miércoles, 3 de noviembre de 2010

Lágrimas de los chivos expiatorios en la lluvia y una coda siniestra y grotesca

Tiempo... el suficiente.
Roy Batty

Muchas veces, caminando entre el frío le vienen a uno pequeños sueños a plena luz de otras formas de vivir, otras profesiones, otros lugares y climas. Se quedan en deseos leves que mientras llego a mi destino se convierten en una neblina alba que se desvanece. He marcado más goles en una final del Mundial que Iniesta, anotado más canastas decisivas que Jordan, salvado más vidas en África que los imprescindibles Médicos sin Fronteras, he sido farero y escritor de éxito, músico songwriter y líder de mi generación (xD) arquitecto iconoclasta o artista bohemio, profesor de historia o lengua, he hablado 20 idiomas, he vencido en Cannas, protagonizado decenas de libros y pelis, Scarlett Johansson me ha amado, he trabajado en un crucero alrededor del mundo y se lo he contado a todo el mundo en un libro que vendía millones de ejemplares, o he descifrado mejor que nadie la mitología nórdica y celta, he vivido en casi todas las épocas, y en puestos importantes, ya que me ponía. Y bueno, me duraba unos minutos y se acababa. Asumo que no podré satisfacer este apetito faústico, llego a mi destino, y me desempano un poco. No creo que sea algo muy especial, más o menos a todo el mundo le debe pasar algo parecido.

Hoy estoy dividido entre la lealtad que le debo
a la tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.
Pessoa

Aún así, no es tarea fácil. Saber que los anhelos son inacabables y el tiempo se escapa a velocidad inconcebible, aunque sea sólo unas pocas noches de una vida larga, es algo angustioso e injusto. Y cada cual debe buscar su solución para mejor vivir con ello, supongo. De momento, una de las mejores que conozco la proporciona un no-humano en el momento de ingresar en la propia humanidad, en el postrero momento. Su reconocimiento y vindicación de lo vivido tienen una ironía, los replicantes tienen una memoria implantada, en la que no pueden saber si lo que recuerdan sucedió o no (nuestra memoria a veces resulta siniestramente parecida, ha habido sitios en los que estado, que me encantaron, de los que me queda un recuerdo lastimeramente débil) pero los Nexus-6 saben lo poco que les queda y que sólo les quedara lo que saben. Han llegado a amar desesperadamente su existencia y se rebelan contra su creador. Lamentablemente su tiempo está fijado y su imperfección es una tarea que deben aprender antes de que ese momento llegue para acabar en paz consigo mismos.

Mi barco se ha quebrado en astillas
y se hunde rápidamente.
Pero mi corazón no está cansado,
es ligero y es libre
Sólo siente afecto
por todos los que han navegado conmigo
Dylan

Y de nuevo, la similitud. A lo largo de los tiempos, todos y cada uno de los seres humanos se han enfrentado, conscientes o no, a la asunción de su propia incompletitud, de forma social o en su oscuridad interior. Muchas veces a lo bestia, negándola o culpando a otros seres más débiles por ella. Los romanos o los aztecas, separados por oceanos de tiempo y espacio, sacrificaban a bárbaros y enemigos de sus tribus para reafirmar la estabilidad de su propio mundo, siempre amenazado, siempre provisional. Los herejes, las brujas, los judíos, los marxistas, los neocons, los gitanos, los inmigrantes, los musulmanes...a veces de forma más salvaje, y otras de maneras más refinadamente "humanitarias". Formas artificiales de aportar estabilidad a seguridad a algo que nunca lo tiene y nunca lo tendrá, porque viene así de fábrica, nuestra vida, nuestra sociedad. Y sin embargo, es un sabor amargo, que ningún conocimiento o consuelo puede dulcificar. Pero leí hace poco que para eso sirve la cultura, para no gritar demasiado cuando el avión cae. Aunque no sirva para hacer dinero ni fama, quizá sea rentable...a largo plazo y en un contexto no muy agradable. A fin de cuentas, que hagamos esfuerzos por olvidarlo, no significa que desaparezca. Y que el extraño sea más fácilmente convertible en un chivo expiatorio culpable, no significa que lo sea, ni su sacrificio nos redimirá de lo que no tenemos más remedio que ser.

Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad? Eso es lo que significa ser un esclavo.
Roy Batty

Nuestro pobre cuerpo es frágil y la esencia del cuerpo social es la amenaza, supongo. Asumir que la salud y los modos de vida, costumbres y tradiciones siempre pueden ser modificados, es sano. La obsesión por ello puede transformarse en hipocondría o xenofobia, y me temo que nadie estamos libres de ello. Hemos caído en la parte luminosa del mundo, y poder perderlo nos asusta, igual que la enfermedad y la muerte, en cierto sentido. La identidad y la estabilidad y su búsqueda febril han dado lugar al mal político del pasado siglo, así que debiéramos prevernos contra ciertas utopías, y reconocer el peligro implícito de la vida eterna. La incompletitud y el afán por subsanarla es muy humano...pero si se llevan muy lejos, hieren y destrozan con estúpido afán por conseguir lo que no puede ser logrado.

Oyendo los gritos de alegría que subían de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría está siempre amenazada. El sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa.
Camus

Y así llego a la coda, parcialmente relacionada, a raíz de un programa de cosas anormales: Hitler era un genocida, un criminal suicida en su delirio, pero logró que millones de personas sin impulsos genocidas ni criminales hicieran de él el enloquecido espíritu de su tiempo. Y sobre todo, NO era un magufo. En el cuarto milenio el otro día (la verdad, pensaba que sería más...histórico jajajaja, menudo iluso soy), aparte de la profusión de esvásticas y fascinación por el mal, no se pudo entender nada de nada. Una cosa es que "los nazis" (que caricaturesca esta expresión cuando se repite tanto) buscasen una mitología esencial que conformase una visión del mundo coherente con sus abyectos principios, y otra cosa es que creyeran que esos mitos eran literalmente ciertos. Una cosa es usar como símbolo una bandera ensangrentada y otra creer que tenía poderes mágicos. Una cosa es ser un aficionado al ocultismo, como Himmler, y otra ser el jefe supremo de los campos de concentración (por cierto, combinando ambas, se llega a ver la tragedia de que un hombre así tuviera en sus manos la vida de millones de personas) En fin, no es un programa serio, pero esa frivolidad es un poco perniciosa. El poder supremo no existe. Sólo la aspiración a comprender, asumir y amar nuestra precaria, incomprensible, deprimente y siempre hermosa vida.

Quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca, no sólo su vida, la vida de todos, mi vida. Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda?
Deckard

Y ya, me despido. Voy a sacrificar cientos de archivos en mi ordenador para pedirle al Dios Red que mi sitio sea muy visitado...y dinero, también. El traje de ceremonias es pesado, pero merece la pena ;PPP. ¡Un saludo!

8 comentarios:

  1. Magníficas reflexiones.
    Es verdad que, a lo largo de la historia, el ser humano siempre ha sacrificado a otros, para dar consistencia a la provisionalidad de su mundo. Siempre han existido los chivos expiatorios.
    En cuanto a Himmler, en mi opinión, era aún peor que el propio Hitler.
    Por cierto, ¿Scarlett Johansson te ha amado? Sabía que, en algún momento, me pondría los cuernos.

    Saludos.

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  2. Lo más triste es que mientras hacemos este tipo de reflexiones nos olvidamos de vivir, ¿o es que estar vivo consiste en eso? aunque claro, ¿estamos vivos o somos replicantes? ¡Quién sabe!

    Por cierto, mi cerebro positrónico está a punto de estallar, no puedo decidirme entre si me hubiera gustado vencer en Cannas o que me amase Scarlett Johansson, dame una tercera alternativa que me haga salir del bucle infinito en el que me has metido.

    Estupendo, como siempre, un abrazo

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  3. Muy grande explorador.

    Los sacrificios han sido a lo largo de la historia una forma más de infundir temor para controlar a la población, un ritual para consagrar la divinidad más terrenal que celestial. En el mundo azteca entre otros, precisamente, el hecho de conocer cuándo llegarían las lluvias, cuándo se produciría un eclipse dotaba a las élites intelectuales, los chamanes, de un carácter cuasi místico o sagrado.

