lunes, 8 de marzo de 2010

El hombre que dijo no (sobre la interpretación de los hechos)

Miles de reflexiones contradictorias, deseos, recuerdos, soledades, triunfos y fracasos, angustias, pesares, sueños, impulsos, añoranzas, disgustos pasados y temores futuros, su esperanza, la certeza de su muerte... y todo ello era un bloque sobre sus hombros, un peso que inclinaba su cuello para que su mirada no viese más allá que 3 pares de botas sobre el suelo húmedo.Cuando todos sus recuerdos y sus anhelos fueron demasiado dolorosos y tuvo que dar su voto en la encrucijada de la historia a la que un maligno espíritu parecía haberle arrastrado, sólo pudo decir en un susurro apenas audible:

-No.

Entre los dedos temblorosos de los dos oficiales que habían apoyado la decisión de iniciar el ataque, las llaves parecían puñales refulgentes hendiendo la oscuridad levemente atenuada por las luces rojizas. Finalmente, los brazos cayeron bajo el peso de la decisión, y se dispusieron a esperar morir bajo más cargas de profundidad en una guerra que quizá estuviese destruyendo ya a sus propias familias, o quizá tratar todo como un sueño desorientador que pasaría en breve y poder ver en unos pocos días sobre la superficie del mar al sol escalar de nuevo sobre el horizonte.


Esto es una simple recreación dramática, falsa y practicamente irrelevante sobre uno de los hechos más trascendentes de la historia humana, conocido hace unos años, a raíz de la desclasificación de los archivos soviéticos. Durante la crisis de los misiles cubanos de 1962, un Submarino nuclear soviético que llevaba horas sumergido y no sabía como se estaría desarrollando la situación altamente inflamable, a un paso de la guerra, que el mundo vivía cuando se sumergió para movilizarse junto a toda la flota de la URSS, pudo atacar con armamento nuclear a los Estados Unidos. El voto de un solo hombre lo impidió. Se llamaba Vasili Arkhipov.


La verdad suele ser poliédrica, o así la solemos interpretar mejor, al menos (cabe la posibilidad de que sea tan clara que en ocasiones no tenga grietas ni meandros ni brotes ni esquinas: pero nosotros sí, y somos nosotros quienes valoramos los hechos, que a menudo son complejos). Así que cuando se conocen historias extremadamente difíciles de concebir, como si fueran nudos en que se anudan la confluencia de la historia y la humanidad de una forma imposible de desenlazar, la tarea es imposible. Pero quedan las aproximaciones. Nunca podremos agotar una verdad como la del marino Vasili Arkhipov, porque está llena de vértices, pero a su vez es sencilla, en lo que concierne a lo esencial. Dijo no en una decisión crucial en un momento trascendente, y quizá salvó más vidas de lo que nadie puede imaginar. O al menos, evitó a otros la posibilidad de equivocarse en "el momento más delicado de la historia de la humanidad", según la expresión del historiador Arthur M. Schlesinger. El destino lo colocó en un sitio poco envidiable, y supo estar a la altura. Por supuesto, son muchos detalles los que desconocemos (es altamente improbable que los lleguemos a conocer nunca), y no sabremos las circunstancias personales, que en ese momento eran las circunstancias más importantes de la tierra. La alegría, el futuro, la existencia de millones de personas quizá dependen en algún momento del desayuno frío o amargo de alguien, su relación puntual con alguno de sus compañeros, la nostalgia por sus seres queridos, y la paz de su mente y el bienestar de su cuerpo quizá sean durante un breve lapso de tiempo el mismo latido del mundo, durante unos minutos infinitos...o quizá esto sólo sea un interpretación exagerada de una de las incontables aristas que podríamos seleccionar. O también puede que sea exactamente lo que ocurrió. Evidentemente no significa que debamos dar el mérito de la prudencia de Arkhipov a quien preparó su café, pero es seguro que si pudiésemos elegir, querríamos que no sufriese en ese momento un corte de digestión.

La reflexión sobre los temas más arduos de concebir está llena de peligros: el embellecimiento, la banalización, la obsesión por los detalles, la búsqueda de motivaciones ocultas. En cierto modo es lógico, es imposible pretender llegar hacia el fondo de algo que resulta tan abrumadoramente real que desprende un aroma a irrealidad tremendamentente esquivo (¿quién puede imaginar seis millones de muertos?, ¿a nadie le pareció que el derrumbe de las Torres Gemelas parecía no estar pasando en realidad?). Así que quedan los análisis de los detalles que poco a poco crean un cuadro más comprensible. Pero creo que siempre debemos aceptar que el núcleo de esas realidades siempre permanecerá cerrado en un sentido sustancial a nuestras explicaciones que llegando a un cierto punto, sólo serán un balbuceo errático. Parece inevitable.

