sábado, 22 de mayo de 2010

Nunca fue tan hermosa la basura




El gran pensador español José Luis Pardo, tiene este título en su último libro, na recopilación de textos periodísticos y ensayos. Plagio dicho título, aunque el contenido no sea el mismo, le pido perdón por ello, pero es que la frase es demasiado buena. Realmente, nos hemos acostumbrado a ella, y ya no la guardamos en bolsas, la ponemos sobre la mesa del comedor para digerirla mejor. La nuestra, la de todos, la de nadie...hay una parte para todos, haceros sitio, por favor...

Me levanto, legañoso y perdido, recordando lo que fue ayer; otro día pasado entre nubes bajas, viendo, oyendo, leyendo a contertulios, expertos, cargos estrafalarios y ostentosos, gurús y líderes. Discursos repletos de lugares comunes, planos y machacados. Me abruma la locura de los días, así que escucho alguna canción, como la que contiene esa frase. Telediarios: entre los bienpensantes, los cínicos y los que viven en la luna (con todos mis respetos para la luna), recuerdo que he de encontrar pronto otro país del que no me sienta orgulloso, pero que no me avergüence ni humille a diario (breve ilusión; llega el apartado de internacional, y me vuelvo a frustrar). Llega la hora de los deportes, todos deslumbrados ante las hazañas millonarias que nos saquen a todos de nuestro agujero de sinsentido. La cháchara insoportable, la marea sucia que arrastra pecios de honor abatido y que como una corriente esférica se retroalimenta de más suciedad para que siempre parezca nueva. El lujo hortera y prepotentemente zafio, el dinero en su trono, las muchedumbres cargadas de sacos de pena dispuestas a sacudir o apalear al enemigo que sus presentadores odien, la tempestad de los insultos y las calumnias sobre cualquier persona más conocida que las demás y que, en mayor o menor escala, mañana se abatirá sobre vosotros.

Pienso en mi día, buscando entre la niebla un futuro que yo, la situación, la fluctuación de los mercados, las órdenes y reglamentos en oscuros y tristes ministerios y mis decisiones equivocadas ha abaratado. Oigo el rumor de la ciudad, cambiando los latidos del tráfico entre semáforo y semáforo por olas verdosas y azuladas, y miro más allá de los tejados hacia un cielo recorado entre escorzos de antenas venerables y agolpadas en una hiedra color azul oxidado. Camino entre calles que los días agotarán, entre gente preocupada y sorda a los gritos de la existencia. Desengáñate: eres tú. Cuesta ver la vida entre claxones, precipicios mentales y el filo peligroso de lo cotidiano, pero sin duda debajo de todo ello, una vida sueña. Siento que aunque respiro, la verdadera vida está ausente, sin embargo. Y es duro pensar que pueda llegarse a la mar sin haberla entrevisto siquiera.

Y para olvidarse de eso y de los aguijonazos de la realidad festiva como un bufón malicioso, la basura lustrosa y reluciente, una vez y otra más, en nuestro viaje a la nada, y los únicos lenitivos que a veces parecen quedar, el desprecio y el cinismo. No se puede vivir así, pero nunca vienen mal para un desahogo feroz y fugaz que limpie las pequeñas heridas que el aluvión, al arrastrarnos, dejó. Veo el futuro como basura, por culpa mía, de todos, pero también de los políticos basura con su vida alejada de todo lo que pueda pasar en la calle, salvo eventos como partidos de fútbol y eurovisión, en que nunca pierden la ocasión de demostrar que son gente "normal", encendiendo a las masas para que el rencor les impida la lucidez. El ocio para olvidar la vida de los trabajos basura y angustias es la basura que machaca las pieles de otros para que en los descansos de los cafés los grupos rían maliciosamente sobre los otros, o sufran o suban al cielo con las andanzas de una casta de multimillonarios , u olviden sus desgracias mostrando lo más crudamente posible la muerte y la violencia de otros, en el ceremonial abyecto del morbo más cruel. El arte es una industria cárnica que busca fórmulas sensacionalistas para que los productos de consumo que ofrecen se digieran y, sobre todo, se reciclen mejor Por las noches, los campos de diversión arden, sin alambradas ni torres de vigilancia, para que los desahogos festivos ofrezcan la mínima tasa de transgresión tolerable al sistema basura. Y cuando uno se pone a escribir esto y se repasa, se avergüenza, con tanta demagogia basura. Pero es lo que hay, y me cuesta siempre escribir entradas, así que quedará. A pesar de todo, siempre hay alguna flor que puede crecer y que da sentido a todo esto. Así que para acabar por donde empecé, una pregunta de una entrevista digital con el señor Pardo, que ofrecerá más motivos para pensarlo que mis desmañados chillidos:

Hola José Luis, me gustaría preguntarle, ¿Cree usted que en la época actual, cuando la basura posee tanta belleza, lo que consumimos, vemos e incluso admiramos, es más basura que nunca? Un saludo, y gracias.

Creo que hoy tenemos una clase de basura bastante distinta (no sólo por su abrumadora cantidad) de la que tuvieron las sociedades que nos han precedido. Es una basura muy hermosa, en efecto, porque ha sido concebida ya en su origen para ser reciclada, y eso significa que no es sencillamente nada, nada más que una suerte de ungüento amarillo con un ritmo de caducidad muy rápido y que tiene poca aptitud para colmar las carencias endémicas de los seres humanos. No es que sea ni más ni menos basura que antes, es que sencillamente viene disfrazada de lujo, de brillo, de fulgor y revestida con los atributos de la moda y la piel del dinero. Eso es lo que la hace más peligrosa, que no huele mal.

Amén.

