viernes, 12 de noviembre de 2010

Sitios donde viviría, gente que hubiera querido conocer (y dos)

Hace una década, un repartidor de pizza fue engañado por una broma, y celebrando el milenio, cayó en una cápsula de criogenización, donde le esperan 990 años de sueño, y después...pasará lo que nosotros ya hemos visto.

Nueva Nueva York es cosmopolita (en su sentido más estricto), las aeronaves surcan su cielo, los tubos permiten viajar en segundos de un extremo a otro, y la tecnología permite sucesos que a nosotros, habitantes del ya cansado Siglo XXI nos parecen más cercanos a la magia. Y sin embargo...la gente, la gente de otros planetas, los animales y los robots son esencialmente iguales a nosotros, ay: codiciosos y venales, egocéntricos, torpes, crueles, incompetentes, aprovechados. Los que tienen un mínimo poder abusan del débil. El dinero prevalece frente a los buenos sentimientos (aunque la amigable empresa robótica de Mamá diga lo contrario). No hay un paraíso robot, pero sí hay un infierno. La Universidad es un nido de estupideces. Los Gobernantes son cínicos. Papá Noel un asesino en serie. La tierra resiste las invasiones de cerebros gracias a su estupidez inquebrantable. Las cabinas de suicidio funcionan a toda máquina, lo que no indica una utopía muy propicia para ser deseada, y ninguno de los problemas globales que nos acechan se ha solucionado. Más aún, el siglo XXXI parece en ocasiones más desastroso que el nuestro.

Y sin embargo, frente a todo eso, uno puede encontrar su lugar en el mundo, rodeado de semejantes que comparten nuestros defectos pero se ayudan y nos ayudan a sobrellevarlos, para construir una convivencia alegre y armoniosa, pese a todo, en un mundo indiferente a sus alegrías o pesares. Un oasis de comprensión, respeto y ayuda frente a los problemas y la incertidumbre del futuro. Aunque el robot sea un consuelo de lealtad discutible, una cíclope no nos ame a pesar de nuestra ceguera de amor, la marciana sea una ayudante torpe y algo sosa, un cangrejo sea un médico más eficiente que cualquier matón a sueldo en sus letales propósitos, el contable vocacional sea jamaicano y nuestro jefe sea un científico senil que nos manda a la muerte en cada misión. A pesar de las sospechas (¿Es feliz Amy, con todo su dinero?; ¿Brannigan oculta alguna sabiduría excéntrica?, ¿Bender es un buen modelo, aunque sea en algo?, ¿de veras deberíamos envidiar la compañía de un robot con tendencias psicóticas, un cangrejo depresivo o un científico absurdamente reconvertido en empresario desastroso?, etc...), el vino dulce de la amistad y el caos gozoso y creativo nos ofrecen una alternativa de vida, loca y apasionada, en el que cada día puede acabar siendo un desastre, pero no hay más que esperar unas horas, volver a la peculiar oficina y tener esa sensación hormigueante, jovial y asombrada: puedo partir hacia una nueva aventura con mis amigos.


Por su parte, me hubiera gustado viajar y oir las extraordinarias narraciones de Ibn Battuta, el viajero (y explorador xDDDDD) , aunque decir sin más que fue un viajero es como decir que Newton era un físico, o algo así.

Nacido en el Siglo XIV en Tánger, nos cuenta en su libro Viajes (en castellano titulado A través del Islam, redactado por un erudito granadino; como Heródoto, debe tener grandes pasajes fantásticos y errores, como Heródoto debe ser una lectura fascinante,llena de detalles que mi simple enumeración no podrá ofrecer), que la lectura y la buena posición económica de su familia le hicieron soñar con el viaje desde muy niño, y que con apenas 20 años partió hacia la Meca, "solo, sin compañero con cuya amistad solazarme ni caravana a la que adherirme". Volvería un cuarto de siglo después, tras encontrar compañeros y caravanas, claro. Hacen los viajes más placenteros.

No he leído su libro, pero el mero relato de la lista de los caminos y las ciudades a las que arribó sirven para que la imaginación se hunda entre olor de especias exóticas (almendra, amapola, anís, granos de paraiso, pimienta, tamarindo, granada sésamo, vainilla, canela...) ,músicas sensuales de tambores, laúdes y flautas, entre el humo puede aparecer una odalisca o una cobra, y caravanas en medio del desierto, y parajes a medio camino entre la realidad y los ensueños: Jerusalén, de ecos antiguos, Damasco y sus jardines exuberantes, Medina y La Meca, Nayaf, donde yace enterrado el cuarto califa, Alí, cuya muerte dividió el islam entre suníes y chiíes; Basora, una ciudad poco antes devastada por el terrorífico Tamerlán, Ishafán, Bagdag, ciudad de seda y de cimitarras enormes portadas por los guardas de los mil palacios, Samarra, donde la muerte se citó con un sirviente del que nada más sabemos, Mombasa, la puerta a un territorio misterioso e irrechazable, y después muy hacia el norte por las estepas de hielo antes de llegar a Constantinopla.