Ahí están, con las llaves en la mano en el puesto de mando, de pie o sentados (¿dará igual?), exponiendo la situación, con discusión previa o no, intentando convencerse o no, discutiendo acaloradamente o en pocas palabras...dos votos a favor (los de el capitán, Savitsky, y el comisario político Ivan Semonovich Maslennikov) y una última decisión por tomar, a cargo del segundo oficial del submarino, entre la presión de los golpes cerca del casco, la profundidad y el espacio angosto. Afuera, la decisión de la invasión de cuba está tomada, fijado su inicio a las 4 de la tarde. 2 aviones abatidos. Todas las tropas movilizadas. Una partida de gélido ajedrez sobre las que los participantes creen tener control. Pero bastaría un fallo o un malentendido para que el tablero les estallase en la cara. Parece que estuvo a punto de suceder, y parece que debemos a la sangre fría de una persona una situación más...bueno, mejor dicho, un poco menos catastrófica del mundo. No es poco.

Otra interpretación del hecho, que, como todas, resalta algunos aspectos, obvia otros, y saca sus conclusiones. Personalmente creo que es un gran artículo, lleno de información y fuerza.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/marino/Arkhipov/suerte/mundo/elpepiopi/20040702elpepiopi_6/Tes/

Y aquí, una visión bastante ceñida a las versiones secretas de ambos bandos. Parece ser que el primer oficial, fuera de sí abogaba por lazar el armamento nuclear y hundir el barco que creía que les atacaba, antes de que su segundo lo calmase, y a pesar de que tenía autorización táctica para lanzarlo, renunciase a actuar de una manera quizá irreversible y esperase una orden que afortundamente nunca llegó.

http://history101.multiply.com/journal/item/192

Y por último, una biografía de nuestro héroe

http://en.wikipedia.org/wiki/Vasiliy_Arkhipov

Espero que los enlaces os resulten interesantes :) , sólo puedo añadir, que la humanidad tenga en su gloria al segundo oficial del submarino soviético B-59 para siempre...

Seguiría divagando respecto a los mismos temas, pero sería aburrido y no aportaría nada más, si es que lo he hecho antes. Lo que pueda pensar a partir de ahora, y lo que (espero) os incite a pensar a vosotros queda fuera de este espacio, para que quizá podamos aprender una valiosa lección. Para acabar, se me ocurre que esta fascinante y trágica historia con un final feliz ofrece una buena razón para intentar hacer lo correcto:nunca sabremos, hasta que llegue si lo hace, si algun día el mundo, la historia, la humanidad o el espíritu de nuestro tiempo nos requerirán.

14 comentarios:

  1. Muy interesante. No tenía ninguna noticia de la existencia de este hombre ni conocía esos hechos.

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  2. Explorador, me ha encantado esta entrada, y todas tus reflexiones, no conocía ni la historia ni a Arkhipov. Como bien dices, siempre hay que encontrar razones para, al menos, intentar hacer lo correcto.
    Un saludo.

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  3. Yo tampoco conocía a este personaje, pero me alegro de hacerlo ahora, tenemos mucho que agradecerle.

    Como siempre, tienes una forma de hacernos meter en el hecho que relatas, te felicito.

    Un saludo desde YdB

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  4. ¡Dios mío, cuánta razón tienes en tu conclusión! Nunca sabremos cuando nos requerirá la historia. Este ejemplo es paradigmático por su gran trascendencia para toda la humanidad, pero no se nos puede pasar por alto que todos estamos sujetos, y no una sino muchas veces a lo largo de nuestra vida, a decisiones que pueden resultar vitales para otras personas. Por ejmplo, acelerar un poco más en una recta o tomar una copa más pueden ser decisiones que, para alguien, resulten tan decisivas como la de aquel hombre que dijo No.

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  5. Interesante reflexión, siento no haber entrado antes.