Volveré con más alegría la próxima entrada!!!!! :DDDD

9 comentarios:

  1. Lo que más miedo me da es que a veces me veo bañado por ese ungüento amarillo y me siento bien. Cuando me doy cuenta tengo que darme con una lija hasta que no queda nada, pero me tortura saber que ni de esa manera podré librarme de él.

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  2. Te recomiendo la lectura de un articulo de Arturo Perez-Reverte en el "Dominicál" de la semana pasada. En el fondo, hablais de lo mismo desde diferentes planteamientos. La conclusíon finál es la misma, demoledora. Estoy de acuerdo con los dós.

    saludos

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  3. Muy bueno, muy bueno. Felicidades. Magnífica reflexión y tremendo paseo por nuestros días caducos.
    Hay tantas cosas que señalaría... Pero, empezando por el final, este "es peligrosa porque no huele mal" me parece algo que resume muchísimas cosas.
    Por cierto, que el texto, que huele a poesía, me ha hecho recordar algunos poetas de postguerra como Dámaso Alonso, desesperados en su lucidez. Quizás esta crisis no sea tan mala y se lleve por delante algunas locuras.
    Hay algo del texto que me ha encantado, que es este cruzar muchos géneros, varias formas de mirar el presente. Hablar de los mercados, de las gentes sordas, de nuestros queridos políticos, de nosotros mismos, usando diferentes niveles. Te ha quedado fenomenal.
    Y me tranquiliza ver que somos unos cuantos que nos vemos en la deriva.
    Un abrazo.

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  4. ¡HOLA! Ya estoy de vuelta.

    Me ha parecido genial la entrada que has escrito. No puedo estar más de acuerdo...

    Parecemos una sociedad con fecha de caducidad, que cada uno hace y deshace lo que le dá la gana, sin apenas mirar al de enfrente.

    Mi futuro no lo veo negro... lo veo ¡negrísimo!.

    Nunca entenderé porqué hay tanta gente que tiene tantísimo y otra tiene tan poquísimo...

    Hoy en día, existe un sector (yo diría que amplio) en el que a la gente no le llega para pagar la luz, el agua, la hipoteca, el alquiler... pero mira tú por donde, sí les dá para irse de cena, de copas, de compras, al futbol, a la fórmula 1...

    Me dá una rabia extrema, el ver como el político o políticos que tienen la vida solucionada, cobrando un pastón por rascarse los h....s, dán lecciones de lo que se debe hacer en esta maldita crisis en la que estamos inmersos.

    Hasta cierto punto me alegro de que la economía explotara, porque no era normal lo que ocurría: se abrían inmobiliarias porqué sí,a cada 200m había una; casi como farmácias, en la construcción,los obreros (¡cobraban más que un médico!), se levantaban edificios en cualquier zona, daba igual que la parcela fuera enorme que pequeña, daba igual construir hileras de edificios pegados, todo daba igual..., los bancos concedían hipotecas porque sí, daba igual que entraran en esa familia 800euros que 2000euros, ¡te la concedía igual!...

    Solo espero que poco a poco vayamos saliendo del agujero tan enorme en el que estamos metidos...

    Un abrazo fuerte y hasta la próxima!

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  5. super interesante

    agradezco tu visita en mi espacio

    mucha suertee

    te sigo

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  6. Entrenar el pensamiento crítico es saludable, aunque las reflexiones nos lleven a perplejidades aderezadas de desesperanza.

    Meditaciones y preocupaciones como las tuyas, argumentadas por pensadores reconocidos, a mi, personalmente, me hace sentir menos soledad existencial y que el sinsentido se torne en cierto consuelo.

    Me gusta el comentario de Igor, "somos unos cuantos que nos vemos a la deriva".

    ¡Un saludo!

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  7. Con una basura tan bella, cuesta dar la talla ;P Supongo que estamos viviendo una profunda revisión de los cánones estéticos comenzando por el packaging que incita la compra compulsiva. Da mucho que pensar, demasiado. ^_^

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  8. Vaya explorador, otra de tus geniales entradas!!, pero que te deja bastante meditativo. No hay peor basura que la que no huele, porque se te acaba olvidando lo que es en realidad.
    Abrazos.

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  9. Muchas gracias por los comentarios, si puedo añadir algo es que José Luis Pardo es una lectura verdaderamente placentera, por si a alguien le entra el gusanillo :)

    Juanjo, yo también siento a veces que ese ungüento está en mí, y muchas veces hasta me gusta, no es algo de lo que enorgullecerse pero bueno, es así. Pero lo que intento no hacer es negar su condición.

    Rodericus, gracias por la recomendación, lo leí, me gustó. Supongo que la percepción es más generalizada de lo que a veces uno piensa.

    Igor, espero que seamos los suficientes para poder intentar cambiar el rumbo. Y ese párrafo de Pardo resume muchas cosas, sí. En lo de los niveles, gracias, ni me había fijado ni me lo había propuesto, me hizo ilusión que te haya gustado.

    Kira...muchísimas gracias por tu amabilidad y la generosidad en tus comentarios...¿qué puedo añadir? estoy basente de acuerdo. Aunque discrepo en una cosa, creo que esto lo pagarán los de siempre...pero en fin, habrá que confiar.

    Muchas gracias, manuela, me alegra que te gustara.

    Silencio, siempre es bueno sentirse acompañado, sin desamparo. Y repito, creo que sí, que somos unos cuantos.

    Patricia, creo que es un buen ejemplo. Tantos años denostando el coonsumismo desmadrado, y aora resulta que la economía no carbura sin él. Ay...

    Nikkita, muchas gracias, exactamente, y el poder y el dinero disfrazan muy bien. Tengo pendiente ver una exposición, gracias a ti, te cuento mañana, espero ;)

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