Desde allí, vuelta al Oriente, la cautivadora Samarcanda y su nombre y su leyenda, la ciudad en que confluyen todos los viajes, la ciudad legendaria por excelencia; los pasos de montaña de Afganistán, la majestuosa Delhi, donde ejerció de juez para el sultán, antes de volver a partir, atraído por las cosas que se contaban de un territorio inmenso: China. Fue atacado en el camino, pero salvó la vida, y llegó hasta Calcuta, de allí llegó hasta Sumatra, desde allí a las Maldivas, hasta que tras varios aconteceres, llegó a Pekín (dice que llegó, más exactamente, por lo visto es uno de sus destinos más puestos en duda). Y desde allí, nuestro amigo decidió regresar, volvió a peregrinar a La Meca, llegó a Egipto, y tras el viaje por el Mediterráneo (poca cosa, ya), volvió a Marruecos, recibido por el propio sultán en Fez. Tras su gran viaje, recorrió posteriormente Al-Andalus y se adentró en África hasta Tombuctú, otro nombre de resonancias mágicas. Su mausoleo permanece en Tánger. Tras tanto viajar, yace en su casa.

En el esquema, comparación un tanto pueril entre los viajes de Ibn Battuta (verde) y los de Marco Polo (rojo). Espero que ambos os hagan soñar. Y que vuestras vidas estén plenas de amistad, viajes y sabiduría. :)



18 comentarios:

  1. El mapa está cortado, pero bueno...ay, que triste, hacerse el primer comentario de la entrada. Bueno, pongo algún enlace, aquí está mejor ;)

    http://www.uca.es/grupos-inv/migraciones/inmigrante_marroqui/nexos/imagenes_musica/batutta_1

    ResponderEliminar
  2. Triste porque?
    yo a veces tambien me hago el primer comentario y no es nada triste, es un comienzo y punto, para los muchos que esten por llegar
    Hubo una frase que me saco una risa y despues un pesar
    "La Universidad es un nido de estupideces. Los Gobernantes son cínicos. Papá Noel un asesino en serie."
    Pobre Papá Noel, quizas es que ya nadie cree en el , no se

    y que envidia ver todas esas rutas y sitios a los que dirigirse
    Mi lista de lugares visitados es tan escasa, por varios motivos, el obvio el dinero (el mundo siempre se movera por el, que desgracia) y segundo por el tiempo, que sicenque es gratis y no podria haber blasfemia mas abultada

    Me encanto tu entrada y ha sido todo un placer leerla, creo que la voy a volver a degustar, siempre me gustanmas las segundas veces, no se porque sera

    saludos
    Irene

    ResponderEliminar
  3. Genial, Tarrou. Me has hecho recordar sensaciones parecidas que tuve al leer a parecidos (y a veces los mismos) autores y viajantes.

    Y lo de Futurama... bueno, no hay nada mas que agregar :)

    ResponderEliminar
  4. Estupenda, nos estás malacostumbrando :)

    Me las has dado con queso, comencé a leerte y me transporté de repente a mis libros de Asimov, y de repente aterricé en futurama, hay que joerse xD Aunque no le vamos a hacer ascos a nada, ni a las cabinas de suicidios.

    Por cierto tengo pendiente hacer un post de Tamerlán, que es un pedazo de ciervo con unos cuernacos más grandes que el padre de Bambi. ya comentaremos.

    Un abrazo fuerte

    ResponderEliminar
  5. De hecho Papá Noel ya es un asesino en serie. "Gracias" a él, entre otros, se ha dado muerte al valor del esfuerzo, al encanto del regalo espontáneo y verdadero, al ingenio y a tantos otros ropajes (o más bien desnudeces) que acompañaban al hombre de otro tiempo, quizá el que habitaba en ese siglo XIV en que nos sitúas en tu segunda parte del relato, o quizá el que habita aún en el Rift Valley africano donde no llegan los renos ni el gordo vestido de rojo, símbolos ambos de la ostentación y del capitalismo más tóxico.

    ResponderEliminar
  6. Insisto en que debiera usted dedicarse profesionalmente a esto,engancha, se lo aseguro.Del diseño del blog... mejor no diga nada + ¿no?
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Es muy muy cierto que hay topónimos, cuya sola evocación, a uno le hacen soñar, como Samarcanda. No conocía este Ibn Battuta (cuyo nombre suena muy futbolístico), ni sus viajes.
    Ah! Genial el arranque con el pizzero congelado. "La tierra resiste las invasiones de cerebros gracias a su estupidez inquebrantable." Es buenísimo-
    Nos vemos en Tombuctú, para tomar café.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. Gracias por la estupenda excursión. Qué evocadora resulta tu entrada. Me has hecho soñar desde el sofá de casa
    Gracias
    Abrazos

    ResponderEliminar
  9. Que maravilla!!!! Me encanta viajar, pero claro ahora la cosa está muy mal, pero con tu entrada ¡me he pegado un viajecito estupendo!

    Yo soy de las que cogería unas buenas botas, una cantimplora, un gorro, unas gafas, una brújula, el repelente de insectos( es muy importante, pq sino me comen viva) ¡¡¡y estoy lista para conocer mundo!!!