    Un abrazo compañero y un saludo YdB

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  6. Impresionante. Me he leído también el artículo de El País. Si me encuentro al camarada Arkhipov, aquí, en el cielo o en el infierno, le invito a una paella.
    Realmente a veces la historia dependen de cosas así, tan imprevisibles, como que el capitán del destructor confunidera el señuelo para sonar con un torpedo.
    La rereación está genial, muy dramática y muy conseguida. Imagino el caos, el miedo, la confusión. ¿Cómo dijo no cuando los acosaban con cargas de profundiad? Es de lo más sorprendente. Un hombre de sangre fría salvó al mundo, y es que no se debe jugar a ver quien frena antes.

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  7. ¡¡¡Pero que bien explicas!!! ¿Te importaría darme clases de historia? ;D

    Vasily Arkhipov ese hombre se merece una entrada como la que le has hecho, evitó el inicio de la 3ª guerra mundial.

    Siempre me ha costado mucho decir esa palabrita tan corta y que dice tanto "NO", pero gracias a ese "NO" de Vasily, que se dejó llevar por su intuición y buen hacer, nos supuso un giro en la historia.

    Me ha encantado tu entrada, y el viaje en el que nos has sumergido con este "héroe".

    Un abrazo!

    Y hoy me acuesto sabiendo algo más... que eso está muy bien...

    GRACIAS!!!!!!

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  8. Todo pende de un hilo...
    Aplaudo a Vasili, está en el cielo, seguro.
    Magnífica tu entrada, como siempre.
    Cuando quieras cambiamos el diseño, será más fabuloso, si cabe, leerte en un espacio diáfano (¡¡que pesado estoy, leches!!)
    Saludos cordiales.

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  9. Muchas gracias a todos, me alegra que podaís haber conocido esta historia y la decisión de este hombre, tan trascendental.

    Antxon, hay varios enlaces que hablan de esa situación, en el marco de la crisis de los misiles, que tú conocerás mejor, sabes mucho de ese pais.

    Nikkita, sí, aunque no sean cosas tan importantes ;)

    Ana, gracias, la verdad es que es bastante inenarrable, nada podrá reproducir lo que pasó, supongo, pero bueno, algo había que poner... :)

    Daniela, muy de acuerdo, aunque no invoucren a la humanidad, podemos tener mucha influencia directa en muchos seres humanos...y hay que responsabilizarse de ello.

    Blackdragon, gracias, un saludo para ti también.

    Igor, pues sí, quien sabe lo que pasaba por una cabeza...

    Kira...soy un aficionado...pero encantado ;)

    unwakeable, gracias, es cierto, todo es frágil... respecto a tu propuesta, muchas gracias de nuevo, pero no sé...la verdad es que le he cogido cariño, aunque sea más fea...lo seguiré pensando, no sé...es un tema confuso jejej pero muchas gracas, igual

    Un saludo a todos.

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  10. Excelente, como siempre. Que buena historia, que buena es! Lamentablemente no se hará una película sobre este ruso, mas que nada porque si bien la escena es cinematográfica (tal vez la mas cinematográfica de la historia) es muy corta, y la gente se quedaría con ganas de ver sangre. Tal vez con Angelina Jolie haciendo de una rusita amante del submarinista... pero tampoco.

    Gracias por el buen momento, Tarrou.

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  11. Fantástico como siempre Explorador. No tenía el gusto de conocer a Arkhipov, pero ya sé algo de su historia.

    A mí no me cuesta decir NO, a mi peque se lo digo mucho.... pero es él quien parece no entenderla... pues no me hace ni caso. Jajajajajajaja.

    Saludos YdB

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  12. Desde luego la historia bien enseñada es apasionante y muy didactica. La guerra fria es uno de los episodios mas apasionantes de la historia contemporanea, sobre todo porque se quedo en fria. Siempre habia un mando militar en vuelo por si estallaba que no se quedaran sin dirigentes.

    Saludos YdB

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  13. Es una de esas historias que podrían figurar sin problema en el libro de Zweig "Momentos estelares de la historia de la humanidad".
    Hay veces que el rumbo de la historia se decide por el lanzamiento de una moneda.

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  14. Epifanio, es cierto, que historia que merece ser contada una y otra vez, y que poco conocida es.

    Carlos, no lo sabía, que detalles más apasionantes, es cierto. Y menos mal que no se calentó, sí.. ;)

    Strafford, sí, muy cierto. Que gran libro,¿eh?. Impresionante. Que maravilla habría hecho Zweig con esta historia...

    ¡¡Gracias a todos!!

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