Perdón por la publicidad :D A pesar del título, tengo el ego subido y he decidido escribir manifiesto en este vuestro blog. Contra todo, contra todos, a favor de mí.
Soy un ferviente defensor del individualismo. No hay nada (exagero, pero se entiende la licencia) que me atemorice y me produzca más repulsa que el instinto gregario abigarrando conciencias para crear una superconciencia banal y frecuentemente idiota. Pero ay, yo no soy inmune a dicho instinto (me gusta mucho el deporte, y temo que es un ámbito propicio para
amasar gente), ni desconozco ciertos beneficios del mismo. Lo que no hago (espero) es propagarlo con alegría. Siento reparo en las celebraciones colectivas, me encanta ver a la gente contenta...pero más pronto que tarde, siempre acaba apareciendo el duende maligno de la degradación, la violencia, la absurda sensación de que como el equipo ha ganado (por ejemplo) todo vale. Hoy Dostoyevski diría "Como Messi y CR existen, todo está permitido". Sólo cuenta la satisfacción expansiva y ganada compulsivamente frente a quien sea y de la forma en que sea preciso. Y los demás, "que se busquen la vida" que "eso no es mi problema". Olé.
Hace unos días, se cumplió el cincuentenario del juicio a Adolf Eichman, que dió oportunidad a Hannah Arendt de definir "la banalidad del mal", un concepto discutido y escurridizo: Tal como lo entiendo, Arendt pretendía explicar que para perpretar uno de las mayores crímenes de la historia no fue necesario un ejército de diablos. Bastó un plan malvado y una legión de personas normales que lo ejecutaron sin preguntarse si lo que hacían estaba bien, sumergidos en un ambiente de propaganada y en un escalafón administrativo. ¿No es posible estirar el concepto y hablar de una banalidad del mal, y del bien, en el fútbol? Las gradas gritan "Mourinho muérete", por ejemplo. también se lo gritarían a otros, como Abidal, por ejemplo. Como resulta que el defensa del Barça ha sido diagnosticado con una enfermedad real, aplauden y piden su recuperación. Las gradas enloquecen, avivadas por la prensa y los oportunistas de todo tipo; al estupido esencialismo de barcelonistas queriendo integrar sus ideas (legítimas) en el supuesto ideario de un club de fútbol, que no suelo tenerlos, no se ocurre mejor idea que acudir a otro de signo opuesto (legítimo, uno se siente un poco ridículo repitiendo obviedades, pero viendo lo que se ve, mejor repetirlas) para identificar al madridismo con él. No es de gran importancia,afortunadamente, pero el espectáculo será extravagante, probablemente mucha gente en el estadio se encuentre agitando su banderita sin saber muy bien por qué, si ellos han ido a otra cosa. Pero todo el mundo lo hace.
"Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano", escribio Hölderlin, y desde luego, los dioses postmodernos no lucharán contra la ola de fanatismo y ridículo que necesitan los mercachifles para vender sus productos. Ellos están bien en sus casas de lujo y con sus cochazos. Supongo que unos cuantos son buena gente, a pesar de los esfuerzos para agilipollarlos. Pero bueno, ni de Xavi me fío, mirad lo que os digo. Sobre el carisma y la supuesta genialidad de los entrenadores no hablo, que me da la risa :DD Sólo espero que sean conscientes de que son
sólo entrenadores de fúmbo, aunque, de nuevo, parezca que hagamos esfuerzo por convertirlos en more popular than Jesus.
Y bueno, voy acabando, con una confesión: todo esto lo he escrito porque estoy nervosio xDD deseo que gane el Barça, que sea un gran partido y que nadie olvide que es simplemente eso. Pero que gane el Barça xD
El portero había adivinado la dirección, y durante un breve instante, el mundo se oscureció para él. Las portadas, las sonrisas, las firmas se habían apagado, y un silencio invencible retumbaba en sus oídos. Cuando sobrepasó la manopla sintió que todo volvía al orden natural, la estrella marca y se lleva la admiración con él. Un golpe seco lo derribó. El balón había pegado en el poste y se marcó fuera. Sintió que no se lo perdonarían, que el aficionado exige que siempre gane su equipo porque siempre cree ener derecho a la victoria perpetua y que aquello no podía pasar. Tumbado desde la hierba veía caras demudadas,y oía gritos eufóricos detrás de él. Cerró los ojos, pero esas caras seguían entre la oscuridad, interrogativas, insoportablemente acusatorias. Cuando volvió en sí, vió al portero rival ofreciéndole su mano enguantada para ayudarle a levantarse. La aceptó, se acerco a los suyos, vió que le apaludían. Ninguna portada, premio o elogio le llenó más que su perdón. Se estremeció. Pobre Cristiano :DDD o quien queraís vosotros que sea. Si os gusta el fútbol, que disfruteís del partido, espero que gane el Barça, y si no es así, pues me alegraré por algunos amigos madridistas, diciéndoles con deportividad que nos han robado, y que no es justo. Noooo, no será así, aunque lo único seguro del partido es que del álbitro se quejarán todos. Disfrutad del fútbol, que para eso está, y que sufran los profesionales, que para eso están.
P.D: 2 cosas.
Blog de minirrelatos de una amiga, por si quereís pasaros, espero que os guste. Y un antiguo blog mío,he elegido una
entrada de cine clásico imaginado por mí :)) Que gane el mejor esta noche, que nadie haga el burro. Ya lo comentaremos, si ganamos, si perdemos no me espereís por aquí, que he medio quedao. Un abrazo a todo el que lo lea.