. Explorador,
    Tremendamente curiosa esta serie de sueños, me ha quedado esa sensacion rara en el cuerpo, como si los acabara de soñar. Quizás no me haya despertado todavía.
    Me ha gustado mucho este último, tan extraño como todos, el Tolstoi-niña, diría que fantasmal también. Te deja con la cabeza abierta.
    Y el del concierto también, porque me ha parecido más próximo, más entendible, aunque fuera irracional, como los otros. Será que estuve en muchos conciertos y con los años queda todo mezclado, como en estos sueños.
    Se oye una voz por megafonía: ¡Ha ganado usted el punto de originalidad!
    Un placer.

    ResponderEliminar
  2. De algo tan cotidiano(que nos sucede a diario, lo que ocurre que unas veces si que recordamos que hemos soñado pero otras no), has hecho una entrada ¡¡¡¡fantástica!!!!.

    Has tenido cada sueño más raro... ¡¡me ganas por goleada!! ja ja. El último sueño del niño Tolstoi, el chupito amarillo y su sonrisa eterna me ha dejado loca, bueno y el primero me ha puesto la carne de gallina...

    Mis sueños son raros y ninguno se parece a otro, he soñado de todo, en algunos me he despertado llorando (soñé que me estaban ahogando... que mal lo pasé pegué un grito de madrugada...), en otros con mucho miedo (me perseguían, no encontraba ningún lugar para esconderme y cada vez esa persona sin cara estaba más cerca de cogerme...) y en otros muerta de la risa (me contaban un chiste supergracioso, me desperté a carcajadas), en muchos de ellos sueño con mi abuela (esos veranos en el campo y esos fines de semana en su casa, ¡¡¡¡cuánto la hecho de menos!!!!).

    ¿Y no te ha pasado alguna vez, que has soñado algo y al cabo del tiempo te ha ocurrido?, a mi me ha pasado y me quedaba pensando: "uyy esto yo lo he soñado, esto a mí ya me ha pasado...".

    Nuestra mente no desconecta NUNCA.

    ¡¡Felices sueños Explorador!! ;D

    Un abrazo, me ha gustado mucho ¡como siempre por supuesto!.

    ResponderEliminar
  3. Muy extraño el primero. Habría que buscarle alguna interpretación. Los otros son más habituales.

    Yo llevo meses soñando con mi madre, desde que murió. Es monotema. Antes tenía una amplia variedad de sueños pero ahora es tema único todas todas las noches. No he soñado nunca con el momento en sí de la muerte, ni viéndola moribunda que fue lo peor de lo que vi, y a pesar de que pasé un mes prácticamente viviendo en el hospital con ella, tampoco he soñado con hospitales ni médicos, nunca.

    El sueño que se me repite más habitualmente es que mi madre vuelve a casa pero tiene que morirse otra vez, está enferma aunque no aparentemente, ella se ve bien, pero todos, ella incluída, sabemos que va a morirse. Y vuelta a empezar, siempre lo mismo, volver para morir.

    Luego ya otros más tétricos, que tengo más de vez en cuando, son los que incluyen motivos funerarios. Por ejemplo hace un par de días soñé que en mi casa teníamos un ataud negrísimo cerrado en el salón y ahí estaba enterrada mi madre, cada vez que estábamos en el salón, ahí estaba el ataúd, que lógicamente me causaba mal rollo. En un momento dado tenía que mover el atáud con otra persona, y al levantarlo para trasladarlo a otro sitio se daba la vuelta, se caía y se abría la tapa y yo que no quería mirar, intuía ahí el cadaver de mi madre, una figura totalmente impersonal, no me atrevía a mirar, pero a la vez no podía evitar mirar de reojo. Una cosa horrible.

    Y sueños así muchísimos, de procesiones fúnebres, iglesias, cajas de muerto. Y esos sueños siempre van acompañados de un ambiente extraño, como parado, silencioso, como si no hubiera ambiente. Es extraño porque ella fue incinerada y sólo la vi muerta en la cama, no la vi en ninguna caja. Pero tal vez por eso precisamente, esta experiencia me ha quitado el miedo a la muerte como proceso natural y a los hospitales, pero mantengo el miedo a toda esa liturgia fúnebre que suele acompañar al concepto de la muerte y da más miedo que la muerte misma.

    ResponderEliminar
  4. Gracias a los tres.

    Igor, me alegra mucho qe te hayan parecido originales y extraños, aunque bueno, supongo que el mérito inconsciente es mayor que el de la escritura ;)

    Kira, no me ha pasado eso que dices, la verdad es que hace bastante que no recuerdo un sueño así un poco raro. Me encanta eso de despertarte riéndote.

    Y Dotakon...como siempre un lujo que hayas compartido ese sueño aquí, espero que puedas tener sueños menos angustiosos en breve. Y estoy de acuerdo, la liturgiade la muerte la hace algo que parece tan lejano a nosotros que nos puede aterrar más. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Lo realmente aterrador es que llega un momento que cuando te despiertas te quedas más pensando que tu madre ya murió y que no tiene que volver a morirse. Los hijos siempre soñamos alguna vez que nuestros padres, generalmente la madre, se muere, y el momento de despertarse y comprobar que sólo fue un sueño y todo va bien es probablemente la sensaicón más relajante que pueda sentir uno al salir de un sueño.