    No hay nada más económico y satisfactorio que la imaginación.

    Me ha encantado como siemre Explorador!

    ResponderEliminar
  10. Me las arreglo con un poco de imaginación y algo de creatividad, ya que por el momento mucho viaje.com no es posible para esta mundana.Pero por todo lo expresado al principio de tu extenso recorrido y con mucha razón que no te falta, a veces, me quedo con "para lo que hay que ver con un sólo ojo basta". Casi seguro que el cíclope estará contento.Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  11. Irene, por poner mal el mapa, por eso :DDD me alegra que te hayas reído y haberte hecho pensar, no podría desear algo mejor :), estoy en tu grupo, el presupuesto de viajes está congelado por mi ministerio de realismo...aunque igual al final me declaro en anarquía y dejo de pensar así ;) besos y gracias de nuevo

    Don Epi, no he sido yo, has sido tú con tu imaginación y creatividad...pero me alegra haberlas ayudado. Me alegra verte, un abrazo

    Juanjo (ML), pensé mucho en Tamerlán al pensar en la entrada...pero la verdad, aún no sé si me hubiera gustado conocer al tigre de Samarkanda ;) De todas formas, no sé mucho acerca de él, así que espero tu post, que tú si que estás que te sales en los últimos :)

    Juanjo, cierto, hemos inventado a Papá Noel para hacernos más pobres y planos. De alguna manera, me has hecho pensar, quizá ese papá noel abiertamente homicida es mucho menos peligroso que el aparente bonachón de nustros cocacoleros días. Que sigas siempre con ese espíritu crítico, y muchas gracias.

    Unwakeable, ufff, muchas gracias, pero no creo que sea tanto. Llevo un tiempo pensando en cambiar la plantilla del blog, pero no ecnuentro los colores, y estoy un poco perdido (de nuevo), no sé que haré. De todas formas, sabe que puede dar su opinión con toda libertad :)

    Igor, sí, son ciudades algo estereotipadas, pero con un recuerdo imaginario magnífico. Nos vemos allí, claro ;)

    Luisa, gracias a ti, y repito, mi única intención era intentar poder trabajar la imaginación, te agradezco hacerme saber que lo he conseguido, en parte. Muchas gracias.

    Kira, eso es, imaginación y decisión. Y a conocer otras formas de vivir y de estar en nuestro pequeño mundo. Un abrazo :)

    Tanci, ya digo, creo que estoy en tu situación. pero te sobran imaginación y creatividad. La cíclope no tiene mucha percepción, spongo, pero a veces, casi todo es lo mismo, repetido :)

    Sois geniales, vuestros comentarios mejoran mucho cada entrada. Gracias por animaros a escribir. Un abrazo para todos, y agradecimientos desde Delhi, Samarra, Sumatra o Pekín, o desde donde queraís estar.

    ResponderEliminar
  12. ¡Qué lindo que es soñar! (como en la canción de Kevin Johansen). Soñar y transportarse a otras época y lugares. Estoy leyendo la "Pasión india" y me sucede cada vez que me sumerjo en sus páginas, puedo sentir los mármoles de los palacios de los maharajás, la soledad de la protagonista, tan lejos de su mundo, huelo la pobreza de las aldeas y disfruto de la belleza exótica que describe el autor.
    Y además de los sueños propios, qué bueno poder compartir los de los demás e inspirarnos... ¡Gracias!

    ResponderEliminar
  13. Pues hermosas también tus descripciones. Y es cierto que es hermoso compartir estos ensueños, para completarlos.

    Gracias a ti. Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  14. Me encanta futurama. Saca lo mejor de nosotros.

    Nadie se escandaliza viendo esa serie, en la que conviven, con total normalidad, individuos de distintas especies, razas y planetas.

    En cambio, muchísima gente pone el grito en el cielo cuando ve a un inmigrante.

    Tal vez deberíamos crionizarnos, como aquel repartidor de pizza, para encontrarnos con un mundo que sería le mismo, pero hallaríamos a unas personas más evolucionada en algunos -solo en algunos- aspectos.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  15. Como siempre tiendo al pasado, me quedo con los viajes de Ibn Battuta (además no he visto Futurama, aunque gracias a un amigo conocía el comienzo).

    Saludos.

    ResponderEliminar
  16. Perikiyo, al fin y al cabo, con sus defectos y todo, cuidan de los demás, y se educan. Como debiera ser...

    Zinquirilla, quédate con ellos e imagina, como ya digo, tiene un libro en el que los narra (aunque algunos pasajes parecen ser puestos en duda).

    Gracias a los dos :)

    ResponderEliminar
  17. Caramba, eso sí que fue casi una vuelta al mundo. No esta mal una ruta tan exotica. Llegan hasta aquí los aromas y perfumes de los lugares que ha ido mencionando.
    Yo haría ese viaje en alfombra voladora.

    Buenas noches

    bisous

    ResponderEliminar
  18. Muchas gracias y bienvenida, me alegra que esos aromas hayan viajado bien hasta su mente. Una alfombra voladora siempre viene bien, por otra parte :)

    Un saludo, y muchas gracias de nuevo.

    ResponderEliminar