    Es el mismo temor, pero trasladado en el tiempo y maquillado por el nuevo contexto, el que nos infunden algunos gobiernos a los que deberíamos temer mucho más que a la propia muerte.

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  4. Ya lo creo que no existe el poder supremo, pero me temo que si piensas que sí, la vida es más fácil. ¿Te has fijado a cuántos les gusta jugar a las sectas? De ahí el éxito de los vampiros, a lo mejor. Un reducido grupo de selectos, que el mundo es muy feo.
    Me han encantado las citas, todas, aunque siempre me quedo con Pessoa, el fingidor.
    Saludos.

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  5. Me ha encantado la entrada y me han cautivado las citas, muy bien elegidas. Me quedo con ésta:

    "Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad? Eso es lo que significa ser un esclavo".
    Roy Batty

    El miedo y la necesidad de vencerlo es un pensamiento que me ataca muy de vez en cuando.
    Dice Don Drapper en la tercera temporada de "Mad Men" que los peores miedos nacen de la anticipación. Cierto. A veces nos adelantamos a los acontecimientos y nos prevenimos antes de recibir daño –o bien– alguno. Y no me lío con esto.
    En cuanto a lo del poder supremo... eso facilita las cosas sí. Cada cual tiene sus valores, ése sería nuestro poder supremo, supongo. Para un creyente, el bien y el mal. Para Freud, Eros y Tánatos...
    Ay, que me lío otra vez.
    Abrazos

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  6. No sé si el dios Red le concederá dos deseos a la vez, pero no pierde nada por intentarlo.
    En cualquier caso, espero que lo consiga.

    Muchas gracias por su visita, monsieur.

    Buenas noches

    Bisous

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  7. Gracias, Perikiyo. Lo inquietante es pensar que no aprendemos nada, o mejor, que no hay nada que aprender, seguimos comportándonos como animales asustados a la mínima ocasión. Himmler es más repulsivo, incluso, estoy de acuerdo.

    Juanjo (ML :D), no sé, supongo que estar vivo es una mezcla de muchas cosas...y sentirse como tal, es ser consciente...o sumamente inconsciente ;) . Yo casi prefiero Cannas aunque me conformo con "lo otro" también :D. No se me ocurre una alternativa satisfactoria, la verdad.

    Juanjo, 100 % de acuerdo. Esos ritos confieren el poder, y en la actualidad otros ritos más elaborados también son peligrosos para los individuos.

    Igor, sí, en el final de "El péndulo de Foucault" se trata un poco de eso, de la necesidad de ser los pocos elegidos, de tener un secreto, de sustraerse a su propia condición de forma irracional. Es un deseo muy humano, pero si no se tiene cuidado con él...

    Luisa, ya sabes que puedes extenderte lo que quieras. Es cierto, a veces sufres por lo que crees que va a pasar antes de que ocurra. Supongo que hay una razón para eso...pero no es facílmente comprensible. "Mad men" parece buena, tengo ganas de verla, cuando tenga tiempo de ver alguna (junto con otras recomendaciones, tuyas entre otras ;) )

    Madame, si debe ser uno, primero el dinero :DD. Gracias por los buenos deseos, y la visita y el comentario fueron fruto de mi interés, así que enhorabuena por su espacio (jo, que formal, me he puesto).

    Gracias especiales, los comentarios de esta entrada me han parecido lucidísimos y muy inteligentes, cada uno desde su punto de vista, he pensado en todo lo que decís (y no es un cumplido). Creo que tengo unas semanas por delante algo ajetreadas, así que escribiré menos, pero os sigo, que os vaya bien a todos, ¡un abrazo múltiple!

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  8. Me gusta tener secretos, pero no ser su esclava. En cuanto al tiempo, una vez asumido que siempre llega el final, me he vuelto más adicta a los breves principios espectaculares que a los cadentes finales abiertos. Los Nexus-6 son los lúcidos.

    ¡Un abrazo!

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