    Cuando tu madre se muere de verdad, o símplemente sabes que se está muriendo (esto es lo peor de todo), hay una primera etapa de unas semanas en que cada mañana al despertarte es como volver a enterarte de lo que está pasando, como vovler a llevarte un disgusto. Es la peor etapa. Después ya pasado más tiempo, te despiertas y ya no necesitas situarte, ya estás situado, y dentrod e todo lo malo te tranquiliza no tener que vovler a pasar todo eso otra vez, como pasas en los sueños, entocnes la vida real resulta mejor que los sueños, y eso es un alivio.

    Por lo demás, dejando esto de lado, muchos de mis sueños de angustia tenían que ver siempre con situaciones de persecución o represión. Invasiones, bombardeos, etc. Por ejemplo recuerdo un sueño del año pasado en el que los nazis nos invadían xD Lo anunciaba el Telediario en la televisión, y teníamos que correr a escondernos en el momento todo el pueblo, y hasta allí llegaban los nazis con sus uniformes grises, metralletas y pastores alemanes, siguiéndonos el rastro, y nos levantaban como a las liebres, corríamos, nos disparaban, la gente caía, a mí no me daban y tenía que seguir corriendo por el bosque, todo una persecución en la que te vas quedando cada vez más sólo, tu familia y tus amigos van cayendo o se entregan voluntariamente, y tú sigues huyendo xD

    Pero mis sueños más repetidos en los últimos años siempre han tenido que ver con clases, exámenes, profesores... incluso después de ya no estar estudiando. Lo típico de estar en una clase y nos ponen un examen sin avisar, y yo em quejo amargamente hasta quedar sin voz que eso no nos lo pueden hacer porque no nos avisaron y tal y cual, y ver a mi alrededor el resto de compañeros de la clase totalmente sumisa, aceptando hacer el examen, y callándose ante als injusticias, y dejándome sólo en mis quejas. ¡Pero bueno! Qué sensación más asquerosa xD

    Se ve que no confío mucho en la ayuda de lso demás o en que los demás estén a la altura a la que yo espero que estén.

    Luego están los sueños humedos de la adolescencia. ¿Los tuviste? No diags que no. Con 13 y 14 años. Esos sueños en los que estabas a punto de tocarle el culo a alguna compañera de clase a la que llevabas tiempo deseando poder tocárselo, aunque fuese en sueños, y justo cuando vas a hacerlo, antes de llegar a hacerlo, te despiertas corriéndote en la cama xD Poluciones nocturnas.

    ResponderEliminar
  6. Intrigantes sueños, Explorador.
    El primero, el que más. Me ha llamado mucho la atención el paisaje tétrico e inquietante que reina en ese sueño.

    Lo de ver a Tolstoi como un niño, que parece una niña y que lleva un piercing a un lado de la frente, es cuando menos, curiosísimo.

    Mi sueño favorito es en el que vuelo. Sólo lo he tenido tres o cuatro veces en toda mi vida, pero disfruto como un niño con juguetes nuevos. Me gusta tanto soñar eso, que cada noche me acuesto deseando volver a volar. Por desgracia, me ocurre muy de tarde en tarde.

    Saludos, amigo.

    ResponderEliminar
  7. Una de mis pesadillas que, por suerte, hace mucho que no tengo, es que soy la mamá de un niño o niña (dependiendo del sueño), un bebé que depende totalmente de mi, y aunque siento que le quiero un montón se me olvida darle de comer, me doy cuenta cuando llega la noche y me aterra llegar a su cuna y comprobar que se ha muerto (siempre me despierto antes).

    Inquietante entrada, Explorador.
    ¡Un saludo!

    ResponderEliminar
  8. Uy, pues recuerdo un sueño húmedo con una compañera de clase, que no me atraía especialmente, al menos en la parte consciente, pero con la que me llevaba muy bien. Quizá mi cerebro quería decirme algo xD

    Perikiyo, quizá tengan más valor al ser un poco más escasos, así puedes rememorarlos como sabores delicados y raros ;) Espero que vuelva alguno de ellos una noche para que lo disfrutes, no obstante.

    Silencio, vaya sueño, que angustia. La verdad es que los míos quedan lejanos así que supongo que sentí inquietud por ellos, pero se me han olvidado :) . Me gusta mucho tu última entrada, quiero comentarla, pero no he podido pasar del final de ella hasta donde los comentarios, la página se queda allí, una cosa rara también, así que te lo digo por aquí, por si luego no puedo.

    Gracias a todos!!

    ResponderEliminar
  9. ¡Cuanto me gustaría saber más de los sueños! De ese mundo frágil pero constante, pueril a veces y aterrador otras, premonitorio o pretérito a capricho, de pálidos azules placenteros o marrones tristes según el día... Todo un misterio.
    El del concierto me recordó uno mio de antaño y el primero - de esmerada redacción - un buen motivo para una película de arte y ensayo.
    Buen trabajo, Explorador.
    Saludos

    ResponderEliminar